Esta carne, tan típica de España, es barata, baja en grasa y está cargada de colágeno

La protección solar, la hidratación y limpieza de la piel o los nuevos procedimientos estéticos son grandes aliados de belleza. Sin embargo, dentro de la nevera se encuentran muchos más. No hablamos de mascarillas faciales caseras, sino de todo lo que una buena alimentación puede hacer por tu rutina beauty.

A la mejor dieta para cuidar tu rostro, se unen los alimentos que potenciarán la luminosidad de la piel o aquellos que la cuidan de los daños que puede producir el frío. Un listado a los que añadir esta carne, tan típica de España, que está llena de colágeno.

El colágeno es una proteína estructural presente en nuestro organismo de forma natural. Su función, entre otras, es la de unir los tejidos conectivos del cuerpo, es decir, los huesos, tendones, cartílagos, el tejido hematológico o los órganos. Una proteína esencial para nuestro bienestar físico que, en lo que respecta a la belleza, es la responsable de la elasticidad y la firmeza de la piel.

Por ello, dado que con el paso del tiempo se deja de producir de forma orgánica, se puede recurrir a una alimentación donde tenga un papel más importante o incluso a la suplementación farmacológica (hecha por profesionales). No solo por el hecho estético, sino también en casos de problemas de salud como enfermedades musculares u óseas. De ahí, que también sea tan relevante en la menopausia, donde suele aparecer la osteoporosis en las mujeres.

Las patas de pollo, fuente de colágeno

Respecto a esa parte alimentaria, existen muchos alimentos que destacan por su alto contenido en colágeno, como las legumbres, la gelatina, los huevos o ciertos pescados. A ellos se suma una carne muy baja en grasa, con una amplia tradición en la gastronomía española: las patas de pollo.

Aunque no sea un producto de moda que se vea en Instagram, es una fuente muy valiosa de esta proteína, que conviene no perder de pista. Además de ser barata, saludable y muy fácil de introducir en diferentes preparaciones y platos.

A las recetas donde se comen en su estado natural, sea salteadas, al horno, a la brasa, con verduras, como parte de un estofado o desmenuzadas para rellenar; se suman los múltiples caldos, sopas o salsas que puedes hacer con las patas de pollo. Un alimento muy beneficioso también por su contenido en calcio, fósforo, vitamina A y vitamina B9. Aunque, nada mejor que consultar con un profesional sanitario o de la nutrición para conocer qué alimento es el más conveniente para tus necesidades.