Psicología del color: conoce el significado de estos colores antes de elegirlos para tu boda

En las bodas hay muchas decisiones que tomar y no todas son sencillas. Una de las más complicadas suele ser encontrar el vestido de novia perfecto, ese que se ajuste a nuestra silueta, que sea de nuestro estilo, que nos haga sentir cómodas, guapas y elegantes, pero tampoco es fácil escoger los el diseño y color para las invitaciones de boda o la decoración.

Hay quienes lo tienen muy claro, tienen un color preferido, el que les apasiona y por el que sienten debilidad desde siempre y eso es ideal para comenzar a diseñar a su alrededor todos los elementos que conformarán la decoración del evento, pero si no es tu caso, antes de escoger cualquiera, te recomendamos poner atención a su significado y los sentimientos que pueden potenciar escogiendo uno u otro color.

Conviene señalar que la psicología del color, el análisis de los sentimientos y emociones que los colores despiertan en nosotros, no es una ciencia exacta, al final habla de sentimientos y emociones y esto en cada persona puede ser diferente. Sin embargo puede resultarnos muy útil para hacernos una idea de las asociaciones más habituales que estos colores tienen, haciendo más sencillo que nuestra boda transmita lo que queremos.

Por ejemplo, si queremos un enlace en el que el romanticismo, la inocencia y el amor sean protagonistas, seguramente nos interese apostar por los rosas, un color que también se asocia con la feminidad, el encanto y la dulzura. Una buena idea es hacerlo combinando diferentes tonalidades, sobre todo en las flores, que también tienen su propio lenguaje, y centros de mesa, obtendrás estupendos resultados si lo combinas con colores claros.

Las bodas más tradicionales seguramente estén llenas de blanco, el color asociado a estas celebraciones de forma habitual y prueba de ello son los vestidos de novia. Se considera el color de la pureza y la inocencia, pero también es un color elegante, fresco y honesto, siempre tienen un efecto positivo en cualquier decoración. Siempre es buena idea acompañarlo de detalles coloridos, para que no de sensación de ser un ambiente frío.

El rojo, por ejemplo, es un color emocionalmente intenso, por lo que suele emplearse para enfatizar algunos detalles, no conviene sobrecargar la decoración con este tono porque puede llegar a resultar demasiado empachoso. No lo descartes completamente, porque es un color que asociamos con la pasión y el amor, la energía y la fuerza, por lo que puedes incorporarlo de forma sutil, en los lazos de las sillas o con unas flores de este color.

Asociado con el cielo y el mar, el azul nos transmite calma y tranquilidad, pero también representa la fidelidad, la confianza y la estabilidad, por lo que su presencia en las bodas siempre es bien recibida. Armonía y honestidad, se usa mucho en las bodas de gala combinándolo con plateados y dorados. Tiene efectos anestésicos según los estudios de psicología del color, por lo que será mejor mantenerlo alejado de la pista de baile, donde se espera que todo el mundo esté animado y disfrutando de la fiesta.

El verde es el color de la naturaleza, por eso es muy usado en las bodas boho, en las que este tipo de ambientes adquiere un gran protagonismo. Eso sí, hay que usarlo con precaución porque ya lo encontramos en plantas, césped, árboles… por lo que no conviene sobrecargar la decoración. Simboliza el crecimiento, la frescura y la fertilidad y nos transporta a ambientes llenos de equilibrio y serenidad.

El amarillo es alegre y optimista, se conecta con la luz interior y se asocia con la felicidad y la energía, por lo que suelen emplearlos aquellos que busquen una fiesta llena de estos sentimientos. Sin embargo no todo es bueno, el color amarillo también se asocia con los celos, la envidia y el egoísmo, por lo que no es raro que mucha gente opte por una tonalidad parecida, pero con la que conseguimos un efecto muy distinto: el dorado. Lo asociamos con el poder y la fama, pero también con el sol, la abundancia y la belleza.

Hay muchos más que podemos seleccionar para crear la paleta de nuestra boda basándonos en la psicología del color, como el naranja, que es positivo y alegre, el violeta, que transmite pureza, e incluso el negro, elegante y misterioso. Solo tendremos que combinarlos de tal forma que el resultado sea el reflejo de ese sentimiento que queremos compartir con nuestros invitados, a los que no nos cansamos de sorprender, incluso haciendo una entrada triunfal.