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El encierro de la duquesa en el palacio de Dueñas
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El encierro de la duquesa en el palacio de Dueñas

Desde que llegó a Sevilla tras la operación de urgencia que se le realizó en Roma tras una desafortunada caída, la duquesa de Alba no ha

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El encierro de la duquesa en el palacio de Dueñas

Desde que llegó a Sevilla tras la operación de urgencia que se le realizó en Roma tras una desafortunada caída, la duquesa de Alba no ha salido del Palacio de Dueñas. Este ‘arresto domiciliario’ le trae por la calle de la amargura, porque ella es de salir mañana y tarde. Pero por ahora sus médicos, el doctor Trujillo, que fue quien la operó de la hidrocefalia, y el doctor Muñaiz, le han recomendado reposo y no salir innecesariamente de casa.

El peligro de una nueva caída o un mal golpe puede llevar al traste la recuperación de la aristócrata. Cayetana es una mujer muy activa, pero a veces se olvida de que es una venerable nonagenaria, aunque ella piense que acaba de soplar cincuenta velas en su tarta de cumpleaños, tal y como comenta muchas veces a sus amistades.

La última caída le supuso una operación en la que tuvieron que implantarle varios clavos, que le fijan el hueso debidamente en su sitio. Sus salidas son por ahora complicadas, ya que la duquesa no quiere aparecer públicamente en silla de ruedas. Es muy coqueta y de ahí viene el reportaje que realizó la semana pasada para la revista Hola, donde aparece apoyada en su marido o sentada en todas las imágenes.

En Dueñas, Cayetana utiliza el andador siempre vigilada por un fisioterapeuta, que también marca los plazos para que pueda volver a salir a la calle. Mientras eso llegue, ella se afana en realizar constantemente su tabla de ejercicios de recuperación por la mañana y por la tarde.

Eso sí, ya está preparando sus vacaciones de verano. Si todo marcha como está previsto, viajara hasta San Sebastián para pasar el mes de julio. Lo que no esta tan claro este año es la posibilidad de disfrutar de las playas de Ibiza, donde la duquesa posee una mansión. El desplazamiento en avión es muy complicado y la casa no está adecuada a su nueva situación porque el terreno presenta muchos desniveles.

Con este encierro obligado por prescripción médica, la duquesa recibe más visitas que antes. Sigue organizando sus almuerzos con sus amistades de siempre y los fines de semana suele recibir a su nieta Cayetana, que acude a Sevilla para estar junto a su padre y suele acercarse para estar con ella. Menos de lo que ella querría, pero entiende que los adolescente son como son. Su relación con Francisco Rivera continúa en el mismo punto de no retorno iniciado cuando el torero decidió solicitar judicialmente la custodia de su hija. Cayetana no le perdona el disgusto que le produjo el enfrentamiento de su exyerno con su hija Eugenia en los tribunales. Para ella, esto fue una traición. En cambio, sigue manteniendo el contacto con su hermano Cayetano y la novia de éste, Eva González. Podría ser que éstos intentaran mediar para que la duquesa no fuera tan drástica en sus desafectos.

Desde que llegó a Sevilla tras la operación de urgencia que se le realizó en Roma tras una desafortunada caída, la duquesa de Alba no ha salido del Palacio de Dueñas. Este ‘arresto domiciliario’ le trae por la calle de la amargura, porque ella es de salir mañana y tarde. Pero por ahora sus médicos, el doctor Trujillo, que fue quien la operó de la hidrocefalia, y el doctor Muñaiz, le han recomendado reposo y no salir innecesariamente de casa.