Simplicidad y elegancia, las claves para organizar una boda minimalista
Apunta los indispensables que tienes que tener en cuenta para organizar la boda minimalista de tus sueños, una tendencia nupcial que no para de cobrar fuerza
Las bodas son especiales porque son una promesa de amor eterno, pero también porque nos permiten disfrutar un poco de la esencia de la pareja que la celebra, por eso no hay dos enlaces iguales. Hay parejas que lo quieren todo, pero también están aquellas que prefieren optar por una propuesta sencilla, de corte minimalista y que enamore por sus detalles y elegancia.
En este caso poco importa si estamos planeando una boda de invierno o si lo que queremos es una boda de primavera al aire libre, pero hay algunos elementos que conviene tener presentes para que el resultado obtenido sea esa boda minimalista con la que siempre hemos soñado.
La elección de los colores y sus significados es una de las primeras decisiones que tenemos que tomar cuando empezamos a planear una boda, con permiso siempre del presupuesto fijado, que es un indispensable de cualquier celebración. Definir un presupuesto con el que nos sintamos cómodas, en el que incluyamos una pequeña parte destinada para imprevistos, puede ser una estupenda idea que nos ayudará a la hora de tomar decisiones.
Volviendo a la elección de colores, aunque pueda parecer que el blanco es la única elección disponible en un estilo minimalista, y más tratándose de una boda, lo cierto es que se puede contar con un abanico mucho más amplio. Por ejemplo, si bien lo más habitual es optar por hacer de este color el protagonista, también se suele combinar con otros tonos neutros, como beis o arena, que nos ayuden a diseñar un espacio relajante y tranquilo.
Esto no quiere decir que no podamos emplear otro tipo de colores y tonalidades, también es muy habitual recurrir a los tonos marfil, a los amarillos, malvas, rosados y, sobre todo, el verde, ayudando con este color a crear un aspecto más natural, que ayuda a crear armonía con los materiales empleados en la decoración, como el algodón, el lino, la madera o el vidrio.
Dispuestos a diseñar una boda minimalista, todos los detalles son importantes y esto incluye las invitaciones y el resto de papelería de la ceremonia. Olvídate de los relieves y los detalles sobrecargados, en este caso la sencillez y la pulcritud se convierten en los grandes protagonistas. Papeles sencillos, tipografías de líneas finas… y lo más habitual es seleccionar el blanco y el negro para realizarlas.
El resto de la decoración clásica u otras alternativas seguirán esta misma línea marcada. Escogiendo elementos sencillos, pero no por ello aburridos. Por ejemplo, en el caso de los manteles y textiles, siempre se escoge la opción lisa, huyendo de estampados y bordados, los centros de mesa también se reducen, pero no desaparecen. Pasan a ser detalles más pequeños, que acompañan, pero no eclipsan no roban la atención del resto de la sala, elementos ligeros que armonicen entre sí y con la sala.
La intención es crear un ambiente que de sensación de limpieza, de pureza y simplicidad, por eso se suelen escoger lugares cargados de personalidad, pero de paredes blancas, que acompañen con su estructura de líneas sencillas el propio diseño de la ceremonia. La luz es un detalle que no podemos olvidar en una boda minimalista, porque suelen estar muy bien iluminadas, ya sea con luz natural, como con luz artificial, con velas, lámparas o farolillos de luces blancas.
No podemos olvidar el menú, que también podremos hacer que siga la línea marcada, sobre todo en el caso de la tarta nupcial, escogiendo postres de líneas sencillas. Se suelen elegir nude cakes, también llamadas tartas desnudas, que son las que no tienen cobertura, pero también es posible optar por el fondant en un solo color. Una decoración de pequeñas flores u hojas puede ser perfecto para completar el conjunto y crear tu postre nupcial. No sirven los platos recargados, sino aquellos que juegan con las cantidades y las composiciones para construir un menú lleno de detalles.
Crear el ambiente adecuado es importante, por eso los novios suelen escoger diseños que siguen esta misma línea. Las novias minimalistas seleccionan vestidos de líneas rectas, sencillos y monocromos, habitualmente sin bordados o pedrerías, de siluetas rectas y que no tienen demasiado volumen en la falda, no es raro optar por conjuntos de pantalón. El maquillaje suele ser sencillo y muy natural, así como el peinado y los complementos, evitando elementos demasiado cargados.
Por supuesto no podemos dejar de señalar que esto son solo algunas ideas, pequeñas directrices que puedes seguir para construir la decoración minimalista y el ambiente que le acompañe, pero una boda es algo personal y por ello, que refleje la personalidad de los novios como pareja es indispensable. No temas dejarte llevar por tus gustos y deseos y construir la boda de tus sueños a tu imagen y semejanza.
Las bodas son especiales porque son una promesa de amor eterno, pero también porque nos permiten disfrutar un poco de la esencia de la pareja que la celebra, por eso no hay dos enlaces iguales. Hay parejas que lo quieren todo, pero también están aquellas que prefieren optar por una propuesta sencilla, de corte minimalista y que enamore por sus detalles y elegancia.