La separación de Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar, agita el Peñón

Mucho más delgado, vestido con los colores nacionales de Gibraltar y sin su esposa al lado. Así fue como Fabian Picardo, ministro principal de Gibraltar desde 2011, celebró este domingo el tradicional National Day. Mientras el Peñón espera a que se anuncie la fecha de las próximas elecciones y Picardo ultima los detalles del gran acuerdo entre la Unión Europea y el Reino Unido para lograr una mayor fluidez en la frontera, en las calles, sin embargo, se hablaba de otra cosa: la separación de los Picardo, padres de tres hijos.

Hasta ahora, la imagen de la pareja había sido impecable. Picardo, definido como un "animal político", ya destacaba con apenas 18 años en sus intervenciones en la televisión llanita. Abogado brillante y precoz, formaba tándem público con su esposa, la también jurista Justine Olivero, 13 años menor y madre de sus hijos (Sebastian, Oliver y Valentina). Se conocieron en el trabajo. Ella era otra abogada brillante (desde hace seis años es socia del prestigioso bufete Hassans) que en el pasado había probado suerte en concursos de belleza. Sin embargo, 12 años después de casarse, algo se ha roto entre ellos y la imagen solitaria de Picardo este domingo en la fiesta celebrada en la explanada de Casemates Square no ha hecho más que certificarlo.

La familia está viviendo estos momentos en la intimidad. Una nota aparecida en el 'Financial Times' apuntaría a que el divorcio podría haberse firmado este mes de septiembre, un dato no confirmado por las partes, con las que este digital se ha puesto en contacto sin obtener respuesta. Las fuentes consultadas explican que la separación es muy reciente y que no se está llevando en los mejores términos, pero impera la discreción. Quizá la única huella pública del mal momento personal que están pasando los Picardo sea el llamativo cambio físico del ministro principal del Peñón, que ha bajado llamativamente de peso en el último año y luce un aspecto mucho más saludable que antaño.

El ministro principal de Gibraltar ha aparecido en los medios españoles este fin de semana precisamente a colación del National Day. En una entrevista con la agencia EFE, el socialista se mostraba “muy optimista” sobre el futuro del acuerdo que está a punto de firmar Reino Unido con la Unión Europea, el último escollo del proceso del Brexit, toda vez que incluso Irlanda cerró el suyo en febrero. “El problema irlandés solamente tiene cien años, el nuestro tiene 300”, reclamaba.

Había ganas en el Peñón de celebrar esta tradicional cita, que comenzó pasadas las 11 en la explanada de Casemates Square. Como señala el propio Picardo en sus redes sociales, la última convocatoria había tenido lugar en septiembre de 2019. Después llegó la pandemia y el fallecimiento de la reina Isabel II. Además de cientos de llanitos, desde un balcón se sumó a la fiesta el mismísimo ministro británico de Asuntos Exteriores, James Cleverly, en visita privada y con su familia.

Fue en 2011 cuando el abogado Fabian Picardo, que entonces tenía 39 años, nieto de una republicana española, se convertía en el nuevo ministro principal de Gibraltar tras haber vencido al socialdemócrata Peter Caruana, que había gobernado el Peñón durante los últimos quince años y medio. Estaba recién casado y a punto de ser padre.

Nacido el 18 de febrero de 1972 en Gibraltar. Cuando asumió el cargo, Picardo era parlamentario desde hacía ocho años y hacía tan solo ocho meses se había convertido en el líder del Gibraltar Socialist Labour Party (GSLP), sustituyendo al histórico dirigente de este partido, Joe Bossano.

Picardo forma parte de esas generaciones de gibraltareños que se beneficiaron de las becas de estudios y manutención que el Gobierno extendió en 1988 a todos los jóvenes del Peñón que quisieran estudiar en Reino Unido y fuesen aceptados en sus universidades. Él se licenció en 1993 en Derecho en el Oriel College de la Universidad de Oxford, una etapa de su vida que, según cuenta, le sirvió para descubrir que era diferente a sus compañeros irlandeses, escoceses o ingleses, y, al tiempo, tan británico como ellos.

También Justine Picardo ha llevado a cabo una carrera brillante en su campo. Trabaja en el conocido bufete gibraltareño Hassans desde 2007, donde conoció a Fabian Picardo. En 2017 ella fue uno de los seis abogados que se convirtió en socio del bufete. En su comunicado, el despacho valoró especialmente la participación de la señora Picardo como asesora legal en muchos de los principales desarrollos inmobiliarios que se están construyendo en Gibraltar.

Paralelamente, Justine también ha llevado a cabo una agenda institucional para apoyar la labor de su marido. Desde que están separados, la abogada ha dejado la vida pública.