No descuides tu suelo pélvico: motivos por los que se debilita

Son muchas las causas que, con el paso del tiempo, pueden ir debilitando tu suelo pélvico, lo que a la larga puede tener consecuencias sobre nuestra salud. Resignarse no parece una opción cuando podemos entrenarlo con ejercicios físicos y técnicas concretas que nos ayudan a fortalecerlos para que nuestro cuerpo funcione mejor durante más tiempo.

Llamamos suelo pélvico al “conjunto de músculos y ligamentos que rodean la cavidad abdominal en su parte inferior. Sostienen todos los órganos pélvicos (vejiga y uretra, útero y vagina; y recto) y aseguran su normal funcionamiento”, explica el doctor Blas Flor Lorente, Jefe del Servicio de Cirugía General y Digestiva del Hospital Quirónsalud de Valencia. “Cuando el suelo pélvico se debilita, surgen problemas que pueden afectar al funcionamiento de estos órganos”.

Un suelo pélvico fuerte es esencial para el buen funcionamiento de los órganos pélvicos, y cuando este se debilita, puede provocar síntomas diversos, siendo la incontinencia urinaria el más conocido, pero no el único. También puede producir estreñimiento, sensación de pesadez, dolores lumbares, disfunciones sexuales o llegar a causar prolapsos, con la caída de los órganos intraabdominales.

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Esta es una dolencia que afecta a muchas mujeres, que no suelen considerar la posibilidad de buscar un tratamiento, sin embargo, consultar con un especialista es una estupenda opción. Muchas de estas dolencias pueden ser tratadas sin necesidad de recurrir a la cirugía, aunque en ciertos casos es necesario. Sin embargo, en otros, se pueden aplicar determinados tratamientos que el paciente puede hacer por su cuenta para mejorar.

¿Por qué se debilita el suelo pélvico?

El suelo pélvico es dinámico y se mueve a medida que la persona lo hace, por eso es muy posible que ciertas actividades puedan debilitarlo, tal y como recogen desde la clínica de Fisioterapia, Pilates y Osteopatía Fisiobahía. El embarazo es la más habitual, porque sumamos más peso del que está habituado a soportar; también el parto vaginal puede debilitarlo, este grupo de músculos trabaja para que el bebé pueda salir, por lo que conviene trabajar esta zona durante el embarazo y también en el posparto.

Aunque estas sean las causas más habituales, no son las únicas, también el estreñimiento crónico puede llegar a debilitarse. Algunos deportes pueden afectar a esta zona también, los que tienen impacto en la zona abdominal, como la equitación o correr a diario. También se puede dañar a causa de algunas cirugías ginecológicas o tratamientos agresivos o por el propio paso del tiempo. La menopausia conlleva grandes cambios hormonales, lo que puede hacer que la musculatura de esta zona se debilite y tenga menos capacidad de contención.

En menor medida, vemos que también influyen otros factores, como la obesidad, por el peso extra al que se expone esta zona, la tos crónica o por llevar habitualmente prendas que presionan la zona abdominal, como fajas.

¿Se puede prevenir y recuperar?

En algunos casos, tras un estudio realizado por profesionales, se llega a la conclusión de que es necesaria la cirugía, sin embargo, en muchos otros, podremos recuperar parte de la fortaleza en la zona con algunos ejercicios. Aunque no hay duda de que lo mejor es prevenir que esto suceda, con un entrenamiento específico y algunos consejos.

Podemos prevenirlo ejercitando regularmente estos músculos, con una dieta rica en fibra y alimentos que favorezcan el tránsito intestinal y con buenos hábitos para ir al baño. También con una buena postura, sobre todo al estar sentados, e incluyendo en nuestros entrenamientos actividades de bajo impacto, como la natación.

Ejercicios de Kegel y abdominales hipopresivos

Lo ideal es ejercitar y fortalecer esta zona a lo largo de toda la vida, pero también hay actividades que nos pueden ayudar a recuperar el tono y la fortaleza perdida. Una estupenda actividad es la gimnasia abdominal hipopresiva, unos ejercicios un tanto complicados en los que la postura es esencial y para los que es recomendable contar con la supervisión de un profesional.

Un tanto más sencillos son los ejercicios de Kegel, que fortalecen estos músculos gracias a un entrenamiento que podemos hacer en cualquier momento, solo hay que aprender a contraer y relajar la zona adecuada, de este modo se fortalece. Son ideales para prevenir y controlar la incontinencia urinaria, pero también para mejorar las relaciones sexuales.

“A pesar de que aún son necesarias más investigaciones que estudien la correlación directa entre la fuerza de contracción de la musculatura del suelo pélvico y la función sexual, se puede afirmar que entrenar y fortalecer el suelo pélvico va a producir mejoras en la función sexual durante el orgasmo femenino”, explica desde sus redes sociales el equipo de MamiFit, expertos en el bienestar de la mujer en todas las etapas de su vida y conocidos por acompañar durante su embarazo (y también después) a famosas como Hiba Abouk o Paula Echevarría.