Rafa Medina: “He puesto mi cuerpo al límite en Sudáfrica”

Noble, empresario de éxito, padre de familia y deportista de ‘ultrapruebas’. Así es Rafael Medina. De él se conoce su posición social, gran parte de su biografía y sus amores, pero pocos saben que este Grande de España realiza competiciones extremas de ciclismo al alcance de muy pocos, sólo de profesionales.

Acaba de regresar de Ciudad del Cabo (Sudáfrica), donde ha participado en la Cape Epic, calificada como la prueba de mountain bike más exigente del mundo. Una competición por parejas que incluso profesionales que la corren no terminan. El compañero del campeón del mundo de mountain bike llegó a decir al final de la competición: “Estoy muy contento por haber ganado una etapa, pero estoy más contento aún por haberterminadola Epic”. De hecho, la prueba la empezaron 600 parejas y la terminaron 522.

Han sido ocho días de carrera por Sudáfrica en las que ha recorrido 720 kilómetros por parajes de todo tipo de terrenos indómitos: piedra, barro, rocas, llanuras… sobre los que ha pedaleado una media de 7 horas diarias y ha ascendido un total de 15.000 metros verticales. Él competía junto a Diego Sarasketa. Quedaron en la posición 319. Otra pareja de su equipo la componían el actor Santi Millán y el bróker y deportista extremo Josef Ajram, que terminaron en la posición 261.

Para el duque de Feria lo de menos era la posición en la que terminaran. Lo único que querían era acabar. Su imagen de aristócrata parece incompatible con este tipo de pruebas. De hecho, la organización de la Cape Epic así se lo dijo: “Es la primera vez que un aristócrata participa en esta competición”. Incluso en su web le han dedicado un artículo destacando que “esta edición contará con la participación de un duque”. Vanitatis ha podido charlar en persona con ese duque tras su regreso a España.

Pregunta: ¿Lo podría calificar como la mayor experiencia de su vida?

Respuesta: Como experiencia relacionada con el deporte, sin lugar a dudas. Ha sido una vivencia única y preciosa.

P: Pero imagino que también dura…

R: Por supuesto, ha sido la mayor prueba a la que me he tenido que enfrentar física y psicológicamente. Ya no sólo por el hecho de tener que ir terminando las etapas día a día, que ya de por sí es duro, sino también por las complicaciones que surgen a lo largo de ella.

P: ¿Por ejemplo?

R: Pues la primera etapa, sin ir más lejos, me caí dos veces y pinché diez. Fue un infierno. Además, como hicimos muy bien el prólogo, salimos en las primeras posiciones y vimos cómo nos adelantaron todos. De hecho, en la segunda etapa salimos los últimos.

P: ¿Y qué se le pasa a uno por la cabeza en esos momentos en los que al tremendo esfuerzo físico que está realizando se le une la impotencia de ver cómo pincha una vez y otra y otra y otra…?

R: ¡Y encima te quedaban seis días más! Pues por la cabeza te pasa de todo, inclusoabandonar. Te llegas a preguntar qué narices haces ahí. Es una lucha constante contra tu cabeza. Pero también es cierto que terminar esa etapa me dio mucha fuerza mental. Pero tienes a tu compañero que también tira psicológicamente de ti.

P: Y el resto de las etapas, ¿algún incidente a destacar?

R: Cualquier cosa. Hubo undía que estuvo lloviendo prácticamente toda la etapa. Te puedes imaginar, el camino enfangado y los cuerpos llenos debarro. Ese día fue especialmente duro.Pero también hubo cosas bonitas, comolos parajes por los que íbamos, eran preciosos, en algunosbodegas, que abrían los pasos para que las atravesáramos.

P: ¿El cuerpo no se resiente?

R: Mucho. Pones tu cuerpo a un límite brutal. Al margen de la dureza física, sufríamos unos cambios drásticos de temperatura. Por la noche hacía bastante frío. Empezábamos las etapas con frío y a mediodía hacía un calor tremendo. El cuerpo no lleva bien esas variaciones. Además, por el desgaste que llevas a diario requieres una ingesta calórica tremenda, a la que tu cuerpo no está acostumbrado, por lo que termina pasando factura de algún modo.

P: Se le ve más delgado, ¿ha perdido muchos kilos?

R: No sé, no he querido pesarme, pero lo que más he perdido es masa muscular.

P: ¿Cuánto duraba cada etapa?

R: Cada etapa era diferente, pero ente 6 horas y 8 horas y media de bicicleta todos los días.

P: Y después al hotel a recuperar…

R: Sí, al hotel… jajaja. Al campamento. Dormíamos en tiendas de campaña, sobre un colchón. Y las noches que llovía se mojaba todo. Estábamos en mitad de la nada. Eso sí, todo muy bien organizado. No faltaba de nada. Todas las carreras aspiran a tener la organización de esta carrera.

P: ¿Cuál era vuestro objetivo?

R: Terminar. Acabar por encima de todo. No teníamos ninguna otra meta; ni de tiempos, ni de posiciones. Terminar, sólo terminar.

P: ¿Pero puede participar cualquiera?

R: No, es por invitación y sólo pueden inscribirse profesionales y amateurs, como es mi caso, que presenten unos registros mínimos. Una vez hecha la inscripción, se hace un sorteo entre los registrados, puesto que está limitada a 1.200 personas y las peticiones superan con creces esta cifra.

P: ¿Cómo se prepara uno para una prueba como esta?

R: Pues los cinco meses previos hacer un entrenamiento especial con el que poner el cuerpo en peso y nivel de competición. Eso requiere una disciplina bastante estricta, no sólo de horas de entrenamiento, sino también de una dieta bastante escrupulosa.

P: ¿Es compatible con su vida?

R: Ahí radica el problema. Uno tiene una vida social y es muy difícil llevar a rajatabla tanto la dieta como el entrenamiento. Al margen de mis obligaciones profesionales, tengo una vida familiar y es muy complicado compaginarlo. Si entre semana el trabajo centra mi atención, los fines de semana están los niños… Es cuestión de organizarte muy bien y sacrificar muchas cosas. Aun así, es muy difícil compaginarlo. De hecho, yo habré cumplido el 70% del plan de entrenamiento que tenía programado.

P: ¿Se le pasa por la cabeza participar en la próxima edición?

R: No. La volveré a hacer, pero en años. Una vez que ya he vivido la experiencia, quiero tener otra situación la próxima vez. Tienes que estar fuera doce días y totalmente desconectado del mundo y de la familia y eso es complicado. Eso sí, para cuando repita me lo tomaré de otra manera. Intentaré disfrutarla, con un grupo de amigos, intentado aprovechar un poco más el viaje.

P: ¿Qué piensa de todo esto Laura, su esposa?

R: Ella me apoya. Se alegra que haya vuelto bien y que la haya terminado, porque sabía que es una prueba muy dura y que ese era mi objetivo.