Javier Delafuente, el diseñador que conquista a novias y madrinas: "No solo hago vestidos, también vivimos historias muy bellas"

El vestido de novia para su hermana fue la primera piedra en el camino de Javier Delafuente como diseñador nupcial. Corría el año 1994 y "aunque no tenía mi propio taller en ese momento, trabajé en el atelier de una conocida y me animé a dirigirlo para construir el vestido de mi hermana. Fue toda una osadía por mi parte, pero afortunadamente, el resultado fue precioso", cuenta el malagueño. Después, y ya con su taller en Madrid, se enfrascó en el traje de novia de su mejor amiga. Dos diseños que marcarían su inicio, su rumbo y su trabajo en la industria de la moda.

Hoy, más de tres décadas después, conquista por igual a novias, madrinas, 'madres de' e invitadas de boda. Lo hace con una basada en el trabajo artesanal, la exclusividad y los tejidos de gran calidad, y por algo más que vestidos, "también vivimos historias muy bellas", declara el creador de Antequera. El próximo jueves 24 de abril, Javier atenderá a sus clientas y dará a conocer su nueva colección cápsula, 'La solté y salió volando', en un pop-up que celebrará en el Hotel Santo Mauro de Madrid. Vanitatis se ha adelantando a ese encuentro y habla con el diseñador para descubrir que esconde su universo creativo.

PREGUNTA. ¿Cuál es tu filosofía y máximas de trabajo?

RESPUESTA. Mi filosofía de trabajo es la de un taller artesanal tradicional donde promovemos la producción local y valoramos la mano de obra especializada. Para mí, es fundamental buscar la excelencia en todo lo que hacemos. Contamos con un equipo fabuloso que funciona como un engranaje perfecto, donde cada profesional aporta su habilidad artesanal para crear vestidos únicos, especialmente para novias. Utilizamos tejidos de alta calidad provenientes de países con industrias sostenibles reconocidas, como España, Italia y Japón. Todo nuestro proceso es completamente a mano y personalizado, mimándolo y perfeccionándolo desde el boceto del diseño hasta el final, pasando por todas y cada una de las pertinentes pruebas. Lo que buscamos es resaltar la belleza y la personalidad de cada cliente.

P. ¿Qué rasgos diferencian a tus diseños? ¿Cuál es su alma?

R. Mis diseños de novia se caracterizan por ser muy limpios y sencillos en su concepción, ya que creo que la verdadera belleza radica en la mezcla de tejidos y en el corte preciso de las telas. Esto permite resaltar la silueta y, sobre todo, la personalidad de cada novia. Para mí, los adornos innecesarios pueden ocultar la verdadera maestría en el corte. Los vestidos de novia están diseñados para potenciar la personalidad y la belleza de quien los lleva, brindando seguridad y elegancia.

P. ¿Qué sientes al ver a una mujer vestida de novia con uno de tus modelos?

R. El primer sentimiento que me viene a la mente cada vez que veo a una de nuestras novias es la incredulidad de haber creado algo tan hermoso. Disfrutamos mucho el momento final, ya que para nosotros es como el debut de algo que hemos cuidado con tanto esmero. Aunque no podamos estar presentes en ese momento, verlo desde la distancia, sin el análisis constante de lo que podríamos mejorar, desde esa perspectiva, es cuando realmente lo disfrutamos. Es un momento muy especial para nosotros.

