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El protocolo Vaticano: del ‘privilège du blanc’ a la exclusiva mantilla
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REINAS CON 'PRIVILEGIO'

El protocolo Vaticano: del ‘privilège du blanc’ a la exclusiva mantilla

Algunas mujeres pueden vestir de blanco al reunirse con el Papa, pero no todas. Recordamos este privilegio, quienes pueden disfrutar de él y por qué

Foto: Chalène en audiencia con el papa Francisco. (EFE/Pool/Filippo Monteforte)
Chalène en audiencia con el papa Francisco. (EFE/Pool/Filippo Monteforte)

En momentos históricos, acertar con el dress code se convierte en una cuestión de vital importancia. Nadie quiere tener que enfrentarse a la ira de las redes sociales y las críticas de la sociedad por no vestir acorde con el protocolo, aunque en muchas ocasiones no se pueda evitar, ya sea por desconocimiento del público o por ‘mala idea’ en general. Lo cierto es que, actualmente, quien no se ajusta al protocolo es porque no quiere.

En el caso del Vaticano, las normas de vestimenta son claras, sobre todo en el caso de las mujeres, aunque no son iguales para todas. Algunas mujeres disfrutan de ciertos privilegios a la hora de encontrarse con el Papa en audiciones privadas, por ejemplo, vestir de blanco es uno de ellos y aquellas que lo pueden hacer forman parte de un selecto grupo.

Los ángeles blancos del Papa

placeholder El rey Felipe VI, el papa Francisco y la reina Letizia en 2014. (EFE/Alessandro Bianchi)
El rey Felipe VI, el papa Francisco y la reina Letizia en 2014. (EFE/Alessandro Bianchi)

Las soberanas católicas pueden vestir de blanco y, de hecho, son las únicas. El llamado 'Privilegio de blanco' o 'Privilège du blanc', es una gracia concedida a las reinas católicas y a las consortes de los monarcas católicos, gracias al cual pueden vestir de blanco en una audiencia con el Papa católico, siendo obligatorio para las demás mujeres que vistan de negro.

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Este ‘Privilegio de blanco’ surgió como símbolo de agradecimiento del Vaticano hacia las casas reales que se mantuvieron fieles a la Iglesia católica, cuando las de otros reinos se convirtieron a la protestante. La primera en servirse de ella fue Victoria Eugenia, durante una audiencia privada con Pio XI en 1923.

placeholder La reina Sofía de Blanco y con mantilla. (Getty/Pool/Osservatore Romano)
La reina Sofía de Blanco y con mantilla. (Getty/Pool/Osservatore Romano)

El privilegio lo tienen distintas monarcas desde la fecha de coronación de sus maridos, los reyes consortes, pueden vestir de blanco en visitas oficiales al Vaticano, en audiencias privadas con el Papa y en las beatificaciones, canonizaciones y misas. Es el caso de la Reina Sofía desde 1975, la Reina Letizia desde 2014; ellas son las únicas que pueden llevar mantilla, aunque también pueden optar por no llevar nada (como hizo la reina Letizia al visitar al papa Francisco) el resto optarán por lucir un velo.

La Reina Paola de Bélgica desde 2013, la Reina Matilde de Bélgica desde 2013 y dos 'intrusas' que no son monarcas: la Gran Duquesa María Teresa de Luxemburgo desde el acceso al trono de su esposo en 2000, y Charlène de Mónaco por la misma circunstancia desde 2013.

placeholder Nombramiento de Juan Pablo II como Papa. (Getty/Keystone/Hulton Archive)
Nombramiento de Juan Pablo II como Papa. (Getty/Keystone/Hulton Archive)

Un privilegio que antes no tenían las consortes del Principado de Mónaco y que la mujer de Alberto I consiguió. Esta es la razón por la que la siempre bellísima Grace Kelly no vistió de blanco en su día al asistir a una audiencia con el Papa Pío XII el 30 de abril de 1957. Apenas habían pasado tres meses desde el nacimiento de Carolina y la exactriz estaba espectacular, junto con su esposo, el príncipe Rainero I de Mónaco, vestida de negro y con mantilla, según manda el protocolo.

Ponga color a su visita papal

El protocolo formal vaticano para las audiencias papales exigía que las mujeres vistieran de manera refinada y discreta, con pocas joyas, pero también un vestido negro sin ningún escote, mangas que cubran los brazos, falda por debajo de la rodilla y una mantilla. La mantilla, en este caso, no es obligatoria, solo recomendada. Eso sí, en caso de usarla, será negra.

placeholder Melania Trump saluda al papa Francisco durante una audiencia privada en 2017. (EFE/Osservatore Romano)
Melania Trump saluda al papa Francisco durante una audiencia privada en 2017. (EFE/Osservatore Romano)

Para los varones, hasta los años 80 se exigía frac, con chaleco y pajarita de piqué blancos; los militares, uniforme de gala. Aunque con el tiempo estas normas se han ido relajando, por ejemplo, ya vimos en 2005, la coronación de Benedicto XVI, al que ahora despiden, que la mayoría de los hombres optaron por trajes. Eso sí, con corbata. Todavía no ha llegado lo hipster a la Santa Sede.

placeholder Shiranthi Rajapaksa, esposa del presidente de Sri Lanka, durante su audiencia con el Papa. (Getty/Vatican Pool/Giancarlo Giuliani)
Shiranthi Rajapaksa, esposa del presidente de Sri Lanka, durante su audiencia con el Papa. (Getty/Vatican Pool/Giancarlo Giuliani)

Hay dos esposas de mandatarios que se saltaron a la torera el protocolo y vistieron de blanco sin ser ni reinas ni católicas: Cherie Blair en 2006 y seis años después, repitió la jugada Shiranthi Rajapaksa, esposa del presidente de Sri Lanka, que incluso nos dejó ver su ombligo durante la visita papal.

Las presidentas de Irlanda, Mary Robinson y Mary McAleese fueron de las más atrevidas, ya que optaron por el color nacional (el verde) y sin mantilla para entrevistarse con Juan Pablo II. Siguió la misma filosofía Raisa Gorbachov que optó por el rojo Kremlin para la visita.

En momentos históricos, acertar con el dress code se convierte en una cuestión de vital importancia. Nadie quiere tener que enfrentarse a la ira de las redes sociales y las críticas de la sociedad por no vestir acorde con el protocolo, aunque en muchas ocasiones no se pueda evitar, ya sea por desconocimiento del público o por ‘mala idea’ en general. Lo cierto es que, actualmente, quien no se ajusta al protocolo es porque no quiere.

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