Un vestido satinado de los 40 y un velo de tul como capa: el look de novia vintage, al detalle

Lo dicen todos los expertos en protocolo nupcial: la primera norma para escoger el vestido de novia es ser fiel a una misma. No importa cuál sea tu estilo, cómo vistes en el día a día, o qué diseño llevas años idealizando, seguro que por algún rincón se esconde el traje soñado. Eso es precisamente lo que vivió y experimentó en primera persona nuestra novia protagonista. Amante de la moda vintage y propietaria de una tienda online especializada en este tipo de prendas y accesorios, la australiana Grace Corby, encontró su vestido de novia buceando por internet.

En Etsy, la shop virtual y punto de encuentro de artesanos, pequeños comerciantes y fanáticos de las antiguallas, se topó con el traje y el flechazo fue instantáneo. Tal y como relata la empresaria en su perfil de Instagram, bastaron un par de pequeñas modificaciones y el vestido, estaba listo para dar el paso más importante de su vida, casarse con su prometido, Josh.

"Vintage, por supuesto. De 1940. Un vestido en satén de seda de color champán. Lo encontré en Etsy como una posible opción y me enamoré cuando llegó", relata Grace a sus seguidores en las redes sociales. Aunque el modelo original presentaba un escote más cerrado y manga corta, la novia decidió meterle mano y cambiar la parte superior para reconvertir el vestido en un diseño con tirantes finos y cuerpo recto.

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Confeccionado, tal y como detalla Grace, con un tejido de satén de acabado hiperbrillante en un tono dorado, tanto el tejido como el propio vestido en sí, recordemos que se trata de una prenda datada en la década de los 40, crearon un espectacular contraste con el entorno donde se celebró la boda. En un paraje tropical y rodeados de vegetación, Grace y Josh pasaron de prometidos a marido y mujer. "Fue una elección increíblemente arriesgada para andar sobre un terreno pantanoso", añadió la novia.

A lo dicho ya sobre el vestido, sumamos más rasgos. Cuerpo fruncido con ballenas interiores, corte justo en la zona de las caderas, falda larga con drapeados por todo el corte y una pequeña cola. Un traje especial, difícil de defender y que, dada la fuerte personalidad de la novia, resultó ser el idóneo para ella.

El vestido satinado de los 40 que Grace encontró en Etsy pedía ser la estrella de su look nupcial y lo fue, no en vano, la forma en la que aderezó su atuendo, también es digna de mención. Colocado en el cuello y a modo de capa (una tendencia de rabiosa actualidad) que caía por la espalda, un velo de tul que, dependiendo del momento de la ceremonia, lució de dos maneras. Una, reposado en el cuello, una forma de lo más original, o dos, enroscado en su moño bajo, esta vez sí, cumpliendo su rol como velo.

En cuanto a las joyas, además de su anillo de compromiso, lució unos pendientes dorados con dibujo de ondas en tamaño XL. Tres rosas de color blanco cuidadosamente unidas y atadas con un lazo en tejido rústico, conformaron el bouquet que Grace portó en la mano el día de su enlace.

"Planificamos y ejecutamos la boda desde cero nosotros mismos, incluso ideando el estilo y elaborando los arreglos florales. Todo lo posible era vintage", seña de identidad de una novia única, singular y diferente que, tal y como mandan los expertos, fue fiel a su esencia y que marca la guía a seguir por las futuras novias. Mientras respete su identidad, el look nupcial, además de un éxito, hablará de ellas y eso, es lo más importante a tener en cuenta.