Es noticia
Menú
El día que los reyes Juan Carlos y Sofía dieron plantón a Lady Di por culpa de Gibraltar
  1. Casas Reales
Echando la vista atrás

El día que los reyes Juan Carlos y Sofía dieron plantón a Lady Di por culpa de Gibraltar

Ya estaba confirmada su asistencia al enlace real en Londres, pero la escala de la luna de miel en el Peñón hizo a Juan Carlos I dar marcha atrás y cancelar su viaje

Foto: Don Juan Carlos y Lady Di, con sus hijos. (Cordon)
Don Juan Carlos y Lady Di, con sus hijos. (Cordon)

Corría el año 1981, todo estaba dispuesto para la boda entre Carlos de Inglaterra y Diana de Gales, pero surgió un incidente entre la Casa Real británica y la española del que este jueves se cumplen exactamente 41 años. Juan Carlos I se enteró de que el príncipe y la que en unos pocos días se convertiría en su mujer harían una parada en Gibraltar en su viaje de novios y dijo que no acudiría al enlace. El mismo rey les ofreció poder amarrar el yate real Britannia en cualquier puerto español cercano, pero al recibir una negativa se negó a acudir.

Ni Juan Carlos I ni Sofía asistieron a la boda del príncipe Carlos y la princesa Diana, que tuvo lugar solo ocho días después de esta negativa, el 29 de julio en la catedral de St. Paul en Londres. Ya desde pequeño, el rey emérito se negaba a aprender inglés poniendo como excusa el conflicto con Gibraltar. Tuvo que ser su padre, el conde de Barcelona, quien le llevara junto a la reina Isabel de Inglaterra, con la que está emparentado, para que le sacara los colores al no poder responderle en su idioma. Y funcionó.

placeholder Diana de Gales y el príncipe Carlos, el día de su boda. (Cordon Press)
Diana de Gales y el príncipe Carlos, el día de su boda. (Cordon Press)

Curiosamente, el rey Juan Carlos tiene una relación familiar directa con la monarca británica, puesto que su abuela Victoria Eugenia estaba casada con Alfonso XIII y es madre de don Juan. Victoria Eugenia era a su vez nieta de la reina Victoria, de quien desciende la soberana británica. Relación familiar que no queda solo en el rey emérito, sino que la reina Sofía también la guardaba con Felipe de Edimburgo. El abuelo del difunto marido de la reina Isabel II, Jorge I, era primo hermano del padre de la reina Sofía, Pablo I.

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

El Gobierno español llegó a presentar una protesta formal a las autoridades británicas por esta escala en el viaje de los recién casados en Gibraltar. Una parada que las fuentes diplomáticas españolas del momento consideraron “inoportuna” y negativa para las relaciones entre ambos países. Desde Londres consideraron que el viaje de novios de Carlos y Diana era un asunto privado que no afectaba a la política oficial del Gobierno británico, por lo que se quedaron sorprendidos del plantón de los reyes al enlace real.

La luna de miel comenzó el 1 de agosto de 1981 en Gibraltar, a donde llegaría la pareja por vía aérea para embarcar después en el yate real Britannia, desde donde recorrerían el Mediterráneo en crucero. En cuanto el embajador de España en el Reino Unido, entonces Fernando Arias Salgado, supo de esta parada en el Peñón informó a la Foreign Office de la preocupación que este hecho les causaba a las autoridades españolas. Tenían miedo de la repercusión mediática que esta escala, a modo de reafirmación de la soberanía británica sobre Gibraltar, pudiera tener a nivel mundial.

placeholder La reina Isabel y el rey Juan Carlos, durante una visita de Estado de la monarca a España. (Cordon Press)
La reina Isabel y el rey Juan Carlos, durante una visita de Estado de la monarca a España. (Cordon Press)

Junto a la protesta oficial española, el rey Juan Carlos tomó una decisión personal como respuesta, la de no acudir a este enlace real a pesar de que ya se había anunciado su presencia y la de su mujer, la reina Sofía. En esos años, la asistencia de los reyes a la boda real suponía un gesto político por parte de la Corona española que conllevaba la mejoría de las relaciones hispanobritánicas, tocadas por el conflicto del Peñón. De hecho, por este problema territorial no se había planteado un intercambio de visitas oficiales entre los jefes de Estado de España y de Reino Unido.

