Vestidos de novia de satén: sofisticación en clave retro para dar el 'sí, quiero'
Envueltos en una magia especial, los vestidos de novia confeccionados con tejidos satinados desfilan camino al altar como nueva tendencia nupcial
A priori, la desaparecida Carolyn Bessette, la royal Sassa de Osma y la modelo Hailey Bieber, no tienen nada en común. Diferentes generaciones, diferentes entornos sociales y diferentes profesiones, pues existe un nexo común que conecta a estas mujeres: las tres escogieron un vestido de satén para sus bodas. La primera, esposa de John F. Kennedy Jr., lució en 1996 el clásico 'slip dress' versión nupcial; la segunda, mujer del príncipe Christian de Hannover, uno de corte lencero como segundo look, y la tercera, pareja del cantante Justin Bieber, un atrevido modelo con abertura en la falda para la fiesta de su boda.
Curiosamente, esta temporada, esos vestidos de novia satinados que Carolyn, Sassa y Hailey lucieron, son tendencia. El diseño es lo de menos y en la variedad está el gusto, mientras esté confeccionado con un tejido de satén brillante, será una apuesta de moda segura para dar el 'sí, quiero' en 2023.
Una corriente que diseñadores de peso en el mundillo de las novias, como son Alejandra Oria, Tamara Vázquez de Romancera, Jorge Redondo de Redondo Brand o Castellar Granados, recogen, interpretan y por ende, confirman la premisa en sus nuevas colecciones.
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Envueltos en una magia estética especial, siempre sofisticados y dotados de una esencia retro, no cabe duda de que los vestidos de novia en tejidos satinados desfilan ya camino al altar como última tendencia nupcial.
Superan incluso esa anquilosada imagen que los relaciona directamente con los 'slip dress' de los 90 que popularizaron celebs como la modelo Kate Moss o la actriz Jennifer Aniston, y en su nuevo rol de vestir a las novias adquieren una dimensión insólita. En otras palabras, en el terreno de las bodas, un vestido satén no debe cumplir de manera obligatoria con ese patrón lencero. El tejido es protagonista y no la silueta.
Tradicionalmente asociados a una línea de diseño minimalista, lo ya apuntado, para novias, los trajes abandonan esa silueta lánguida con caída para decir sí a los detalles más trendy del momento. Es en este punto cuando las mangas abullonadas, las costuras drapeadas, los volantes, las colas kilométricas y si, por supuesto, las faldas voluminosas, transforman estos materiales al servicio de esas novias diferentes y rompedoras. Si así lo deseas, no tiene por qué ser ligero y volátil, un vestido satinado puede ser corpulento y estructurado.
El patronaje base y la confección de calidad, muy minuciosa y cuidando cada detalle, son básicos para que el vestido con este tejido siente bien, no se pegue y permita a la novia moverse con soltura durante toda la celebración.
Abren también un pequeño abanico cromático: el blanco no es el único color y cede espacio a otros tonos como el champán, el beis (siempre brillante) y en general, la gama de los nude.
En este renovado manual de uso y disfrute para novias, el satén permite la fusión con materiales antagónicos y fruto de esas combinaciones, brotan modelos que logran cautivar a simple vista.
Para accesorizar estos trajes nupciales satinados, la tónica general de las novias que ya han dicho sí en sus bodas, incluyen velo de tul, hay incluso una fuerte apuesta por volver a cubrir el rostro con el velo como gesto tradicional; un pequeño ramo que cromáticamente no rompa con el tono del tejido, joyas con cierto misterio vintage y zapatos de tacón.
En cualquier caso, la estampa final de la novia nos teletransporta a otra época, a esas novias vintage que más de 2022, parecen sacadas de un enlace del pasado y que derrochan personalidad a raudales.
A priori, la desaparecida Carolyn Bessette, la royal Sassa de Osma y la modelo Hailey Bieber, no tienen nada en común. Diferentes generaciones, diferentes entornos sociales y diferentes profesiones, pues existe un nexo común que conecta a estas mujeres: las tres escogieron un vestido de satén para sus bodas. La primera, esposa de John F. Kennedy Jr., lució en 1996 el clásico 'slip dress' versión nupcial; la segunda, mujer del príncipe Christian de Hannover, uno de corte lencero como segundo look, y la tercera, pareja del cantante Justin Bieber, un atrevido modelo con abertura en la falda para la fiesta de su boda.