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Las fotos del mayor desplante del rey Juan Carlos y Marta Gayá a la reina Sofía
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Un disgusto real

Las fotos del mayor desplante del rey Juan Carlos y Marta Gayá a la reina Sofía

La filtración de unas conversaciones entre Juan Carlos I y Bárbara Rey que afectan a la reina Sofía han llevado a recordar otros momentos en que la madre de Felipe VI fue protagonista involuntaria del proceder de su marido

Foto: El rey Juan Carlos. (Reuters)
El rey Juan Carlos. (Reuters)

Marta Gayá fue, durante años, la 'amiga entrañable' del rey emérito, una denominación que no es más que el eufemismo que muchos años después utilizaría Corinna Larsen cuando destapó su relación amorosa con don Juan Carlos. En el caso de Gayá, diferente en muchos aspectos, ella siempre procuró ser discreta y llevar una vida alejada de los actos sociales, aunque formaba parte de la llamada corte mallorquina, donde el rey titular disfrutaba de veranos alternativos a la vida familiar de Marivent. Vanitatis ha buceado en las imágenes publicadas, en su día, por la revista 'Tiempo' en las que queda manifiesta la relación con Gayá incluso en presencia de la reina Sofía.

Antes de llegar a esa significativa anécdota, habría que remontarse a aquella época y recordar que el grupo de amigos en el que estaba inserta Gayá estaba formado por el escritor y periodista José Luis de Vilallonga, el armador del Bribón, Josep Cusí (más que un compañero de regatas ha sido una especie de hermano mayor), Rudy Bay, Miguel Arias (dueño del restaurante Flanigan), los matrimonios Juncadella y Oliver, más Birgitta de Suecia, hermana del rey Carlos Gustavo, que veraneaba desde siempre en las Baleares. El íntimo de verdad y principal protector de Marta Gayá era Zourab Tchokotoua, que estuvo casado con Marieta Salas. En este caso, el divorcio llegó porque el príncipe georgiano mantenía la misma vida afectiva alternativa que el hoy rey jubilado. Falleció en julio del 2019 y para don Juan Carlos fue una de las grandes pérdidas de su vida.

placeholder Una imagen de Juan Carlos I en la cena. (Cortesías revista 'Tiempo')
Una imagen de Juan Carlos I en la cena. (Cortesías revista 'Tiempo')

Mientras vivió, fue el valedor de la amiga mallorquina ante la alta sociedad de la isla, la catalana y la madrileña. En ese ambiente de poder y dinero era de dominio público la relación que Gayá mantenía con el titular de la Corona. En el palacio de Marivent, sus inquilinos también lo conocían pero daban por buena su discreción. No así la del monarca, que no escondía su interés afectivo por Marta, quien siempre se preocupó en coincidir lo menos posible con la reina Sofía en lugares públicos o fiestas sociales.

Adivina quién viene a cenar

En aquella etapa, Juan Carlos llegó a confesar a su íntimo Cusí: “Nunca he sido tan feliz”. En aquel momento incluso se llegó a plantear la posibilidad de divorciarse de doña Sofía para casarse con ella. El general Sabino Fernández Campo se lo desaconsejó. El Rey estaba enamorado y no cuidaba las formas. Tanto es así que hubo una situación muy comprometida y dolorosa para la entonces reina. Sucedió en julio de 1990 y la revista 'Tiempo' dio la información de aquel desplante real que fue el tema de conversación de la temporada.

placeholder Imagen de la fiesta. (Cortesía revista 'Tiempo')
Imagen de la fiesta. (Cortesía revista 'Tiempo')

Era la primera gran cena del verano mallorquín que presidían los reyes Juan Carlos y Sofía. El motivo era agasajar al príncipe Aga Khan, actual jefe de la infanta Cristina. Se celebraba la primera fase del Rally del Mediterráneo de maximotor, palacios flotantes que regateaban por las costas de Porto Cervo (Cerdeña), el Principado de Mónaco y Palma de Mallorca.

El barco del Aga Khan estaba valorado, según la revista, en ochocientos millones de pesetas. La semana anterior, don Juan Carlos había cenado con su íntimo en Porto Cervo. Hacía siete años que ambos no coincidían en tierras mallorquinas, de ahí la expectación que se creó en torno a ellos. Cuando ya los comensales estaban sentados y los camareros comenzaban a servir el primer plato, aparecieron por el Real Club Náutico el príncipe Tchokotoua y Marta Gayá.

placeholder Marta Gayá, en la misma cena. (Cortesía revista 'Tiempo')
Marta Gayá, en la misma cena. (Cortesía revista 'Tiempo')

Hasta ese día la presencia del monarca y su amiga entrañable nunca había sido pública. Los veinte minutos de retraso sorprendieron a los organizadores del acto, no así al rey Juan Carlos, que cuando vio llegar a Gayá, se levantó de su mesa para saludar al príncipe y, sobre todo, al que en aquel momento era el amor de su vida. El gesto fue una de los mayores feos a la Reina.

Discreción (casi siempre)

La mallorquina siempre ha sido especialmente discreta, a pesar de que no ha podido evitar que su nombre resucite de cuando en cuando periodísticamente. Una de las últimas ocasiones, cuando circuló el rumor de que había acompañado al emérito en sus primeros días en Abu Dabi. Un dato difícil de confirmar.

Poco antes, su nombre había vuelto a ocupar portadas y titulares por motivos que iban mucho más allá de su vínculo afectivo. Y es que en 2011, tras saltar el caso Noos con la implicación de Urdangarin, el rey Juan Carlos había dejado encargado a su gestor que transfiriera nada menos que un millón de euros a Marta Gayá desde la Fundación Lucum, que se disolvería poco después. Según los documentos que se publicaron, el emérito había mostrado su preocupación sobre su amiga, de la que decía que tenía pocos recursos financieros. Don Juan Carlos quería asegurar que tuviera un nivel de vida decente.

De todas las parejas atribuidas a Juan Carlos de Borbón fuera de su matrimonio, Gayá es probablemente la más importante (con permiso de Corinna) y la más discreta, a pesar de que en los años 90 esta amistad envolvió de tal forma al rey que no le importó romper la relación hasta entonces idílica que mantenía con los medios (que le pusieron nombre y apellidos a la dama) y con el Gobierno de Felipe González, quejoso de las continuas ausencias de Juan Carlos. Gayá y el padre de Felipe VI siguen manteniendo a día de hoy una buena relación. Su lealtad ha pasado ya todas las pruebas, solo se le conoce un desliz durante una fiesta, cuando en una conversación con sus amigos se refirió al rey como Juancho, lo que desvelaba el grado de intimidad que había entre ellos.

Marta Gayá fue, durante años, la 'amiga entrañable' del rey emérito, una denominación que no es más que el eufemismo que muchos años después utilizaría Corinna Larsen cuando destapó su relación amorosa con don Juan Carlos. En el caso de Gayá, diferente en muchos aspectos, ella siempre procuró ser discreta y llevar una vida alejada de los actos sociales, aunque formaba parte de la llamada corte mallorquina, donde el rey titular disfrutaba de veranos alternativos a la vida familiar de Marivent. Vanitatis ha buceado en las imágenes publicadas, en su día, por la revista 'Tiempo' en las que queda manifiesta la relación con Gayá incluso en presencia de la reina Sofía.

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