First look en tu boda: qué es y los motivos para hacerlo

Hay tradiciones que permanecen inalterables, pero otras han ido cambiando, evolucionando y adaptándose a los nuevos tiempos. Las novias siguen vistiendo de blanco, pero los diseños evolucionan con la moda, apostando por las tendencias del momento y ahora ya a nadie le sorprende que quieran ponerle un toque de color a su vestido de novia. La costumbre de que los novios no puedan verse antes de la ceremonia cambia por completo gracias al first look.

Siempre suele señalarse como uno de los momentos más emotivos en una boda cuando la novia hace su primera aparición. En esos breves segundos suceden muchas cosas, como por ejemplo, que queda desvelado uno de los secretos mejor guardados del enlace, el vestido, pero también, si hablamos de una boda clásica, que los novios se ven por primera vez con los diseños escogidos para jurarse amor eterno.

Este es un instante cargado de emoción para ellos, de hecho no es raro que se escapen algunas lágrimas, que son controladas inmediatamente por miedo a que el maquillaje sufra las consecuencias. Quienes no sean demasiado partidarios de vivir este momento delante de todos sus invitados, ya sea por pudor o porque les gusta ser originales, seguro que encuentran en esta opción una estupenda alternativa.

El first look suele ser un momento íntimo, organizado solo para los novios y bajo la única mirada del fotógrafo que capte el momento en el que se vean completamente arreglados para el que será uno de los días más importantes de su vida. Si este momento se produce delante de todo el mundo, lo más habitual es intentar controlar la emoción, pero hacerlo de esta manera permite que los sentimientos fluyan y poder vivir este encuentro de forma plena.

Este momento de intimidad no viene nada mal tampoco para tranquilizar a los protagonistas. Una boda es un momento relevante, que han estado organizando durante mucho tiempo, poniendo mucho esfuerzo e ilusión y no es raro tener el temor de que algo pueda salir mal. Esto hace que los nervios estén a flor de piel, por eso, nada mejor que un breve encuentro con tu media naranja para encontrar en la otra persona el apoyo y la certeza de que todo saldrá bien.

Lo más común es que uno de los novios espere de espaldas o con los ojos tapados la llegada del otro, para que de esta forma, al girarse, ambos vean el look contrario a la vez. Existen numerosas maneras de hacer de este un momento único, por ejemplo, pueden llegar ambos caminando con los ojos vendados hasta un lugar que para ellos sea especial. Sin embargo, de esta manera se corre el riesgo de sufrir algún traspié, por ejemplo con el vestido de novia, y lo mejor es siempre evitar este tipo de sobresaltos, sobre todo cuando tenemos por delante todo un día de celebraciones.

Como hemos señalado, a este momento no se suele invitar a amigos o familiares, en teoría es un instante que los novios tienen solo para ellos, un encuentro breve y emotivo, antes de reunirse con sus seres queridos. Sí suele contarse con la presencia del fotógrafo, que suele conseguir algunas de las instantáneas más naturales y emocionantes, puesto que no es un momento en el que se espera que los protagonistas posen, algo que sí se hace por ejemplo con los álbumes preboda.

No es raro que cada vez más parejas escojan vivir este momento de forma íntima. Sin embargo, no es aconsejable para quienes sean supersticiosos y no quieran arriesgar su felicidad futura por ver el vestido de la novia, sea clásico o adaptado a las tendencias del momento, antes de la ceremonia.