¿Cómo dejar de repetir mil veces las cosas a tus hijos? Las claves por el psicólogo Alberto Soler
¿Tienes que repetir una y otra vez las cosas a tus hijos, subiendo gradualmente la voz y el nivel de nerviosismo? Aprende cómo evitarlo de la mano del experto
Si hay algo de lo que los padres estamos hartos, quizá por encima de muchos otros conflictos con nuestros hijos, es de que no nos hagan caso y de tener que repetir una y otra vez las cosas a los pequeños de la casa.
No importa si se trata de niños pequeños o adolescentes: parece que decir las cosas una sola vez no funciona con ellos, y que hay que repetirlas hasta la saciedad, al tiempo que nuestro humor va empeorando y nuestros nervios se crispan, hasta que llegamos a los gritos e, incluso, las amenazas.
Los motivos pueden ser muchos, pero por lo general no serán que nuestros hijos estén superconcentrados preparando un examen. Habitualmente el motivo será que no les apetece hacer lo que les estamos diciendo, porque están entretenidos con sus cosas (ya sea chateando con el móvil, jugando o viendo una serie), haciendo cualquier actividad que les resulta mucho más interesante que lo que les estamos diciendo. Triste, pero cierto.
¿Te sientes identificada? Pues sigue leyendo atentamente, porque el psicólogo y escritor Alberto Soler, que es, además, padre de tres niños, nos desvela las claves para dejar de repetirnos como el ajo.
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Lo primero que nos dice Alberto Soler es que dejar de repetir las cosas no depende tanto de nuestros hijos como de nosotros mismos. Implica empezar a ser firme a la vez que eres amable, respetuoso y cariñoso. “Y es que, aunque parezca una obviedad”, asegura el experto, “si quieres dejar de repetir las cosas mil veces, simplemente tienes que dejar de repetir las cosas mil veces”.
Según explica Soler, muchas veces repetimos tanto las cosas “porque no nos queremos enfrentar nosotros al pollo que nos van a montar si les exponemos a las consecuencias de sus propios actos”.
Lo ilustra con un ejemplo: “Decimos que la cena está lista, y cuando nos vamos a sentar a cenar damos un segundo y último aviso. Decimos: ‘Bueno, pues nosotros vamos cenando, cuando quieras vienes, pero recuerda que cuando acabemos se recoge la mesa’, y nos ponemos a cenar”, propone. “Es bastante probable que acabemos de cenar, nos pongamos a recoger, y en ese preciso momento aparezca él o ella muy enfadado porque hemos acabado de cenar sin él. Pues bien: ese será el momento de recordarle calmadamente (y es muy importante que sea calmadamente) que en casa tenemos un horario, que le hemos avisado y que ese horario lo tenemos que respetar”, recomienda el psicólogo.
“Con esto tampoco quiero decir que se tenga que ir a la cama sin tomar nada, se puede tomar un vaso de leche o una pieza de fruta, pero su hora de la cena ya se ha terminado”, explica el experto. “¿Esto es excesivo? No. Lo que es excesivo es tener que repetir siempre todo y encima acabar enfadados por lo mismo cada día. Realmente el mundo funciona así: a las 9 de la mañana cierran las puertas del colegio, a las 8 de la tarde cierra la frutería, existen plazos para presentar papeles, fechas límite… El mundo funciona de esa manera y se lo tenemos que enseñar”, concluye Alberto Soler.
Así que ya sabes: una nueva estrategia para enfrentarte a cuando tus hijos te hacen caso omiso. ¿Funcionará? Habrá que probarla.
Si hay algo de lo que los padres estamos hartos, quizá por encima de muchos otros conflictos con nuestros hijos, es de que no nos hagan caso y de tener que repetir una y otra vez las cosas a los pequeños de la casa.