¿Quieres reutilizar el vestido de novia de tu madre para tu boda? Una diseñadora nos cuenta cómo

En algún momento de nuestras vidas, todas las mujeres hemos fantaseado con llevar el vestido de novia de nuestra madre. Como referente femenino desde la infancia, es obvio que las madres ejercen una la influencia de estilo directa en nuestro armario. Heredamos su forma de entender el universo moda y también piezas físicas, prendas y complementos que pasan de generación en generación como objetos de un valor sentimental y material incalculable. Entre esas piezas puede estar el vestido de novia con el que tu madre pronunció el 'sí, quiero'.

Hablamos de trajes de alta calidad en materia de tejidos y confección, diseños que perduran en el tiempo y que sus novias originales han conservado en perfecto estado durante décadas. De ese sueño que tienes de niña de imaginarte casándote y llevando tú el traje que escogió tu madre surge este artículo. ¿Cómo reutilizar ese vestido para tu boda? La diseñadora Inés Martín Alcalde tiene todas las respuestas.

"Lo primero es hablar con la novia, que me ponga un poco en situación: cómo va a ser su boda, sus gustos... Y sobre eso ya vemos la transformación del vestido juntas. Cada traje es un reto, pero para mí es lo más divertido que hay", explica la creadora.

Con ese trabajo de investigación previo, y al menos seis meses antes de la boda, comprobar, tocar y valorar el estado del vestido es fundamental. "Tengo que ver si la tela está pasada o no después estudiar el cuerpo de la novia y tras eso ya sabemos cómo acometer la restauración del vestido. Para no tocar el vestido, antes de descoserlo le pruebo una toile y con ese boceto como base vemos escotes y formas antes de pasarlo al tejido original".

Readaptar un traje de novia antiguo, una de las grandes pasiones de Martín Alcalde, "es mi momento favorito, no hay cosa que más me guste que transformar piezas antiguas con valor sentimental", y un trabajo que cambia el rumbo habitual del taller: "Se trata como una obra de arte, aunque realmente para mí todos los vestidos son obras de arte, por eso nunca salen de mi taller, se hacen desde cero aquí, dentro del atelier ubicado en la calle Claudio Coello".

En estos casos prima el hecho de readaptar e intentar dentro de lo posible y con los deseos de la novia, nunca modificar. "Intento siempre respetar la esencia del vestido, pero hay veces que las novias solo quieren utilizar partes del vestido y tengo que modificar. Ahora estoy ajustando uno de Balenciaga y en vez de cortar las costuras, lo que hago es que no meto todo para no tocar el arte del maestro". Otro caso reciente es el vestido de novia de María, un modelo que, tomando el traje con el que se casó su madre, la modista actualizó para su boda y que nos ha enseñado vía Instagram.

Sea cual sea la intención de la novia, al final consigue hacer el traje suyo. ¿El secreto? "Mucha comunicación con la diseñadora y siempre intentar sacar a flote su personalidad". Una vez que el proceso ha concluido y el vestido está listo para desfilar hacia el altar, Inés Martín Alcalde siente "mucha emoción y satisfacción, me rechifla rediseñar vestidos y piezas antiguas".

Concluimos preguntándole a la diseñadora qué es más complicado, ¿readaptar un vestido de novia o crear uno nuevo desde cero? "Es mucho más difícil readaptar un vestido antiguo, pero mucho más, porque uno nuevo se idea, patrona y se cose. A uno antiguo tienes que romperte la cabeza en adaptarlo de forma perfecta, se tiene que repatronar y a la hora de coser es mucho más delicado".