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¿Qué clase de hombre es usted sin bolso y sujetador?
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¿Qué clase de hombre es usted sin bolso y sujetador?

Lentamente, como quien no quiere la cosa, el armario masculino va adoptando prendas y maneras del femenino. En la moda los complementos son como los acentos

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¿Qué clase de hombre es usted sin bolso y sujetador?

Lentamente, como quien no quiere la cosa, el armario masculino va adoptando prendas y maneras del femenino. En la moda los complementos son como los acentos gráficos al idioma: su presencia o ausencia cambia por completo el modo de leer lo que tenemos delante e incluso puede llegar a mutar su significado. A través de pequeños detalles el hombre se está acercando a la mujer, ya sea por una cuestión estética o meramente funcional.

Lo hemos podido ver durante la Milano Moda Uomo, que ha presentado las tencencias en moda masculina para la primavera/verano 2009. En los desfiles de la ‘catedral de la moda’ los modelos portaban bolsos de todo tipo, aunque en general se ve un alejamiento de la denostada mariconera y una aproximación al diseño de los femeninos.

Cada vez tenemos más gadgets necesarios en el día a día (móvil, MP3, llaves, etc) pero el ancho de los pantalones sigue una trayectoria inversa, estrechándose cada vez más. Se hace necesario, por tanto, encontrar complementos que permitan cargar con ellos. Otra cosa bien distinta es el sujetador masculino presentado también en Milán por la firma Julius, del diseñador japonés Tatsuko Horikawa. Consiste en una franja negra en la parte superior del torso, portada bajo prendas caladas o directamente bajo americanas informales, aunque hay que comprender que se trata de un estilismo concreto para una colección determinada y no una pauta que se esté repitiendo en varios diseñadores.

Durante el siglo XX los grandes maestros de la moda apostaron por la depuración de las formas abigarradas en la moda femenina y procedieron a una sucesiva masculinización de la ropa que iban a vestir las mujeres. Del traje chaqueta de Coco Chanel para las mujeres activas al smoking femenino de Yves Saint Laurent, el uso de prendas característicamente vinculadas a los hombres ha ido a más, creando la imagen de una nueva mujer más ambigua, pero a la vez más fuerte y segura de sí misma. Ahora el hombre comienza a andar el camino inverso.

Lentamente, como quien no quiere la cosa, el armario masculino va adoptando prendas y maneras del femenino. En la moda los complementos son como los acentos gráficos al idioma: su presencia o ausencia cambia por completo el modo de leer lo que tenemos delante e incluso puede llegar a mutar su significado. A través de pequeños detalles el hombre se está acercando a la mujer, ya sea por una cuestión estética o meramente funcional.