¿Cómo organizar bien una boda? Pasos fundamentales para el enlace

Siempre se habla de lo bonitas que son las bodas, una celebración del amor entre dos personas que es compartido con sus seres queridos con una gran fiesta. Sin embargo, hasta llegar a ese momento en que el novio espera a la novia en el altar mientras ella aparece con su vestido de novia por vez primera -salvo que los novios hayan optado por organizar un first look previo-, ambos se juran amor eterno y pueden comenzar las celebraciones, hay todo un camino previo que recorrer.

Muchos pasos que planear, cosas que organizar y decisiones que tomar, tanto por hacer que no es raro que resulte abrumador para muchas personas, que no tengan claro por dónde se puede empezar o cuáles son los primeros pasos a seguir. Evitar este tipo de problemas suele ser el motivo por el que se cuenta con un wedding planner, alguien que está habituado a organizar este tipo de celebraciones y puede caminar junto a la pareja durante todo el proceso. Tanto si esta es una opción, como si los protagonistas quieren hacerlo por su cuenta, hay algunos pasos fundamentales a seguir.

Elegir fecha: una boda de primavera no es igual que una de invierno, por lo que no es mala idea que los novios tengan claro cuándo quieren que sea la boda. ¿Hay una fecha que sea especial para ambos? ¿Quieren que la celebración coincida con su aniversario? ¿No les importa en absoluto y solo quieren que sea cuanto antes? Cada vez es más habitual organizar bodas en viernes o domingo, lo que resulta más barato. Todo esto puede ser clave a la hora de comenzar a organizar, pues en función del tiempo disponible será posible relajarse o habrá que comenzar a preparar una boda exprés.

El tipo de celebración: aunque la esencia es la misma, las bodas civiles y las religiosas no son iguales, por lo que habrá que decidir cómo será la boda que hay que organizar. Una vez tomada esta decisión pueden comenzar a recabar toda la documentación que es necesaria para los trámites, para ello será necesario solicitar una cita en la parroquia correspondiente o en el Registro Civil, para consultar todas las dudas que se puedan tener.

Definir un presupuesto: hacer esto desde el principio es una opción muy recomendable, pues resulta muy útil a la hora de tomar algunas decisiones. Hay determinadas opciones que dejan de serlo por no ajustarse a la cantidad que tenemos pensada gastar el gran día, así como otras que comienzan a ser más atractivas y que puede que antes no se hubieran planteado. Fijar un presupuesto ayuda a tomar decisiones realistas.

Elaborar una lista de invitados: tener claro la cantidad de gente que acudirá a la boda puede ser una forma más sencilla de encontrar más adelante un lugar ideal para la celebración, que se ajuste en tamaño a la cantidad de personas que estarán invitadas. Aunque más adelante la lista pueda sufrir modificaciones, contar con un primer borrador en el que estén los seres queridos o los amigos más cercanos, dejando fuera a toda esa gente que solo supone un compromiso y que no es necesario que esté en la boda (compañeros de trabajo, vecinos o exparejas).

Seleccionar el lugar: ¿La ceremonia va a ser en el mismo lugar que la celebración? ¿Serán dos escenarios diferentes? En ambos casos conviene tener un plan B preparado, por si las primeras opciones no están disponibles en las fechas seleccionadas. Encontrar un salón que se ajuste a lo que cada pareja necesita es más sencillo cuando se han dado los pasos anteriores, si ya hay un presupuesto y se conoce la cantidad aproximada de gente que acudirá, es más fácil establecer una lista de posibles enclaves que se ajusten a las necesidades de la pareja.

Un estilo definido: escoger una paleta de colores o seleccionar un estilo concreto para la celebración puede ser una manera de hacer más sencilla la selección de la decoración. Puede ser una boda clásica, una boda minimalista e incluso una bohemia o romántica. El estilo de los novios, sus preferencias les ayudarán a definir qué tipo de boda quieren organizar y en función de ello seleccionar el resto de detalles, para que todo siga un hilo, luzca armónico y coherente.

Los trajes de la pareja: encontrar el vestido perfecto para la novia no siempre es una tarea sencilla, tanto porque tenga muy claro qué es lo que quiere como por todo lo contrario. No es raro tener que probarse varios en diferentes lugares hasta encontrar aquel con el que se sienta cómoda, ese que produzca ese sentimiento especial que deje claro que ese es el vestido perfecto. El traje del novio también es importante, por lo que ambos deberían empezar a buscarlo cuanto antes, pues después habrá que hacer pruebas, ajustarlo…

El momento de las alianzas: no conviene olvidarse de los anillos, pues son los protagonistas de uno de los momentos más emotivos y les acompañarán el resto de sus vidas de casados. Existen tantas opciones como los novios deseen y por eso lo mejor es tomárselo con calma hasta tomar la mejor decisión, pues es una joya para toda la vida. Desde los diseños más clásicos de oro, hasta las opciones menos tradicionales de diferentes colores. ¿Quieren grabar algo en su interior? Lo más habitual es la fecha, pero la también puede ser otra cosa, como una frase que sea especial para la pareja.

Los proveedores: una vez que tenemos claros los rasgos generales de la celebración, llega el momento de buscar los proveedores ideales para llevarla a cabo: el cáterin, el fotógrafo, ¿es mejor una banda o un DJ? Hay que comenzar a decidir el menú para la celebración, así como encontrar la tarta nupcial perfecta… Todo esto conviene hacerlo con tiempo, pues no conviene olvidar que todo tiene que estar listo para la fecha señalada y que los proveedores que escojamos tienen que estar disponibles.

Algunos detalles extra: a grandes rasgos, estos son las grandes cuestiones que hay que definir para organizar una boda, pero no debemos olvidarnos de otros detalles, como las invitaciones, escoger a los padrinos y los testigos, buscar los vestidos de las damas de honor si es que hay en la celebración, encontrar la forma de sentar a los invitados en las mesas, planear la futura luna de miel… No es mala idea en estos casos contar con una detallada lista de tareas que podamos tachar con satisfacción cuando estén completadas, así como un calendario mensual que nos ayude a seguir el orden adecuado para hacerlo todo, de esta forma, organizar la boda perfecta será mucho más sencillo.