Vuelven las novias veladas: el significado de esta romántica tendencia nupcial e ideas para llevarla

A pesar de que las tendencias de moda no cesan de colarse en el universo nupcial -como los vestidos con escote Bardot, los destellos a todo color para romper con el blanco o los trajes desmontables-, la tradición también ha recuperado su lugar en el armario de la novia. Así hemos visto como los zapatos clásicos, los ramos de peonías y las mantillas, por poner algunos ejemplos, son igual de habituales que otros guiños de moda y que, a diferencia de esas grandes corrientes, están envueltas en un halo de romanticismo que otorga una imagen especial a la protagonista.

Las novias veladas están de vuelta: de influencers todopoderosas a otras a anónimas, todas han retomado esta tradición hasta el punto de, precisamente, convertirla en tendencia nupcial. Capaces de dotar de una imagen retro a la mujer que camina con paso firme hacia el altar y un velo cubriendo su rostro, si te casas y estás pensando en sumarte, aquí encontrarás una buena clase de inspiración y todos los consejos que necesitas para lucirlo bien.

El significado

La novia velada es aquella que el día de su boda decide entrar a la ceremonia con la cara cubierta por el velo, normalmente confeccionado en un tejido de tul semitransparente. Para que esto suceda, el velo debe constar de dos capas, una que pueda ponerse al frente y otra que pueda ir por detrás, y así ser acomodado de forma estratégica para poder llevar una parte al frente.

Su origen en las ceremonias religiosas se remonta al siglo XIX, cuando cubrir el rostro de la novia era una tradición más bien obligatoria, ya que su uso simboliza la virginidad y la pureza de la novia.

Inspiración e ideas

Convencida de que es lo tuyo, lo primero que debes tener en cuenta es el material del velo. Tejidos ligeros, fluidos y, por supuesto, semitransparentes como el tul, la organza, la gasa o el plumeti son los idóneos. Tapar, pero sin ocultar y dejando entrever la cara, esa es la misión del velo cubriente.

Para no fallar y rendirte ante esta antigua tradición, elige uno sencillo y sin mucha opacidad. Como te hemos adelantado, el objetivo es conseguir que brilles con cierto aire de misterio y elegancia; eso sí, nunca tapar tu rostro al completo.

La longitud, más corto rozando los hombros, midi envolviendo el traje de novia o largo, equiparado al bajo del vestido y de la cola, depende de tu altura. Mujeres de menos de 1,60 centímetros se verán más estilizadas con los dos primeros, y el resto podrá optar por la medida maxi. En este punto, el asesoramiento de los expertos, estilistas y diseñadores nupciales es clave para bordar la puesta en escena final.

Si en la parte delantera el velo te llega por la cintura, haz como la modelo e influencer Marta Lozano y no olvides colocar el ramo justo entre el velo y el vestido. Así la tela no se te pegará demasiado al rostro y evitarás la sensación de agobio, sobre todo si el enlace está enclavado en épocas de primavera y verano.

Salvo excepciones, el cabello recogido, bien por completo en una coleta o en un moño, o bien en formato semi, es la tónica general entre las novias que optan por este tipo de velos para la ceremonia religiosa, donde es adecuado llevarlo. Un accesorio antiguo que se luce desde el coche y que se mantiene colocado hasta el momento del 'sí, quiero', cuando se retira la capa delantera para contemplar el rostro de la novia al completo.

Mención especial para el maquillaje. Inclínate por los tonos suaves y mates, sobre todo en los labios para evitar manchar el velo antes del comienzo de la ceremonia. Aunque tu estilo personal siempre debe estar reflejado en la imagen final, la naturalidad prima en estos casos.

Como si de un complemento de tendencia en sí mismo se tratase, las novias veladas que se agolpan en las redes sociales han escogido los pendientes largos de perlas y pedrería como joya nupcial principal. No es de extrañar, estas piezas delicadas de estética vintage destacan por debajo del velo y ayudan a deslumbrar antes del destape.

Para ir concluyendo. Los velos que tapan el rostro, o también llamados velos cubrientes, son una prueba más de que las nuevas tendencias nupciales recuperan las raíces para convertirse en una moda más que duradera. Lo cierto es que pocos instantes en una boda son tan especiales como el que protagonizan los novios cuando él retira el velo de la cara de ella. Un recuerdo imborrable que permanecerá para siempre en vuestra memoria y en la de los invitados.