¿No quieres flores? Alternativas para decorar tu boda

Hay algunos elementos que siempre forman parte de la organización de una boda, pero que puede que no sean tan imprescindibles como pensamos. No hablamos del vestido de la novia, uno de los secretos mejor guardados y que suele ser una de las mayores preocupaciones de estas, encontrar ese modelo perfecto, que se ajuste a su silueta, que sea fiel a su estilo y con el que se sientan bellas todo el tiempo. En esta ocasión hablamos de las flores.

No hay boda romántica que se precie que no esté bañada en flores, es lo que se usa para hablar sin palabras con el ramo, escogiendo determinados tipos para prometerse amor eterno o jurarse respeto y fidelidad. Las vemos en el ramo de la novia o en la solapa del novio, pero también en el camino hacia el altar, en el lugar escogido para la celebración, decorando los centros de mesa… parece que no existen más posibilidades, pero ¿qué pasa si no queremos flores en la boda?

Hay muchos motivos para no escoger esta opción, desde las médicas, no parece una buena idea que un novio o una novia alérgica a las flores esté rodeado por ellas en su gran día, hasta las estilísticas, a pesar de su belleza, los gustos de las personas difieren y no para todo el mundo son la elección ideal. Por supuesto también existe la posibilidad de no tener un motivo, pero querer una boda única y diferente, por suerte hay varias opciones por las que podemos apostar.

Si lo que buscamos es romanticismo podemos encontrar en la iluminación nuestro mejor aliado. En lugar de adornar con flores, podemos hacerlo con farolillos, guirnaldas o velas, creando ese ambiente agradable y cálido con la iluminación que desprenden. No solo lograrás un espacio original y diferente, también mágico porque, con la caída de la tarde, toda la fiesta quedará iluminada con pequeños puntos de luz que, como estrellas o luciérnagas, nos invitan a soñar.

Como hemos señalado, una boda también es una fiesta, por lo que puede que prefieras potenciar este aspecto de la celebración escogiendo los globos como elemento principal de decoración. Los puedes encontrar de muchos tamaños, pero también de todos los colores que puedas imaginar, haciendo que sea más sencillo escoger la paleta cromática ideal para tu boda. Divertidos, fáciles de conseguir y perfectos para lograr un ambiente más distendido.

Tanto si pretendes que tu boda tenga un toque de cabaret como si lo que quieres es sumarle un punto de sofisticación, apuesta por las plumas. Con ellas puedes lograr una maravillosa decoración, cargada de elegancia y estilo, en solitario o añadiendo algunos elementos extra si buscas un toque más dramático, por ejemplo incorporando también collares de perlas. No hay duda de que será una boda sorprendente.

Puede que las flores no sean lo tuyo, pero eso no quiere decir que tengas que renunciar a la naturaleza. Puedes escoger muchos otros elementos que son igualmente inspiradores, como frutas de temporada, algunos vegetales, troncos de árboles… puedes contar con todos estos elementos para construir una estética única y de ensueño.

Por supuesto hay otros muchos elementos que podemos emplear para decorar una boda y que nada tienen que ver con las flores, como los botes de cristal, complementos antiguos como maletas o cestas, pizarras o carteles para crear ambiente y animar a los invitados, decoración hecha con papel, como pompones, o se puede decorar con libros, si los protagonistas del enlace son amantes de la lectura. No hay límites para crear una boda diferente si no tenemos miedo de saltarnos algunas tradiciones.