Así es la vida de Cristina Blanco: trabaja de dependienta y "todos le tienen miedo"

El nombre de Cristina Blanco ha permanecido durante 10 años guardado en un cajón con llave, la cual tenía su hijo, Miguel Ángel Muñoz, que decidió sacarla a relucir en su 'Chester' con Risto Mejide, devolviendo a su madre a la picota informativa. Una renovada actualidad de la que ella reniega, dado que su nueva vida alejada de los medios y todo lo que haga referencia a la fama es ya un hecho. La vidente ha dado un giro a su vida, que pasa por convertirse en una de las dependientas de un Corte Inglés situado en la zona sur de Madrid, en la sección de perfumería y cosmética.

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M. B.

En las imágenes que la revista 'Diez Minutos' ha llevado a su portada en el kiosco rosa de este miércoles, nos encontramos con una Cristina Blanco más serena, mucho más delgada y llevando un día a día que dista mucho de la alta posición social conseguida como 'vidente de los famosos'. Ahora vive en Usera, modesto barrio de la periferia madrileña, en un pequeño apartamento de apenas 60 metros cuadrados que heredó de su madre. Además, se desplaza en autobús desde su domicilio hasta su puesto de trabajo, donde la esperan unos compañeros con los que se lleva muy bien, tal y como aseguran desde la citada publicación.

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Una vida solitaria pero estable

“Lleva una vida muy solitaria y nunca se la ha visto con sus dos hijas pequeñas, Gabriela (18) y Nabila (16), a las que adoptó con su exmarido, Miguel Ángel Muñoz. Al parecer, las chicas viven con su padre” y, tal y como prosigue la citada revista, tan solo su hijo la visita con cierta asiduidad. Pero no solo sus hijas se encuentran alejadas de ella, también algunos de sus grandes amigos de antaño, clientes de confianza y compañeros de trabajo, que renegaron de ella cuando cayó en desgracia en 2001 primero, cuando una cámara oculta desveló sus 'malas artes' adivinatorias, y después en 2007, cuando fue condenada a 16 meses de prisión por robar móviles y tarjetas de crédito a clientes de un hotel de Málaga.

La revista 'Lecturas' va mucho más allá en sus afirmaciones y asegura que los famosos que rendían pleitesía a la vidente ahora no quieren hablar de ella, ni con ella, por miedo. “Todos temen a Cristina Blanco”, sentencian desde dicha publicación, que continúa explicando que “no evitan hablar de ella por cariño, sino por miedo, porque la información es poder”. Se refiere a María Teresa y Terelu Campos, Lara Dibildos, Rocío Carrasco, Belén Esteban, entre otras.

Aseguran desde este medio que ella “sonsacaba secretos inconfesables con precisión de cirujano y que era una lianta”. Sustentan sus afirmaciones en varias anécdotas del pasado, en el que se demostraría un supuesto “temperamento perverso y espíritu vengativo”, que unido al “talante supersticioso de sus clientas, la hacían imbatible”. Además, dicen de ella que esta personalidad le facilitaba “cobrar cantidades astronómicas”, según una de sus “víctimas”.

1. El día que María Teresa Campos debía despedirla. “Cuando Telecinco decidió que María Teresa la despidiera a raíz del vídeo (de cámara oculta), la Campos pasó uno de los peores ratos de su vida. ¡Estuvo en su camerino armándose de valor durante horas! ¡Se c… de miedo! Después cogió un herpes y ella lo achacaba a una maldición de la bruja”.

2. El día que Olivia Valère le tiró una revista a la cara a Maika Vergara. La periodista estaba preparando un posado con Belén Esteban y a Cristina se le ocurrió darle un nuevo estilo a la imagen de la 'polemista'. Para ello, le pidió el favor a su amiga Olivia Valère para que le dejase hacer un reportaje fotográfico en su villa marbellí, a lo que accedió encantada. Sin embargo, al ver cómo había salido el reportaje, fue a casa de Maika para arrojarle la revista a la cara mientras gritaba: “¡Tú me dijiste Ana Belén! ¡No voy a dejar mi chalé a esta rubia teñida que nadie sabe quién es y que además me importa una … 'merde'!”.

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