El original vestido de novia de Mercedes Márquez para su boda en Madrid, con invitados de la aristocracia y la élite

Mercedes Márquez Garralda e Ignacio Lizarraga Oscoz ya son marido y mujer. Tal y como adelantó Vanitatis, la sobrina del presidente de Mutua Madrileña y marquesa de Montefuerte contrajo matrimonio junto al financiero en una boda en Madrid que reunió a parte de la aristocracia y la élite empresarial. Celebrada en dos actos: primero, una ceremonia religiosa en la parroquia de los Sagrados Corazones, situada en el barrio de Chamartín, cerca de la exclusiva zona residencial de paseo de la Habana, y segundo, una celebración de día en un chalé privado en Puerta de Hierro.

Puntual, la novia y fundadora de la empresa de branding Avellana Studio llegó al templo en compañía de su madre, la galerista y restauradora Pilar Garralda Ruiz de Velasco (recordemos que fue en 1999 cuando José Joaquín Márquez y Ulloa, quien fuera duque de Grimaldi y conde de las Quemadas, y padre de Mercedes, falleció). Minutos antes, hizo lo propio el novio, el financiero Ignacio Lizarraga Oscoz, junto a su progenitora, que cumplió con el rol de madrina.

Sin salirse del 'dress code' habitual marcado en las bodas de la élite, Lizarraga Oscoz apostó por el clásico chaqué para vestir el día de su boda, combinado con un chaleco de doble botonadura en beis claro con camisa blanca y corbata azul marino con topos blancos. La madre del novio optó por un elegante vestido largo de color azul intenso con cuerpo ablusado de manga larga, corte en la cintura y falda en línea A. Como joyas, unos pendientes de diamantes tipo dormilonas y un collar de perlas con varias vueltas.

Decorada con cestos de mimbre y vegetación verde a la entrada, por la puerta de la iglesia comenzaron a presentarse invitados como Alonso Aznar, hijo de José María Aznar y Ana Botella, la eurodiputada y exministra de Educación Pilar del Castillo o la nieta de la que fuera duquesa de Alba, Brianda Fitz-James Stuart, acompañada de su pareja, Francisco Javier Lozano Oroz.

Llegó el momento más esperado: la aparición de la novia. Lo ya avanzando, Mercedes Márquez salió del coche junto a su madre y, de su brazo, subió la pequeña escalinata que da acceso al templo para encontrarse con su prometido.

Para el gran día en la vida de su hija, Pilar Garralda Ruiz de Velasco lució un atuendo en clave boho-chic. Conformado por dos piezas, un vestido en color crema con escote redondo y detalle en pico, pliegue frontal en la falda y flores de algodón pintadas en la parte inferior y un caftán de terciopelo en color verde caza, completó el look con unos guantes de piel a tono con el vestido y un bolso de mano del mismo color que la pieza de abrigo. Unos pendientes de perlas con diamantes, un collar también de perlas y un broche joya en la solapa pusieron el broche a su look.

Muy original fue el look nupcial elegido por la marquesa de Montefuerte. Rehusando lucir los cánones clásicos, Mercedes se enfundó en un vestido de novia satinado, sin cola, ni velo, ni grandes estructuras. De silueta relajada y fabricado con un tejido de satén en blanco roto, la novia irradió personalidad por los cuatro costados.

La parte superior del traje simulaba ser una chaqueta con cuello caído rematado con solapas, manga larga, cierre lateral con tres minibotones y una flor en 3D con costuras deshilachadas decorando uno de los lados en la pechera. Debajo de esta pieza, se asomaba un vestido de escote en pico en un tejido de acabado brillante y que continuaba con la falda ligera y en movimiento que protagonizó su traje de novia. De largo midi, la novia dejó al descubierto su calzado: unos salones en azul Klein con corte de ante.

Como ramo, un pequeño bouquet de calas blancas atados con un lazo de terciopelo verde. Como joyas, dejó a los pendientes brillar con un par largo con flecos de pedrería y brillantes. En cuanto al beauty look, un maquillaje natural, su melena larga completamente suelta con una raya lateral y manicura en rojo.