La cremallera, el ejercicio que ayuda a fortalecer la tripa y activar el suelo pélvico

A lo largo de los últimos años un concepto ha entrado con fuerza en el vocabulario de la salud femenina, el cuidado del suelo pélvico. Al hablar de él, se hace referencia al conjunto de músculos y ligamentos que rodean la cavidad abdominal inferior. Una estructura corporal que sostiene todos los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto) y aseguran su normal funcionamiento.

"Si el suelo pélvico se debilita, surgen problemas que pueden afectar al funcionamiento de estos órganos", advertía el doctor Blas Flor Lorente, Jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Quirón Salud de Valencia, de ahí que sea muy importante no descuidarlo. No solo durante el embarazo y el postparto, sino en todas las etapas de la vida.

Una tarea para la que existen diferentes rutinas de ejercicios recomendados, que siempre es ideal realizar de la mano de profesionales del deporte o de la salud. Aunque, lo que está claro, es que hay que dejar los tabúes sobre el suelo pélvico fuera. Centrando la atención en su cuidado y fortalecimiento. Uno de los más aconsejados para ello es el denominado cremallera.

Un trabajo físico que, además, tendrá como consecuencia extra, la musculación del área de la tripa. Por lo que también es muy beneficioso si se busca fortalecer el abdomen. Si regresamos al ejercicio en sí; la cremallera busca precisamente eso, abrir y cerrar una cremallera imaginaria en la zona. Lo primero es encontrar una buena postura, sea tumbado boca arriba con las piernas ligeramente flexionadas, sentado en una silla, una pelota de Pilates o en sentado en el suelo recto.

Se comienza entonces a trabajar esa cremallera que recorre el cuerpo, contrayendo los músculos desde el coxis hacia pubis y después hasta el xifoides, el extremo del esternón. Siempre con una respiración constante y relajada, inhalando y exhalando suavemente, hay que ir trabajando de forma progresiva desde la zona del ano, primero hacia delante, y ya subiendo por todo el abdomen. Primero abriendo la cremallera y después, de arriba a abajo, cerrándola. Se puede comenzar con 2 repeticiones al día, respirando 6 veces en cada una de ellas (de media)

Un ejercicio de propiocepción que hará que el ombligo se meta para dentro o que sientas que estás aguantando el pis. Aunque, como revelan los entrenadores, es importante relajar el resto de la muscular, prestando especial atención a no sobrecargar los glúteos, la espalda o los hombros. Sin olvidar que, ante cualquier duda, los profesionales siempre serán los más indicados para dar explicar cómo incorporar la cremallera a una rutina deportiva.