Recordamos los vestidos de novia de Sassa de Osma, tres años después de su boda

Ya han pasado tres años desde que el príncipe Christian de Hannover, hijo de Ernesto y Chantal Hochuli, se casaba con la it girl peruana y estrella del panorama patrio Alessandra de Osma. El pasado 12 de julio se convertían en padres de mellizos, Nicolás y Sofía. Su vida ha cambiado completamente desde que todos los ojos de los medios españoles (e internacionales) se fijaron en el evento que iba a suceder en Lima (Perú). Tres años en los que esta pareja, asentados en Madrid desde que eran novios, han disfrutado de una vida discreta y apacible en España.

Queremos recordar los dos grandes vestidos de su boda andina, los dos looks que eligió para poner la guinda a una relación alejada del ruido mediático.

A más de 9.503 kilómetros de distancia, la pareja del momento celebraba por todo lo alto una boda de tres días en la que Sassa se vistió dos veces de blanco. Dos estilos radicalmente diferentes que aún inspiran a muchas novias y que completaba con el vestido que usó varias semanas antes para casarse durante la primera ceremonia, la civil. Todo un derroche estilístico digno de analizar de nuevo.

Fiesta preboda

Si uno brilló fue el de la fiesta preboda: un slip dress blanco roto que combinó con pendientes de Suárez de brillantes y esmeraldas y una vistosa diadema floral (que presagiaba cómo sería la del día siguiente) que nos dejó sin palabras y con muchas ganas de casarnos igual. Un diseño sexy, veraniego y juvenil que estilizaba su figura y la convertía en la princesa más arriesgada a la hora de vestirse de 'novia'.

Christian y Sassa celebraron su preboda con una cena la noche antes del enlace en el restaurante Osaka, una fiesta donde el encargado de amenizar la velada fue Julio Santo Domingo III, el hermano de la mujer de Andrea Casiraghi.

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El vestido

Ahora sí, nada que ver con el despliegue estilístico y de joyas que lució al día siguiente, durante la ceremonia religiosa en el corazón de Lima. La novia se decantó por un vestido de corte clásico realizado en chantillí rebordado y gazar de seda doble, cuerpo transparente en bustier de escote corazón, manga larga, cintura marcada y botonadura en la espalda confeccionado por Jorge Vázquez.

Un diseño rematado con una esperadísima larga cola que sujetaban Alexandra de Hannover, cuñada de Sassa, y Alejandra de la Puente, quien ya actuó como testigo en su boda civil celebrada en Londres en enero. Un diseño de lo más elaborado para el que se emplearon cerca de 600 horas de taller y bordadores para culminar la creación.

¿La anécdota? El vestido llegó por los pelos a Lima tras perder la encargada de llevarlo hasta allí el vuelo que tenía previsto. Finalmente, se alinearon los astros y calmando el susto inicial, el diseño llegó sano y salvo la noche antes de la boda, para que Sassa lo luciera en su gran día.

Remató el look con una impresionante diadema de la casa Hannover. Y es que, aunque Alessandra tenía a disposición las dos diademas que forman parte del joyero de su familia política, finalmente se decantó por la floral para coronar su peinado, un elaborado moño bajo que sujetaba también el velo. Una joya realizada en platino y diamantes que representa motivos florales y que data del siglo XIX, aunque se desconoce su procedencia.

Sassa quiso ser minimalista con las joyas dejando todo el protagonismo a la gran tiara floral y eligió unos discretos pendientes de diamantes de talla redonda de Suárez, la firma de la que Alessandra era embajadora por aquel entonces y que diseñaron especialmente para ella.

Ceremonia civil

En enero, unos meses antes, Sassa y Christian se casaron en Londres en una ceremonia civil para la que la novia tuvo clara la elección desde el principio. Para la ocasión, se decantó por el look 33 de la colección prêt-à-porter para otoño-invierno de Chanel. Una apuesta segura donde las haya con guiño incluido a Carolina de Mónaco.

El look consistió en un atemporal abrigo de tweed de lana crudo con bordados de la firma francesa y pantalón corto en blanco hielo y hueso. Aunque era exactamente igual al que vimos sobre la pasarela, tuvo el detalle de sustituir las botas altas de purpurina con puntera de charol que desfilaron por unos zapatos que se adaptaban más a la situación: unos salones de Aquazzura. La rumorología dice que la firma le prestó el look a través de la estilista Cristina Reyes, que comparte con Isabel Preysler e hijas, aunque nunca nadie ha resuelto la duda.

Y vosotros, ¿con cuál os quedáis?

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