Estos son los riesgos de no trabajar la educación sexual de nuestros hijos en casa

La educación sexual es un tema esencial que, aún a día de hoy, muchos padres pasan por alto en casa con sus hijos. A pesar de todos los recursos disponibles que nos brinda internet, la falta de una conversación abierta y educativa sobre la sexualidad, ya sea por vergüenza o por no saber cómo encararla, puede tener serias consecuencias a la hora de afrontarla por niños y adolescentes.

El primer gran riesgo es la desinformación y la forma en que los jóvenes tienen un primer contacto con ella, a menudo a través de vídeos pornográficos, que en nada se corresponden con lo que es una relación sexual sana en la vida real. Y es que, muchos de estos adolescentes, al no recibir una adecuada educación sexual en casa, tienden a buscar respuestas en fuentes poco fiables de internet o en compañeros de clase su misma edad, algo que les puede llevar a creencias erróneas y a alimentar un imaginario colectivo que puede conducir a comportamientos o actitudes peligrosos o violentos en relación al sexo.

Además, la ausencia de educación sexual en el hogar puede provocar una mayor vulnerabilidad en nuestros hijos e hijas a la hora de hacer frente a situaciones de abuso o acoso sexual. Y es que, los niños que no están informados sobre sus propios cuerpos y límites personales, son menos capaces de identificar y comunicar situaciones incómodas o de abuso. Educar a los hijos sobre la importancia del consentimiento y el respeto es fundamental para su seguridad, su bienestar y el trato que dan a los demás.

Riesgos emocionales y de salud

La falta de educación sexual también puede llevar a problemas emocionales y de autoestima. Los adolescentes que no tienen una educación adecuada en el tema pueden experimentar vergüenza o culpa en relación a sus cuerpos y su sexualidad. Esto puede afectar negativamente su salud mental y sus relaciones interpersonales, por ello, un entorno familiar que promueva una comunicación abierta y sin prejuicios sobre este tema es esencial para el desarrollo sexual y emocional de los adolescentes.

Otro riesgo significativo de no tratar con nuestros hijos la sexualidad es el aumento en la incidencia de embarazos no deseados e infecciones de transmisión sexual, ya que al no saber cómo utilizar un preservativo o creer que prácticas como la de 'la marcha atrás' son también un método anticonceptivo, están poniendo en riesgo, sin saberlo, su salud.

Sin una comprensión clara sobre métodos anticonceptivos y prácticas sexuales seguras, los adolescentes están en mayor riesgo de tener que enfrentarse a estas realidades de espaldas a sus padres o tutores al no tener la confianza suficiente para tratar con ellos estos temas y solventar sus dudas. Por tanto, la educación sexual en casa debe incluir información práctica y realista sobre cómo protegerse y tomar decisiones responsables alrededor del sexo.

Es fundamental que los padres comprendan que, al igual que la educación, tratar la sexualidad no es solo responsabilidad del colegio. El hogar es el primer lugar donde los niños deben aprender sobre este tema de manera adecuada, realista y contextualizada.

Los padres y tutores deben aprovechar las oportunidades que puedan surgir viendo una película o una serie, por ejemplo, para hablar con sus hijos, responder a sus dudas y proporcionarles la información que necesitan para tomar decisiones adecuadas y responsables en el futuro.