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Las insinuaciones picantes de Bruni y Sarkozy
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Las insinuaciones picantes de Bruni y Sarkozy

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, le aseguró a la que hoy es su esposa, la cantante y ex modelo Carla Bruni, que juntos estarían "mejor

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Las insinuaciones picantes de Bruni y Sarkozy

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, le aseguró a la que hoy es su esposa, la cantante y ex modelo Carla Bruni, que juntos estarían "mejor que Marylin y Kennedy", en una cena en la que le desafió a besarle en la boca en ese instante, desvela un libro del anfitrión del encuentro. "Carla no camina, se desliza", dice el afamado publicista Jacques Ségéla en su libro Autobiographie non autorisée, editado por Plon, en el que rememora detalles de la primera conversación que mantuvieron Sarkozy y Bruni en una cena en casa del autor, que terminó por convertirse en un amor a primera vista, ha confesado la pareja.

"Carla, ¿eres capaz de besarme en la boca en este instante?", le susurró a la ex modelo el presidente de Francia, quien salía entonces de un divorcio con su segunda mujer, Cécilia Ciganer-Albéniz. El mandatario había llegado a la cena -organizada a finales de 2007 por Ségéla a petición del presidente- con aspecto informal, sin corbata y con retraso. En esa mesa conoció a la mujer con la que se casaría a los tres meses de aquel encuentro.

"Te conozco bien aunque no nos hayamos encontrado antes (...). Lo sé todo sobre ti porque soy parecido a ti", aseveró Sarkozy, quien dijo sentirse aliviado por ver a "una mujer bella que fuma y bebe". El mandatario afirmó que estaría en primera fila en el próximo concierto de Bruni, dedicada a la música en aquellos días.

Le sugirió que si anunciaban entonces su compromiso estarían mejor que la actriz estadounidense Marilyn Monroe y el presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, quienes mantuvieron una relación que ha pasado a la posteridad como un símbolo universal de seducción y poder. "¡Compromiso, jamás! Desde ahora sólo viviré con un hombre que me dé un hijo", apuntó Bruni sin escandalizar al presidente, quien respondió que ya era padre de cinco retoños y preguntó: "¿Por qué no seis?".

El juego de insinuaciones se siguió desarrollando a lo largo de la velada, que había sobrepasado ya la una de la madrugada, en la que Sarkozy evocó lo tortuoso que sería una relación entre ambos, suculenta carnaza para los paparazzi. "En materia de '
gente' eres un aficionado", dijo ella antes de revelar que su encuentro con el rockero Mick Jagger duró ocho años en los que atravesaron "todas las capitales del mundo" sin que un sólo fotógrafo les hiciera una foto.

Él le pidió la receta. "Muy fácil -contestó la que hoy es la primera dama-, le disfrazaba en función de mis deseos". "Y a mí, ¿cómo me disfrazarías?", inquirió Sarkozy, recién llegado de su primera visita a la Casa Blanca. "Para ti encontraría algo mejor", sugirió ella. El siguiente 2 de febrero, ya en 2008, la pareja se casaba en una ceremonia privada en el Palacio del Elíseo, después de un sonado y efímero noviazgo que colapsó las portadas de las revistas del corazón cuando ambos visitaron Egipto, durante la Navidad que siguió a la cena en la que ambos se enamoraron.

El presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, le aseguró a la que hoy es su esposa, la cantante y ex modelo Carla Bruni, que juntos estarían "mejor que Marylin y Kennedy", en una cena en la que le desafió a besarle en la boca en ese instante, desvela un libro del anfitrión del encuentro. "Carla no camina, se desliza", dice el afamado publicista Jacques Ségéla en su libro Autobiographie non autorisée, editado por Plon, en el que rememora detalles de la primera conversación que mantuvieron Sarkozy y Bruni en una cena en casa del autor, que terminó por convertirse en un amor a primera vista, ha confesado la pareja.

"Carla, ¿eres capaz de besarme en la boca en este instante?", le susurró a la ex modelo el presidente de Francia, quien salía entonces de un divorcio con su segunda mujer, Cécilia Ciganer-Albéniz. El mandatario había llegado a la cena -organizada a finales de 2007 por Ségéla a petición del presidente- con aspecto informal, sin corbata y con retraso. En esa mesa conoció a la mujer con la que se casaría a los tres meses de aquel encuentro.

"Te conozco bien aunque no nos hayamos encontrado antes (...). Lo sé todo sobre ti porque soy parecido a ti", aseveró Sarkozy, quien dijo sentirse aliviado por ver a "una mujer bella que fuma y bebe". El mandatario afirmó que estaría en primera fila en el próximo concierto de Bruni, dedicada a la música en aquellos días.

Le sugirió que si anunciaban entonces su compromiso estarían mejor que la actriz estadounidense Marilyn Monroe y el presidente de los Estados Unidos, John Fitzgerald Kennedy, quienes mantuvieron una relación que ha pasado a la posteridad como un símbolo universal de seducción y poder. "¡Compromiso, jamás! Desde ahora sólo viviré con un hombre que me dé un hijo", apuntó Bruni sin escandalizar al presidente, quien respondió que ya era padre de cinco retoños y preguntó: "¿Por qué no seis?".

El juego de insinuaciones se siguió desarrollando a lo largo de la velada, que había sobrepasado ya la una de la madrugada, en la que Sarkozy evocó lo tortuoso que sería una relación entre ambos, suculenta carnaza para los paparazzi. "En materia de '
gente' eres un aficionado", dijo ella antes de revelar que su encuentro con el rockero Mick Jagger duró ocho años en los que atravesaron "todas las capitales del mundo" sin que un sólo fotógrafo les hiciera una foto.

Él le pidió la receta. "Muy fácil -contestó la que hoy es la primera dama-, le disfrazaba en función de mis deseos". "Y a mí, ¿cómo me disfrazarías?", inquirió Sarkozy, recién llegado de su primera visita a la Casa Blanca. "Para ti encontraría algo mejor", sugirió ella. El siguiente 2 de febrero, ya en 2008, la pareja se casaba en una ceremonia privada en el Palacio del Elíseo, después de un sonado y efímero noviazgo que colapsó las portadas de las revistas del corazón cuando ambos visitaron Egipto, durante la Navidad que siguió a la cena en la que ambos se enamoraron.