La gamba roja del Mediterráneo
Existen muchos mariscos y más paladares por lo que sería misión imposible señalar cual es el mejor marisco ya que dependiendo de a quien preguntemos el
Existen muchos mariscos y más paladares por lo que sería misión imposible señalar cual es el mejor marisco ya que dependiendo de a quien preguntemos el elegido sería uno u otro. Si de mí dependiera, creo que escogería el erizo de mar y el percebe por su potente sabor a mar, fresco, yodado y, salino; pero si me apretaran para elegir uno solo, entonces cambiaría mi elección por una buena gamba roja del Mediterráneo, por lo carnosa, sabrosa, y elegante que resulta. No hay como hincarle el diente a un cuerpo apretado de gamba roja y sorber su cabeza para extraer todos los jugos y sabores largos que guardan y sobre todo la hembra junto a las huevas.
Un bicho (hay que reconocer que es feo) cuya especie vive a lo largo de toda nuestra costa mediterránea, desde Llanca en Cataluña hasta La Garrucha en Almería, y aunque las de Denia sean las más afamadas es difícil precisar cuáles son realmente las mejores. Creo que más que el origen (muy similar), influye el calibre y el modo en que se prepara. Seguramente cualquier doctor en la materia (léase entendido) prefiera o deba decir que prefiere las gambas cocidas o al vapor por encima de las preparaciones en plancha, porque así lo indican los cánones. Creo que es difícil sustraerse al encanto de una buena gamba roja sea cual sea su modo de preparación: cocida, fresca y salina, puede que más elegante y con mejor textura o; a la plancha, más sabrosa y jugosa y rabiosamente suculenta.
Comparto algunos de mis sitios favoritos donde tomar buena gamba roja. Es por supuesto lista abierta que a la espera de las sugerencias que puedan aportar ustedes son: El Almejero, en La Garrucha o Terraza Carmona en Vera y Casa Joaquín,, en Almeria; la barra de Nou Manolín en Alicante; Samm en Madrid y Els Pescadors en Llanca.
Existen muchos mariscos y más paladares por lo que sería misión imposible señalar cual es el mejor marisco ya que dependiendo de a quien preguntemos el elegido sería uno u otro. Si de mí dependiera, creo que escogería el erizo de mar y el percebe por su potente sabor a mar, fresco, yodado y, salino; pero si me apretaran para elegir uno solo, entonces cambiaría mi elección por una buena gamba roja del Mediterráneo, por lo carnosa, sabrosa, y elegante que resulta. No hay como hincarle el diente a un cuerpo apretado de gamba roja y sorber su cabeza para extraer todos los jugos y sabores largos que guardan y sobre todo la hembra junto a las huevas.