P. Cuéntanos tus inicios, ¿cómo llegaste hasta el mundo nupcial?

R. Mis inicios fueron en Madrid, donde me trasladé para estudiar en el Centro Superior de Diseño de Moda de Madrid. Tuve la suerte de cursar una asignatura llamada 'La Cátedra Balenciaga', donde primeras oficialas de la casa Balenciaga nos enseñaban técnicas de alta costura y nos educaban para entender la costura en profundidad. Con esa inquietud, me lancé a crear mi primer vestido de novia para mi hermana, que resultó espectacular, en parte, porque ella es una mujer bellísima. Aunque no tenía mi propio taller en ese momento, trabajé en el taller de una conocida y me animé a dirigirlo para hacer el vestido. Fue un auténtico éxito. Cuando me asaltaban las dudas, me consolaba pensar que cualquier pequeño defecto quedaría eclipsado con la belleza de mi hermana y esto me animó a intentarlo. Fue toda una osadía por mi parte, pero afortunadamente, el resultado fue precioso. Poco después, diseñé el vestido de novia para mi mejor amiga de la infancia, que se casó en la Catedral de Granada. En aquel momento, ya tenía mi propio taller, pero los comienzos fueron difíciles. Nos quedábamos sin dormir las noches que hicieran falta para tener el vestido listo a tiempo, y fue un momento maravilloso. Desde entonces, hemos seguido creando vestidos para muchas novias, todos y cada uno maravillosos y diferentes, y como siempre digo, no solo hacemos vestidos, sino que vivimos bellas historias.

P. ¿Qué crees que buscan las novias hoy en día?

R. Pienso que las novias de hoy buscan diferenciarse, mostrar su personalidad y seguridad, con un estilo propio más allá de modas y tendencias. Valoran la comodidad, la versatilidad y la autenticidad en sus vestidos.

P. En concreto, ¿cómo son las novias que acuden a tu taller?

R. Así son las novias que vienen a mi taller, buscan autenticidad y diferenciación, alguien que las entiendan y les ayude a darle forma y hacer realidad sus sueños. Les inspiramos y aportamos confianza y seguridad en la confección, exclusividad, elegancia y un valor añadido en cada diseño.

P. ¿Cuál es el vestido de novia más especial que has diseñado?

R. Cada vestido ha sido especial, podría hablar de todos y cada uno de ellos, pero uno particularmente memorable fue el que le hicimos a Gloria Figaredo, diseñado en plena pandemia. En aquellas circunstancias, la mezcla de tejidos, la simplicidad del diseño y el contraste de texturas lo hicieron espectacular, un verdadero soplo de aire fresco y esperanza. Se volvió viral y marcó un punto de inflexión para nosotros.

P. ¿Qué vestido de novia icónica te hubiera gustado crear?

R. Sin duda el icónico diseño futurista de Cristóbal Balenciaga de 1967. Destaco su simplicidad, el corte perfecto y el uso del tejido exclusivo gazar de seda. Resume perfectamente su concepto del volumen y maestría en el corte. Me encantaría reinterpretarlo con un toque contemporáneo.

P. ¿En qué momento crees que se encuentra el sector de la moda nupcial? ¿Y las bodas?

R. Creo que el sector nupcial está en expansión, recogiendo los frutos de su trabajo. En España, es un sector puntero que destaca por su calidad, sostenibilidad y crea tendencias. Además, afortunadamente las bodas se han diversificado a todas las estaciones, permitiendo el uso de tejidos más intensos en bodas de invierno, y una amplia variedad de diseños acorde a cada estación.

P. ¿Cuál es el proceso de trabajo en el taller? Desde que una novia os elige, hasta la entrega del vestido

R. Todo en mi taller es personalizado. Desde la primera visita, diseñamos el vestido con cada novia, nos sentamos con ellas eligiendo tejidos y definiendo cada detalle juntos. Luego desarrollamos con mucho mimo y cuidado cada una de las fases del proceso. Una primera toile, refinamos el diseño, y con técnicas artesanales, perfeccionamos el vestido en cada una de las pruebas, adaptándolos a sus cuerpos y estilos, hasta el ansiado debut.

P. ¿Dónde encuentras la inspiración para dar forma a tus diseños colección a colección?

R. Mi inspiración siempre han sido mis clientas, pero aporto todo mi bagaje cultural: desde mi infancia, lo que he aprendido, mis viajes, experiencias en galerías de arte y museos. Empapándonos siempre de las últimas colecciones, siempre digo que las tendencias están en el aire y hay que saber cogerlas para poder posteriormente mostrarlas.

P. En tu opinión, ¿cuáles son las grandes corrientes de moda nupcial de la temporada?

R. En resumen, vivimos una época muy ecléctica donde predomina la diferencia y lo personalizado. Las tendencias incluyen desde diseños minimalistas con tejidos sostenibles hasta modelos transformables, algún toque de color diferenciador, y detalles como capas y mangas fluidas que recuerdan el estilo boho chic. Pero sobre todo, las novias actuales buscan mostrar su propia personalidad en el vestido, haciéndolos únicos e irrepetibles.