Desde España se hizo todo lo posible por evitar este plantón, tanto es así que las autoridades españolas ofrecieron entonces varias alternativas de embarque sin que tuvieran que hacer escala en Gibraltar, pero el Gobierno británico insistió en que no se inmiscuían en los asuntos privados de los viajes de la familia real. El mismo Palacio de Buckingham no calculó la reacción de don Juan Carlos, que les pilló por sorpresa. Solo se mantuvo la presencia del embajador Fernando Arias en la boda de Carlos y Diana, suspendiéndose finalmente el viaje previsto de los reyes de España a Londres.

Un incidente diplomático que desde nuestro país se consideró una decisión “torpe” e incluso “intencionada” por parte de la Corona británica, pero que se fue disipando años después. En abril de 1986, los reyes eméritos decidieron tender la mano a la familia real británica, cuando acudieron por primera vez de visita de Estado a Gran Bretaña. Los príncipes de Gales fueron los encargados de recibir en el aeropuerto de Heathrow a don Juan Carlos y doña Sofía, que se hospedaron en el castillo de Windsor.

placeholder Carlos, Diana, los reyes Sofía y Juan Carlos y sus hijos, en Marivent. (Cordon Press)
Carlos, Diana, los reyes Sofía y Juan Carlos y sus hijos, en Marivent. (Cordon Press)

Pocos meses después, el 7 de agosto de 1986, Carlos de Inglaterra y Lady Di aterrizaron en Mallorca para pasar unos días de vacaciones junto a la familia real española. Llegaron junto a los príncipes Guillermo y Harry, siendo aún muy pequeños, y fueron recibidos por la reina Sofía y el príncipe Felipe en el mismo aeropuerto. Pasaron ese verano en Marivent y también los dos siguientes, en 1987 y 1988, para volver por última vez en 1990.

Pero no fue este el único encuentro que se produjo entonces. Un par de años después, en octubre de 1988, la reina Isabel visitó Madrid junto a su marido, Felipe de Edimburgo. Les recibió el príncipe Felipe en Barajas. Entonces el rey emérito concedió a Isabel II el Toisón de Oro, la distinción real más prestigiosa del país. Pocos meses después, la reina Isabel II correspondía este gesto con la condecoración de Juan Carlos I con la Orden de la Jarretera y en 1989 tuvo lugar la ceremonia de investidura del hoy rey emérito en la capilla de San Jorge. En 2002, la soberana británica celebró sus 50 años en el trono invitando a los miembros de la orden a Windsor, cita a la que no faltaron ni Juan Carlos ni Sofía.

Quince años después, fue el rey Felipe VI quien visitó ya como monarca Reino Unido, invitado por la reina Isabel. Entonces, esta le nombró miembro también de la Orden de la Jarretera, la más alta condecoración, que le entregó en 2019. En su visita, el actual Rey de España expresó su confianza en la resolución del conflicto de Gibraltar, que supuso el plantón de los eméritos a Lady Di y a Carlos de Inglaterra.

Corría el año 1981, todo estaba dispuesto para la boda entre Carlos de Inglaterra y Diana de Gales, pero surgió un incidente entre la Casa Real británica y la española del que este jueves se cumplen exactamente 41 años. Juan Carlos I se enteró de que el príncipe y la que en unos pocos días se convertiría en su mujer harían una parada en Gibraltar en su viaje de novios y dijo que no acudiría al enlace. El mismo rey les ofreció poder amarrar el yate real Britannia en cualquier puerto español cercano, pero al recibir una negativa se negó a acudir.

Rey Don Juan Carlos Isabel II Reina Sofía
El redactor recomienda