Las vacaciones de los Reyes en Mallorca: 'timing', compromisos y una falsa polémica

Ya llega el periodo estival y con él la esperada presencia de la familia real en Mallorca. Cumpliendo una tradición de décadas, los Reyes, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía, se desplazarán a finales de julio a Palma para pasar allí unos días de asueto, aunque como ya le comentó doña Letizia a la periodista Carmen Duerto en 2010 durante una conversación en el Club Náutico, al menos para ella eso no son vacaciones privadas y se trata de una prolongación del trabajo institucional que lleva a cabo durante todo el año.

Las vacaciones como tal para la Reina empiezan cuando deja la isla rumbo a un destino incógnito, pero antes tiene que cumplir con algunos actos 'obligatorios' en Mallorca. En esta ocasión, don Felipe y doña Letizia no llegarán juntos. Primero lo hará Felipe, el 26 de julio, y dos días después, doña Letizia acompañada por sus dos hijas. Hay un motivo para esta decisión y es que, como sucedió el año pasado, el Rey va a participar de forma completa en las regatas que dan comienzo el día 27, así que allí estará para darlo todo en el Aifos.

Otra razón que justifica esa llegada por separado puede ser que no es recomendable que don Felipe y Leonor viajen juntos por motivos de seguridad. Y es que siempre se ha dicho que un monarca no debe volar con su heredero. Sea como fuere, lo que tenemos claro es que madre e hijas llegarán el día 28 y a partir de aquí no hay nada seguro, excepto que Felipe VI participará en las regatas y que el día 3 de agosto entregará, en solitario como cada año, la Copa de Vela del Rey. Los demás actos, como son la cena con las autoridades baleares o el tradicional posado ante los medios, no tienen aún fecha oficial.

Normalmente, es la entrega de la Copa del Rey la que marca el final de la estancia de los Reyes en Mallorca. Siempre suelen desaparecer uno o dos días después de este acto, aunque antes deben cuadrar las agendas con el Gobierno, pues el soberano mantendrá una reunión con Pedro Sánchez en la isla. El año pasado, el almuerzo de los Reyes con Sánchez y Begoña Gómez en Marivent fue la última aparición de don Felipe y doña Letizia en Palma. Pero, de nuevo, no será hasta unos días antes cuando tengamos confirmación oficial del evento.

La falsa polémica

Se ha hablado en estos últimos días de que la reina Sofía y la reina Letizia no pasarán juntas el verano, ya que la emérita estará en Marivent y Letizia en Son Vent. Pero esta situación sucede desde hace años. Don Juan Carlos y doña Sofía, junto a la princesa Irene de Grecia, siguen ocupando lo que es el palacio principal, donde Felipe atiende sus compromisos oficiales. Durante estos últimos años, sus jardines han sido el escenario de los posados de los Borbón Ortiz.

Sin embargo, Marivent se encuentra dentro de un recinto donde hay más edificaciones. Por ejemplo, las infantas Elena y Cristina y sus familias se hospedan siempre en dos pabellones independientes que se encuentran justo detrás del palacio. Un poco más alejado de Marivent, sobre el acantilado de Cala Mayor, está Son Vent, una antigua masía cedida en 1992 por el Ejército del Aire que se decidió que sería para don Felipe. Fue reformada en 2004 cuando el entonces Príncipe se casó con Letizia y es allí donde se refugian durante sus estancias en la isla.

La residencia cuenta con quinientos metros cuadrados y dispone de jardin y piscina. Está distribuida en dos pisos: en la planta baja está el salón con vistas al mar, el comedor, la bibiloteca, la cocina y el dormitorio principal; mientras que en la primera planta se encuentran cuatro dormitorios y otros dos salones. No existe ninguna fotografía del interior de Son Vent, ya que es totalmente privado.

Así pues, de polémica nada, ya que Sofía y Letizia estarán 'separadas' como siempre. La tradición que sí se rompió cuando don Juan Carlos y doña Sofía abdicaron fue la de desayunar todos juntos. Consciente de que todos querían ir a su aire, la emérita solo les pedía a sus familiares que se encontraran todos en el palacio de Marivent para desayunar, después eran ya libres para hacer lo que quisieran. Ahora eso ya no ocurre y cada uno desayuna donde quiere. Una muestra más de lo distanciada que está la familia.