P. ¿Cuáles son tus materiales preferidos?

R. Mis materiales preferidos son siempre tejidos naturales, sostenibles, dúctiles, algunos con cuerpo y otros fluidos, desde las gasas de seda, los chifones… Mi parte favorita es mezclar tejidos, utilizar varios como si fuesen uno solo, y jugar con el volumen adecuado a cada textura. Siempre pensando en cada una de las chicas que los van a llevar.

P. Hablemos ahora de las madrinas y las madres de las novias, ¿cómo trabajas con ellas?

R. Para mí, cada madrina y cada madre de novia merece una atención absolutamente personalizada. Desde el primer encuentro, mi objetivo es conocer su personalidad, su estilo de vida y entender perfectamente qué papel jugarán en ese día tan especial. Trabajo mano a mano con ellas para encontrar un diseño que realce su esencia, las haga sentir seguras y, sobre todo, cómodas. Cada prueba es un diálogo, un intercambio de ideas, donde yo aporto mi experiencia en alta costura y ellas su historia y su emoción. No se trata solo de crear un vestido: se trata de construir una experiencia inolvidable.

P. ¿Cuál es el secreto para conquistar a novias y madrinas por igual?

R. Creo que la clave ha sido siempre escuchar y respetar la individualidad de cada mujer. No impongo tendencias ni fórmulas cerradas: propongo soluciones que nacen de la conversación y del respeto a sus gustos y necesidades. Tanto las novias como las madrinas confían en mí porque sienten que mi compromiso es con ellas, no con un estilo preestablecido. Además, la calidad de los tejidos, la impecabilidad de los cortes y la atención al detalle hacen que se sientan únicas, especiales y protagonistas

P. ¿Qué tienen tus madrinas para marcar la diferencia?

R. Mis madrinas tienen algo que las distingue: la elegancia sin esfuerzo. Cada diseño que creo busca potenciar su presencia natural, con siluetas que estilizan, colores que favorecen e iluminan y detalles que hablan de su carácter sin necesidad de palabras. No siguen modas pasajeras, sino que reflejan una elegancia atemporal y segura de sí misma. Trabajamos para que, al llegar al evento, no solo acompañen a la novia, sino que también brillen con luz propia, siempre con discreción, clase y mucha personalidad.

P. En tu trabajo y el sector, ¿cómo han influido las redes sociales?

R. En mi caso hubo un punto de inflexión a partir de un vestido mío que se hizo viral en redes sociales. A partir de ahí, hicimos más hincapié en ellas, las redes sirven como escaparate y altavoz para mostrar nuestra creatividad, ampliando el radio de la clientela más allá de la ciudad, llegando a todo el país.

P. ¿Qué sientes al ver que alguna de tus novias alcanza el calificativo de virales?

R. Me siento orgulloso y emocionado al ver que mis novias adquieren el calificativo de virales. Es un sentimiento increíble saber que algo que hemos creado con tanto esmero, gusta a tanta gente. Me satisface que el mensaje de cada vestido llegue y sea apreciado.

P. ¿Cómo trasladas esa visión a los trajes de alfombra roja? ¿Qué tienen en común con los vestidos de novia?

R. Los vestidos de ceremonia que diseño buscan una imagen de alfombra roja, que aporta juventud, frescura, estilo y actualidad. Al igual que con los vestidos de novia, se busca mostrar a una mujer independiente, segura de sí misma, que rompe con estereotipos, arriesgándose a seguir su propio estilo.

P. ¿Qué consejos les das a tus novias?

R. Siempre agradezco a mis novias la confianza que depositan en mí. Una vez alcanzamos el diseño adecuado, les aconsejo que sean ellas mismas, que no se dejen influir por opiniones o tendencias, y que disfruten de este maravilloso proceso con tranquilidad y seguridad. En definitiva que disfruten de este momento y sean ellas mismas.