El refugio sevillano de dos mil metros cuadrados en el que Bertín recibe a sus invitados de 'Mi casa es la tuya'

Se dice que las casas siempre tienen historias que contar, pues sus paredes albergan los momentos más cotidianos de la vida de las personas que las habitan, y esto se cumple a la perfección en el caso de la finca sevillana de Bertín Osborne. La vivienda, además de conocer la propia historia del presentador y su familia, ha vivido parte de la de los muchos invitados que han pasado por allí gracias al programa de entrevistas ‘Mi casa es la tuya’, que estrena esta semana su nueva temporada.

Tal ubicación, donde se producen los interminables rodajes, es una antigua almazara que se construyó en 1976 sobre un terreno de 41 hectáreas, ocho de ellas plantadas con olivares. La vivienda consta de seis edificios conectados entre sí que suman la friolera de 2.100 metros cuadrados. En la casa principal hay 10 dormitorios en suite y desde el jardín, al que se sale por la puerta principal, hay acceso a la bodega, a la capilla y a una pista de pádel, además de a la piscina que está ubicada en esa zona.

En este espacio, al que bautizaron como Hacienda San José, también hay construidas naves para ganado y cuadras para caballos. Y cuenta con dos casas anexas, una de dos dormitorios para el servicio y otra de tres destinada a los guardeses. Otra de las zonas está reservada para hacer las veces de oficina. Todo esto ha ido cambiando con el tiempo y las necesidades, pero la estética de la finca, con el suelo de barro cocido y la piedra como elementos principales se mantiene desde su construcción, aunque Bertín solo es su propietario desde hace 31 años.

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El presentador es feliz en sus tierras y en esta propiedad ha vivido momentos muy importantes de su vida, como una gran parte de su relación con Fabiola Martínez, madre de sus dos hijos pequeños. De hecho, después de nacer su hijo Kike, él se encargó de acondicionar la vivienda para poder manejarse allí con su silla de ruedas y las necesidades especiales que tiene, pero no fue suficiente y finalmente el matrimonio se mudó a Madrid en 2013 y puso a la venta la propiedad en 2014; en ese momento, su intención era quedarse en la capital.

Durante años, los 8 millones que pedía al principio se fueron rebajando hasta que finalmente la venta no se llevó a cabo y tras su divorcio en 2021 se mudó de nuevo a Sevilla, aunque lo cierto es que ya desde la pandemia la decisión de conservar la propiedad era un hecho. Y es que no son pocas las anécdotas que recuerda en ese entorno, tanto propias como de los muchos amigos que han pasado por allí.

Unas de las zonas que más hemos visto en su programa es un arco de entrada que da acceso a la vivienda principal, un arco rojo, como el resto de la fachada, y alrededor del cual ha crecido una parra, “la parra más famosa de España”, según la bautizó Mario Vaquerizo. Otro de los puntos clave es la cocina, a cuya vitrocerámica el presentador ya le ha cogido el punto, algo que repite en cada programa.

También hemos sido partícipes, a través de la pantalla, de una comida celebrada en uno de los edificios anexos, en la que Bertín reunió a sus tres hijas mayores, Alejandra, Eugenia y Claudia, a los dos más pequeños y a Fabiola, con la que mantiene una relación bastante buena y cordial a pesar de que en ese momento ya estaban separados. “He sido un padre ausente en el pasado, me arrepiento una barbaridad”, llegó a reflexionar en esos instantes.

Pero no todo fue malo; de hecho, el cantante le tiene un cariño inmenso a la finca, no solo por sus metros y sus lujos, y señala que allí ha vivido "algunos de los mejores momentos de mi vida, los más divertidos y los más bonitos junto a mi familia”. Y ahora que ya no piensa en deshacerse de ella, serán muchos más, pues no son pocas las semanas que sus hijos pasan allí con él.