La baronesa Thyssen no paga a traidores

Las relaciones materno filiales entre Carmen Cervera y su hijo Borja no han cambiado. Continúan en el mismo punto de siempre. Ni se hablan ni se tratan y el embarazo de Blanca tampoco ha servido como punto de inflexión para retomar la relación. Cada uno de los protagonistas de esta historia truculenta se mantienen en posturas irreconciliables.

Al menos por ahora. Aunque Carmen Cervera es consciente de que algo está cambiando en la forma de actuar de su hijo. Por un lado no ha ofertado, como había hecho hasta ahora, la exclusiva de su nueva paternidad. Por otro, la intención de ocupar el tiempo en una actividad laboral que tendría que ver con proyectos relacionados con el mundo del arte.

Tampoco ha respondido a las declaraciones que el ex amigo y ex padrino de Sacha hizo en DEC (Antena 3). En otro momento habría sido a través de declaraciones a golpe de talonario y ahora ha permanecido en silencio para no echar más leña al fuego. La baronesa tampoco ha querido explayarse en ese tema y además no ha prestado apoyo logístico al padrino traidor.

Carmen nunca ha aceptado chantajes. Es algo que aprendió del barón cuando un mes antes de contraer matrimonio una revista alemana le pidió la exclusiva de la boda. A cambio no publicarían unas fotos de la futura baronesa en top less. Heini, experto en guerras familiares, no cayó en la trampa y le dijo que las publicaran y así vería todo el mundo lo bellísima que era su futura mujer.

Ahora Carmen se ha mantenido en su sitio y ha emulado al cónsul Escipión que mandó matar a los que traicionaron a Viriato acuñando la frase de “Roma no paga a traidores”. Tita no se habla con su hijo y no soporta a su nuera pero tiene muy claro que nadie la va a utilizar, y mucho menos un personaje de quinta regional.

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