Diego Fernández, ingeniero químico: “El secreto para una mampara reluciente está en el mismo jabón que usas para los platos”
Con un poco de conocimiento puedes recuperar el brillo original de tu mampara y transformar la ducha en un espacio que vuelva a parecer recién estrenado
El ingeniero químico Diego Fernández ha vuelto a compartir un truco casero. (Instagram)
Mantener la mampara de la ducha impecable es uno de esos retos domésticos que pueden poner a prueba la paciencia de cualquiera. Aunque parezca tan fácil como pasar una esponja y un poco de limpiador, la realidad es que las manchas de cal y los restos de jabón tienden a resistirse, dejando el vidrio con un aspecto opaco y poco higiénico.
Pero, según ha comentado el ingeniero químico Diego Fernández en uno de sus vídeos de Instagram (@quimicosparahogar), la solución no está en los productos milagro del supermercado, sino en una mezcla tan simple como económica: agua caliente y una cucharadita de jabón líquido para platos. Fernández, en concreto, explica que la clave está en entender de qué están hechas realmente esas manchas imposibles.
“El sarro que se acumula en el cristal tiene una parte inorgánica, los minerales del agua como el calcio y el magnesio, y una parte orgánica, que son los restos de jabón y aceites del cuerpo. Los limpiadores comunes solo eliminan una de las dos, por eso frotas y frotas… y nada cambia”, comenta el experto en esta misma publicación. El truco consiste en atacar ambas capas por separado.
Primero, hay que eliminar la grasa. Para ello, basta con pulverizar sobre el vidrio una mezcla casera de 500 mililitros de agua caliente con una cucharadita de jabón de platos. El agua caliente activa el poder del surfactante del jabón, que rompe la película grasienta y deja la superficie lista para el siguiente paso. Una vez limpia de residuos orgánicos, llega el turno de disolver el sarro mineral aplicando un ácido suave, como vinagre blanco o vinagre de limpieza.
Se pulveriza, se deja actuar unos minutos y luego se seca con un paño de microfibra para evitar nuevas marcas. El resultado: un cristal brillante y transparente, sin necesidad de recurrir a productos abrasivos o costosos. Fernández advierte, eso sí, que si las manchas llevan mucho tiempo incrustadas, pueden haberse convertido en un daño químico permanente del vidrio. En esos casos, solo un profesional podrá restaurar la superficie con técnicas de pulido.
De este modo, este método casero demuestra que la química del hogar no tiene por qué ser complicada. Con un poco de conocimiento, y el mismo jabón que usas a diario para los platos, puedes recuperar el brillo original de tu mampara y transformar la ducha en un espacio que vuelva a parecer recién estrenado.
Mantener la mampara de la ducha impecable es uno de esos retos domésticos que pueden poner a prueba la paciencia de cualquiera. Aunque parezca tan fácil como pasar una esponja y un poco de limpiador, la realidad es que las manchas de cal y los restos de jabón tienden a resistirse, dejando el vidrio con un aspecto opaco y poco higiénico.