De la insolvencia a la riqueza: todo lo que podría heredar la supuesta hija de Dalí

En unas semanas se conocerá el resultado de la prueba de paternidad que Pilar Abel, supuesta hija de Dalí, pidió para ser reconocida como heredera de uno de los grandes genios del siglo XX. En caso de que Abel obtuviese un resultado positivo, la única hija del artista podría exigir al Estado la parte de la herencia que le correspondiese y podría comenzar a usar el apellido Dalí, extinguido con la muerte del pintor.

La supuesta hija del genio comenzó a aparecer en los medios de comunicación hace escasos años, asegurando que su madre había mantenido un breve romance con el pintor en 1955 en Cadaqués. De aquella aventura extramatrimonial -Dalí ya estaba casado con Gala- pudo nacer Pilar.

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¿Cómo empezó todo?

Fue en 2006 cuando comenzó este particular periplo de Pilar Abel. La tarotista, como ella misma se ha definido en numerosas ocasiones, intentó ser reconocida como hija del pintor con una muestra de cabello, pero no le salió bien. Tras ello, se le perdió la pista, pero en 2010 afirmó tener una muestra de una máscara mortuoria del pintor, un as en la manga con el que consiguió que la prensa se volviera a interesar por ella.

Fue en 2015 cuando el Juzgado Nº 11 de Primera Instancia de Madrid admitió a trámite la demanda de Pilar en la que asegura ser hija del pintor. El proceso ha sido largo, pero finalmente se ha ido decantando a favor de Abel, quien consiguió que el pasado 21 de julio los forenses exhumasen el cadáver de Salvador Dalí. Todavía tendremos que esperar hasta el 18 de septiembre para conocer los resultados de la prueba de paternidad y sus consecuencias, pero si el resultado es positivo, el Estado deberá estar preparado para hacer frente a las exigencias de Pilar Abel.

Un varapalo para el Estado

Salvador Dalí murió el 23 de enero de 1989 y legó toda su fortuna, sus casas y sus obras de arte al Estado español. Una herencia con un gran valor artístico y monetario que en la actualidad podría alcanzar los 1.200 millones de euros y de la que Pilar Abel podría reclamar un 25%, es decir, unos 300 millones de euros. Una cifra nada desdeñable, más teniendo en cuenta que la situación económica de la demandante es crítica, ya que tuvo que despedir a su abogado por no poder hacer frente a sus honorarios.

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En el legado de Dalí se encuentran algunas de las obras del surrealismo español más importantes como 'El gran masturbador', 'La persistencia de la memoria' o 'Los elefantes'. Además, también se incluyeron importantes propiedades como la Casa-Museo Dalí en Portlligat, Cadaqués, o el impresionante castillo de Púbol, residencia en la que el artista pasó sus últimos años de vida.

En Vanitatis nos hemos puesto en contacto con Fernando Osuna, abogado especializado en derecho hereditario, quien nos ha comentado que “si el Estado es condenado a pagar el 25% de la herencia de Dalí a Pilar Abel tiene dos opciones: hacer un pago en metálico o en caso de no tener dinero para hacer frente a la sentencia, podría hacer una subasta para recaudar el dinero suficiente con el que satisfacer a la demandante”.

Osuna también afirma que “Pilar Abel y el Estado podrían llegar a un pacto o un acuerdo para que la demandante obtuviese una parte en metálico y quizás alguna obra de menor valor del pintor, para que el resto pudiese seguir expuesto”.

Y el marquesado...

Recordemos que Salvador Dalí fue nombrado marqués de Dalí de Púbol, en 1982, por el rey Juan Carlos I. El emérito le concedió la distinción con carácter hereditario, pero el pintor decidió pedirle al monarca que lo convirtiese en vitalicio dado que no tenía ningún descendiente directo al que legarle el título. Así que por mucho que reclamase Pilar Abel, no podría llevar la distinción que le fue otorgada a Dalí.