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Leonor y Sofía no quieren estudiar ballet, prefieren el voleibol
  1. Casas Reales
practican el deporte desde el mes de enero

Leonor y Sofía no quieren estudiar ballet, prefieren el voleibol

Durante estos últimos años, las hermanas Borbón Ortiz han formado parte del grupo de niñas del colegio Santa María de los Rosales a las que sus padres apuntaron a ballet. Ellas prefieren el deporte

Foto: Leonor y Sofía en una imagen de archivo (Gtres)
Leonor y Sofía en una imagen de archivo (Gtres)

Las hijas de los reyes no quieren ser bailarinas, prefieren el voleibol, y así lo han manifestado ellas mismas. Durante estos últimos años, las hermanas Borbón Ortiz han formado parte del grupo de niñas del colegio Santa María de los Rosales a las que sus padres apuntaron a ballet. Esta opción se encuadra dentro de las clases extraescolares que se imparten fuera del horario escolar. Desde hace un tiempo, la princesa de Asturias y la infanta Sofía realizaban esta actividad los viernes, de cinco a seis y media de la tarde, y se suponía que, como al resto de compañeras, les gustaba lo que estaban haciendo. O al menos, se encontraban cómodas realizando plies, deboulés o arabasques, algunas de las posturas características de la danza clásica. Parece que de las dos hermanas tenía la que más soltura mostraba con los pasos era Sofía. La primogénita, en cambio, parecía tener menos dotes con el baile.

Hasta enero las niñas participaban en esa actividad. Cuando finalizaba la clase acudían al gimnasio, lugar donde se encuentra la sala de baile con barra y espejos. Entonces cambiaban el uniforme por las mallas y el maillot. Primero se colocaban en el centro para calentar, después iban a la barra y por último ensayaban los pasos para la función de junio con asistencia de los padres. En el caso de las ‘niñas reales’ no tuvieron nunca un papel destacado y bailaban de igual a igual con el resto del grupo. Así ha sucedido hasta este año. Aunque habían empezado a bailar en septiembre, Leonor y Sofía se apuntaron tras las Navidades a voleibol abandonando la danza clásica. Este fue, al parecer, el cambio que tuvo que ver con la decisión de las propias alumnas de abandonar, ya que descubrieron que preferían el deporte a los cisnes de Tchaikovsky.

La Reina, otra bailarina infantil

A su misma edad, la Reina Letizia también recibió clases de ballet, igual que la han recibido las infantas Elena y Cristina y Victoria Federica. De todas ellas ha sido esta última la única que ha tenido talento para esta disciplina, tal y como comentó en varias ocasiones la reina Sofía a Ángel Corella. De hecho, participó en audiciones que la niña Victoria resolvió perfectamente pero el mundo del ballet exigía demasiada dedicación y los padres prefirieron que tocara el piano. La Reina Letizia, por su parte, no es aficionada al ballet y, salvo en alguna ocasión, no suele acudir a representaciones de danza clásica. Es más de ritmos latinos, salsa, merengue y Zumba para mantenerse en forma.

Leonor y Sofía tienen un horario escolar que empieza a las nueve de la mañana y finaliza a las cinco de la tarde. El programa diario se divide en dos clases a primera hora, patio, y otra vez clase. A continuación llega el turno del almuerzo, más patio y más clase. Los niños que terminan los primeros tienen más recreo. Las hijas reales no llevan la comida de casa. El mismo menú se sirve para todos los niños. Este se envía a los padres a principio de curso y se va repitiendo (A, B, C y D) durante el año.

Cuando era princesa, Letizia apareció en más de una ocasión en el comedor para hablar con el cocinero y preguntar si había pan integral o no, entre otras cuestiones. Estas intervenciones fueron algunos de los motivos de desencuentro con doña Pura, la anterior directora. Las niñas tienen también clases extras de catalán y árabe además de la nanny británica que les habla en inglés. Según confirmó la Reina antes de serlo, sus hijas no estudiaban chino, en contra de lo que se había dicho.

Las hijas de los reyes no quieren ser bailarinas, prefieren el voleibol, y así lo han manifestado ellas mismas. Durante estos últimos años, las hermanas Borbón Ortiz han formado parte del grupo de niñas del colegio Santa María de los Rosales a las que sus padres apuntaron a ballet. Esta opción se encuadra dentro de las clases extraescolares que se imparten fuera del horario escolar. Desde hace un tiempo, la princesa de Asturias y la infanta Sofía realizaban esta actividad los viernes, de cinco a seis y media de la tarde, y se suponía que, como al resto de compañeras, les gustaba lo que estaban haciendo. O al menos, se encontraban cómodas realizando plies, deboulés o arabasques, algunas de las posturas características de la danza clásica. Parece que de las dos hermanas tenía la que más soltura mostraba con los pasos era Sofía. La primogénita, en cambio, parecía tener menos dotes con el baile.

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