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Hace tan solo una semana Vanitatis conseguía publicar en exclusiva las fotografías más buscadas del momento: un Pablo Urdangarín enamorado besando a una chica en una tienda de Barcelona. De esta manera, se confirmaba públicamente la primera relación sentimental de uno de los sobrinos más mediáticos de Felipe VI. A pesar de su perfil extremadamente discreto, que roza, en ocasiones, cierta dosis de timidez, el jugador de balonmano mostraba en un instante de relax su faceta más deshinibida. Besos, abrazos y arrumacos varios desvelaban no solo unas latentes mariposas en el estómago, sino también un lado cariñoso desconocido para el gran público.

Precisamente, dicha noticia ha llevado al hijo de la infanta Cristina a convertirse en uno de los personajes más buscados del momento. Sin embargo, el seguimiento de las cámaras no le hacen perder ni un ápice de naturalidad. De nuevo, Vanitatis ha logrado acceder a un vídeo exclusivo que nos enseña al joven de 22 años en uno de sus momentos más íntimos. Pablo Urdangarín se despide de su madre a las puertas de un hotel de la ciudad condal este pasado fin de semana con un emotivo gesto de gran significado.

La infanta Cristina abraza a su hijo tras finalizar uno de sus partidos. (EFE)
La infanta Cristina abraza a su hijo tras finalizar uno de sus partidos. (EFE)

Tal y como prueban las imágenes, el jugador de balonmano tiene una complicidad extrema con su progenitora. La pequeña del emérito y su niño comienzan su adiós con un apretón de manos, muy propio de las generaciones más jóvenes, que pone en valor una relación entre ambos, más allá del lazo filio parental. Los dos besos de cortesía posteriores tampoco podían faltar, los cuales llevan a un caluroso abrazo, que desemboca en el acto más tierno jamás visto entre ellos. El deportista dibuja la señal de la cruz sobre la frente de la infanta y ella se la devuelve, antes de que este vuelva a agarrar su mano para darle un último beso.

Este gesto, que para algunas personas puede pasar desapercibido, es el símbolo de la gran conexión entre Cristina y Pablo. La señal de la cruz en el universo católico es señal de protección y cuidado hacia quien la procesas, un mensaje similar a: “ que Dios te cuide y te acompañe”. Algo muy importante para la coordinadora de la Fundación Aga Khan, que se ha criado en la fe cristiana y se encuentra muy vinculada a ella. Es más, es uno de los motivos que le impiden deshacerse de su alianza de casada.

Para la infanta sus hijos siempre han sido lo primero. Por ello, hace poco menos de una semana se desplazó hasta Barcelona para acompañar al jugador de balonmano del Barcelona en uno de sus momentos más complicados. Como ya informó este mismo medio, Pablo Urdangarin se encuentra disgustado por no poder proteger su intimidad y, sobre todo, el anonimato de su nueva pareja ante los medios de comunicación. Tal situación hizo que la pequeña del rey emérito acudiese a la ciudad condal para no únicamente animarle en su último partido, sino también arroparle emocionalmente y aconsejarle sobre cómo llevar su relación con la prensa.

Casi de forma inesperada, el segundo de los Urdangarín Borbón se ha establecido en un habitual de las revistas del corazón. Aunque cuando se instaló en la capital catalana para continuar con su carrera profesional era prácticamente un desconocido, las fotografías de su padre con Ainhoa Armentia en la playa de Bidart le hicieron tomar el rol de portavoz familiar, el cual ha seguido manteniendo todo este tiempo.

Pablo Urdangarin. (Cordon Press)
Pablo Urdangarin. (Cordon Press)

Sin embargo, la publicación de las imágenes junto a su nueva ilusión le han hecho darse cuenta de que su amabilidad y educación frente a los compañeros de la información no son sinónimo de protección. Ahora, Pablo ha tenido que enfrentarse por primera vez a lo que es que hablen de uno mismo, en vez de intentar calmar las aguas en cuanto a noticias relativas a sus padres, y parece no estar llevándolo del todo bien.

La infanta Cristina acudía al rescate y lo hacía, según podemos ver en el vídeo exclusivo, con una sonrisa en su rostro. La coordinadora de la Fundación Aga Khan se encuentra muy orgullosa de sus ya no tan pequeños. Todos han conseguido desarrollar con éxito sus objetivos y, ahora, Irene, la única que permanecía a su cargo en Ginebra, también lo hará. Según ha podido conocer Vanitatis quiere estudiar dirección hotelera y ha pedido plaza en la mejor escuela del mundo, EHL Hospitality Business School, ubicada en la ciudad suiza de Lausana. Por ello, la hija del emérito permanecerá por el momento en el país centroeuropeo.