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Charlène regresa al Día Nacional de Mónaco con un original vestido que se salta el protocolo
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ESPERADO REGRESO

Charlène regresa al Día Nacional de Mónaco con un original vestido que se salta el protocolo

La princesa ha escogido un diseño imposible para su vuelta a la fiesta grande de la Roca al que no le faltaba detalle y que ha coronado con una pamela en color negro

Foto: Charlène, en el Día Nacional de Mónaco. (Reuters/Eric Gaillard)
Charlène, en el Día Nacional de Mónaco. (Reuters/Eric Gaillard)

Han pasado dos años desde que viéramos a la princesa por última vez en la celebración del día grande del Principado. Tres desde que la viéramos a cara descubierta, puesto que todos recordamos cómo fueron los festejos de 2020, reducidos al máximo y todos con mascarilla. Pero por fin este sábado hemos sido testigos de la vuelta de Charlène al Día Nacional de Mónaco, una esperada imagen que ha llamado especialmente la atención por el look de la sudafricana, de un blanco impoluto y con un diseño de esos que denominamos 'imposibles' por su originalidad.

Los festejos comenzaban a las 09:30 horas, como es habitual, con la llegada de la familia Grimaldi a la catedral para celebrar el tradicional Te Deum. El año pasado eran las princesas Carolina y Estefanía las que flanqueaban al príncipe Alberto, mientras que este año sí ha podido tener junto a él a su esposa, aunque las dos hijas de Rainiero y Grace Kelly también acompañaban a la pareja en la catedral, donde desde unos minutos antes ya se encontraban todos los sobrinos del soberano, situados en uno de los bancos laterales del altar.

placeholder Charlène, a su llegada a la catedral. (Reuters/Eric Gaillard)
Charlène, a su llegada a la catedral. (Reuters/Eric Gaillard)

En otro de los bancos, también delanteros pero no en una posición tan privilegiada, la familia de Charlène. Ya el año pasado, sus dos hermanos y su cuñada asistieron al Te Deum, en un gesto de la casa Grimaldi con la ausente princesa. No solo participaron como el resto de la familia monegasca en todas las celebraciones de la mañana, sino que también Sean Wittstock posó junto a Alberto y el resto de asistentes al concierto nocturno, haciéndole sentir parte del clan. Fue la forma de hacer ver al mundo que estaban unidos por un mismo fin, la recuperación de Charlène, en un momento en el que su salud era especialmente delicada.

Con el recuerdo de su ausencia ya difuso, lo cierto es que esa primera imagen de la esposa de Alberto de Mónaco en esta fiesta grande ha impresionado. Si ya de por sí es una mujer que llama la atención por su altura y su silueta, el look que ha escogido no hacía que pasara especialmente desapercibida. Un diseño en color blanco, ya de por sí llamativo, y al que no le faltaba detalle, puesto que tenía una capa que salía de los hombros -un detalle muy royal-, además de pantalón con una tela superpuesta que simulaba ser una falda.

placeholder Carolina, Estefanía, Charlène y Alberto, a su llegada. (Reuters/Eric Gaillard)
Carolina, Estefanía, Charlène y Alberto, a su llegada. (Reuters/Eric Gaillard)

Charlène no dejaba nada al azar y no estaba dispuesta a pasar frío, así que veíamos una tela negra cubriendo su cuello y a conjunto con los puños, el cinturón y los guantes, además de la pamela negra, muy parecida a la que lucía su cuñada Carolina. Estefanía, al contrario, prefería llevar la cabeza descubierta. Era la segunda de las Grimaldi que se saltaba el protocolo establecido para la cita, que indica que las mujeres deben ir ataviadas con vestido corto y tocado, así que Charlène tampoco ha sido del todo fiel al mismo.

No deja de llamar la atención que haya escogido como protagonista de su look el color el blanco, el mismo que lucía en 2019, en un momento en el que era especialmente criticada por lo poco que se implicaba en la vida del Principado y en el que se especulaba mucho con la relación que tenía con sus cuñadas. Pero este sábado todo ha cambiado. Tras la enfermedad y larga convalecencia, con numerosas operaciones incluidas, que la tuvieron retenida en Sudáfrica varios meses, y tras su recuperación en una clínica de Suiza, Charlène parece otra. Su semblante indica que vuelve a gozar de muy buena salud y su sonrisa ya es un gesto habitual, así que parece que ha elegido el blanco como gesto de renovación.

placeholder Estefanía, Charlène, Alberto y Carolina, durante el Te Deum. (Reuters/Pool/Daniel Cole)
Estefanía, Charlène, Alberto y Carolina, durante el Te Deum. (Reuters/Pool/Daniel Cole)

Eso sí, durante la misa, como es lógico, se ha mostrado de lo más seria, guardando respeto al momento, el escenario y la ceremonia. Además, hemos visto cómo no acompañaba a su marido y sus cuñadas en los rezos. Así que parece que el francés sigue siendo una de sus asignaturas pendientes, precisamente una de las carencias por las que, como representante del Principado, siempre se le ha reprochado.

Han pasado dos años desde que viéramos a la princesa por última vez en la celebración del día grande del Principado. Tres desde que la viéramos a cara descubierta, puesto que todos recordamos cómo fueron los festejos de 2020, reducidos al máximo y todos con mascarilla. Pero por fin este sábado hemos sido testigos de la vuelta de Charlène al Día Nacional de Mónaco, una esperada imagen que ha llamado especialmente la atención por el look de la sudafricana, de un blanco impoluto y con un diseño de esos que denominamos 'imposibles' por su originalidad.

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