Gabor Maté, escritor: "Las personas que se encuentran es porque están al mismo nivel de desarrollo emocional o resolución de trauma"

Gabor Maté, médico y escritor, conocido por sus investigaciones sobre trauma, adicciones y desarrollo personal, ha lanzado una afirmación que está dando mucho que hablar: “Siempre nos encontraremos con personas que estén en el mismo nivel de desarrollo emocional o de resolución de trauma”.

La frase, pronunciada en una reciente intervención pública, va mucho más allá de una reflexión casual sobre las relaciones humanas. Para Maté, las conexiones emocionales más profundas, no son fruto del azar ni del destino romántico, sino del espejo que cada uno ofrece al otro. “Es como si el agua encontrara su propio nivel”, explicó, sugiriendo que las personas tienden a coincidir con quienes tienen heridas emocionales similares o han alcanzado un grado parecido de sanación interior.

Pero hay un inconveniente, cuando uno de los dos crece, se tuerce. La respuesta de Maté es tan clara como contundente: “Se vuelve imposible”. Según su visión, cuando uno de los miembros de la pareja inicia un camino de desarrollo personal, de introspección o de sanación emocional, puede producirse un desajuste insalvable.

En ese caso, solo hay tres salidas: que la persona que ha crecido renuncie a ese proceso y regrese a su estado anterior, algo que él mismo califica como “casi imposible”, que la otra parte se sienta inspirada o retada a iniciar su propio crecimiento, o bien que la relación llegue a su fin.

Estas ideas no solo interpelan a quienes están en una relación de pareja, sino que abren la puerta a una conversación más amplia sobre cómo nos relacionamos en general.

Maté, autor de obras como El precio del estrés o Cuando el cuerpo dice no, lleva años defendiendo que la salud emocional no es un lujo, sino una necesidad. Su enfoque, que entrelaza neurociencia, psicología y compasión, le ha convertido en una referencia internacional en temas de salud mental. Quienes han vivido un cambio personal profundo saben que esas palabras no suenan lejanas. A veces, crecer implica dejar atrás.