Javier Gutiérrez: implicación solidaria, extensa vida sentimental y pasión por el Racing de Ferrol

Nunca imaginó que aquel día que salió de Ferrol y puso rumbo a Madrid tratando de cumplir sus sueños, llegaría a ser uno de los mejores y más solicitados actores de nuestro país. A sus 51 años, Javier Gutiérrez puede presumir de tener una de las trayectorias profesionales más prolíficas y respetadas en el mundo de la interpretación con un nutrido currículum, repleto de grandes títulos y numerosos reconocimientos, entre los que se encuentran, dos premios Goya y puede que sume un tercero hoy gracias a su nominación como 'Mejor actor protagonista' en los Premios Goya de este 2022. ¿Lo mejor? Es que llegados a este punto y, lejos de mermarse, su agenda sigue abarcando grandes proyectos, pues no son pocos los que aprecian su inigualable talento.

Nacido el 17 de enero de 1971 en Luanco (Asturias), Javier Gutiérrez se siente más gallego que asturiano porque, con tan solo un año de vida, su familia decidió mudarse a Ferrol. Fue allí donde, al cuidado de su madre y sus hermanas (su padre falleció cuando tan solo era un niño), comenzó su idilio con la actuación y, más concretamente, con el teatro. Varias obras en el colegio, algunas representaciones en el instituto… le llevaron a su inevitable destino: convertirse en actor y a los 19 años se trasladó a la capital para estudiar interpretación, en la Escuela de Arte Teatral de Ángel Gutiérrez.

Su debut en el cine se produjo en 'El otro lado de la cama' en 2002, pero lo cierto es que donde realmente se ganó el cariño del público fue en ‘Los Serrano’, serie a la que se unió en 2005. ‘Águila Roja’ o ‘Estoy vivo’ han sido otros de sus éxitos, y en la gran pantalla fueron ‘La isla mínima’ y ‘El autor’ las películas por las que consiguió hacerse con el galardón más prestigioso de nuestro país, el Goya. A punto de estrenar ‘La hija’ y con otra cinta pendiente de ver la luz el próximo año, ‘Modelo 77’, está claro que trabajo no le falta a Javier Gutiérrez.

No obstante, si la lista de proyectos profesionales que ha realizado y que tiene a la vista es larga, se sabe que, en lo que respecta a su vida sentimental, también ha sumado numerosos nombres. De hecho, Javier Gutiérrez comenzaba el 2020 haciendo público su romance con Carmen Demaría. Una fisioterapeuta malagueña a la que presentó en un lugar inmejorable, los Premios Goya, pese a que no posaron juntos en la alfombra roja. Hace no mucho, hacían gala de su amor en las redes sociales en un día que, por lo que parece, podría ser la fecha de aniversario de la pareja: 8 de octubre.

Antes, Javier Gutiérrez salió con la actriz mexicana Adriana Paz, a la que conoció hace unos años en el rodaje de 'El autor', pero su historia de amor terminó en julio del año pasado de manera amistosa. Tanto es así que la intérprete publicaba a modo de despedida un emotivo mensaje en sus redes dedicado "al hombre de mi vida, mi alma gemela, mi gran amor […] Gracias por tanto y tanto amor y gracias por todo lo que no se puede nombrar". A lo que el de Luanco le respondía: “En mi recuerdo para siempre tu mirada, tu sonrisa, tus besos, tu pasión desbocada y, sobre todo, tu amor infinito. También yo te deseo lo mejor”.

Adriana fue la persona en la que Javier Gutiérrez encontró calma y estabilidad, tras los duros momentos que vivió a raíz de su separación de la gestora cultural Inés Enciso, con quien tiene un hijo. El pequeño fue precisamente una de las razones por las que el actor se embarcó en el proyecto de 'Campeones'. “Tengo un hijo con una discapacidad y siento como una agresión la mirada compasiva hacia las personas con discapacidad”, confesaba a 'ABC'.

Con ‘Campeones’, Javier Gutiérrez no solo marcó un hito en el ámbito de la ficción al hacer que nueve actores con diversidad funcional debutaran, sino que también se convirtió en símbolo de la lucha por la visibilidad de un colectivo al que “a veces excluimos de una forma injusta por desconocimiento”, tal y como él mismo explicaba en el citado medio. No en vano, no es la única causa en la que el actor ha querido aportar su granito de arena. Hizo lo propio durante la pandemia, acordándose de los más mayores, pero también ha participado en iniciativas en favor de la lucha contra el cáncer de próstata dejándose crecer el bigote, por ejemplo.

Eso sí, haciendo malabares entre su implicación solidaria, sentimental, familiar y, por supuesto, profesional (labor por la que recibió un premio de la Fundación Alares), siempre que puede saca tiempo para disfrutar de sus aficiones. La más grande, la devoción que siente hacia el fútbol y, en concreto, hacia el Racing Club de Ferrol como dejó patente en una de sus visitas a ‘La resistencia’ en la que llegó a encontrarse con uno de sus ídolos, el exfutbolista Pazolo, al que admira y con quien prometió reunirse en su próxima visita a la tierra de donde es oriundo.