La nueva colección de vestidos de novia de la firma sevillana que viste a Letizia y Leonor

Confesó Ana García, la fundadora de la marca Cherubina, en una entrevista para Vanitatis que "la creatividad siempre me acompañó desde niña y aunque en un principio me decidí por opositar a la carrera judicial y fiscal, acabé redirigiendo mi camino hacia uno totalmente distinto, la moda. A priori, como un pasatiempo, diseñaba bolsos y bisutería que regalaba a mis amigas. Al poco descubrí una nueva pasión: la sombrerería". Una aventura que arrancó con tocados y que desembocó en una marca de moda global para la mujer que cuelga en el armario de la reina Letizia y la princesa Leonor. Nos visten para ir de boda como invitadas, cómodas y cool para el día a día, y si así lo deseas, hasta idear tu traje de novia. "Hoy en día las novias prefieren diseños más exclusivos para su gran día", argumentó la sevillana.

Con esa premisa como motor de su trabajo y un ADN marcado, recordemos que en su marca conviven por igual valores como la artesanía, la delicadeza, los bordados, la elegancia y un misterioso aire retro, sus vestidos de novia se identifican a vista de pájaro. Ahora, la marca presenta su nueva línea prêt-à-porter y, te lo avanzamos, es de flechazo instantáneo.

Bautizada como La Bonne Etoile, que traducido del francés significa 'la buena estrella', en ella se esconden 14 trajes nupciales y 5 accesorios multiusos que permiten dar un vuelco a la imagen de la novia sin necesidad de cambiar de look. "Para mí, tener buena estrella va más allá de la suerte. Es una creencia en la idea de que el destino puede estar a nuestro favor, guiándonos hacia los momentos más bonitos de una vida", explica la diseñadora. Esa estrella es la que ayudó a Ana García a recalar en el vestidor de la Casa Real.

Suyos son, entre otros diseños, el vestido bicolor con estampado de topos que Letizia estrenó allá por 2019 en Londres, cuando la reina Isabel II condecoró al rey Felipe con la Orden de la Jarretera, o el conjunto de dos prendas en verde esmeralda que la heredera al trono llevó en los Premios Princesa de Girona.

Volviendo a la colección en clave nupcial que la sevillana acaba de lanzar, cada pieza tiene la posibilidad de hacerse única, sumando al vestido un adorno romántico, elegante, ligero e incluso con un aire retro. "Siempre he pensado que cada persona tiene un camino trazado, pero que está en cada uno tener buena estrella". Inspirada en esta premisa, presenta la línea más personal creada en su atelier hasta la fecha. Un taller con sede central en Sevilla, en la calle Muñoz Olivé, 7, y una reciente sucursal en Madrid, ubicada en la calle Hermosilla, 8.

Como tejidos aliados, crepé satén, lino y algodón, bordados mates de gran y medio tamaño, tules bordados, juegos de satén y mates, plumetis con formas geométricas, bambulas, gasas volátiles y organza de cristal mate. Una serie de tejidos livianos que dan sensación de ligereza, movimiento y fluidez en vestidos, capas y sobrefaldas para, en palabras de la marca, "conseguir looks mucho más etéreos y versátiles".

La silueta clave es el escote cuadrado entallado, con detalles de pinzas diagonales y con vuelo en el bajo de la falda. En la parte superior, escote halter, cuellos en V y aberturas en las espaldas. Destacan los hombros predominantes con detalles para prestar atención en la zona superior del traje. El repertorio de prendas se concluye con blusas superpuestas a los vestidos, tops envolventes con grandes lazadas, chalecos largos con cola y también mangas ablusadas y de farol.

Los velos toman especial importancia en La Bonne Etoile y se bordan con estrellas negras a contraste, una de las señas de identidad de la marca. Para ello, Ana García ha creado a mano una serie de tocados minimalistas con aire medieval, poniendo especial hincapié en piezas con cadenas y piedras para cubrir el peinado de la novia.

"Las novias Cherubina son mujeres que tienen muy claro quiénes son y cómo quieren vestirse el día de su boda. Buscan en cada pieza su propia esencia. Son elegantes, sofisticadas y muy románticas, con un estilo sencillo, pero que apuestan por detalles originales", relató la creadora a Vanitatis. En resumen, trajes de líneas femeninas, con cortes clásicos y favorecedores, pero actualizados, algo de inspiración vintage y el contraste blanco y negro como insignia de la casa.