Los diferentes beneficios que hay para el cuerpo entre salir a caminar de día o de noche

Es una de las actividades que se ha convertido en nuestra aliada para mantenernos en forma y sanos, además de ayudarnos a mantener el peso a raya. Son cada vez más los adeptos a este deporte que incluso han conquistado a Nuria Roca, que siempre le ha costado coger una rutina deportiva.

La ciencia nos dice que podemos caminar en cualquier momento del día, pero a diferentes horas andar tiene unos u otros beneficios. Ten en cuenta que salgas a pasear a la hora que sea, algunos de estos beneficios podrás percibirlos con el tiempo, manteniendo una rutina en la que la constancia es fundamental. Según los expertos, salir a andar a determinadas horas del día puede aportarte diferentes beneficios en tu salud. Te contamos cuáles son.

Una caminata matutina nos ayuda a activarnos desde primera hora del día. Además, despejará nuestro cerebro y nos prepara para comenzar con energía el resto de la jornada. Según los expertos, andar por la mañana activa los sistemas de nuestro cuerpo, aumentando la frecuencia del pulso, pasando del letargo a llenarnos de energía.

Además, nos encontraremos mejor anímicamente, porque las endorfinas conseguirán mejorar nuestro estado de ánimo. Caminar por la mañana activa la circulación y contribuye al equilibrio hormonal, lo que hace que tengamos una mayor agudeza mental. También es bueno para el corazón, ya que hacer ejercicio temprano tiene grandes beneficios cardiovasculares. Incluso puedes organizar el día mientras caminas, pensando en todo aquello que tienes pendiente por hacer.

Por el contrario, si caminamos a última hora de la tarde o de noche conseguiremos que nos relajemos tras la jornada y podremos dormir mejor. Si sales a andar después de cenar, puedes ayudar a facilitar la digestión, además de que acelerarás el metabolismo, lo que ayuda a quemar más fácilmente las calorías.

Evitarás también la indigestión o la acidez, por lo que también descansarás mejor, porque además reduces los niveles de estrés acumulados durante el día y mejoras la circulación, fundamental para un buen descanso con el que aseguramos un suministro adecuado de oxígeno y nutrientes a nuestro corazón. Regula el nivel de glucosa en sangre, especialmente si caminas después de ingerir alimentos.