Los Reyes con Ona Carbonell: ¿Hubo fallo de protocolo? Hablamos con expertos

El encuentro de Ona Carbonell con los Reyes el pasado martes ha sido una de las noticias de la semana. No porque sea la deportista española que más medallas ha conseguido en los mundiales de natación, sino por el saludo a don Felipe y doña Letizia al llegar al Salón de Audiencias del Palacio de la Zarzuela. En lugar de darles la mano, la nadadora les dio dos besos. Un gesto espontáneo que ha suscitado cierta polémica, a pesar de la reacción de los Reyes, tan natural que podría parecer son viejos conocidos de la deportista y que realmente no fue un fallo de protocolo.

Para salir de dudas, en Vanitatis hemos querido analizar las imágenes del encuentro con varios expertos en protocolo, que lo tienen claro: sí, hubo fallo, pero no es tan grave como para que se haya generado tal revuelo: “Entiendo que es una niña joven, que está contenta y que le hace muchísima ilusión verlos. Ha roto el protocolo, sí, pero yo lo veo como un gesto de naturalidad. Incluso les viene bien a los Reyes por la forma en que ellos reaccionan, que acaban besándola. Es una forma de acercar la monarquía, de humanizarla”.

Ana Palenzuela, otra de las expertas consultadas sigue la misma línea: "Efectivamente, considero que es un fallo por parte de Ona, bien por desconocimiento o por los nervios del momento para una deportista que no está acostumbrada a este tipo de actos. La reacción de los Reyes es de lo más natural, reflejando la cercanía y relajación de las formas en una monarquía que ha sabido adaptarse al S.XXI. La Reina también responde con dos besos y muestra su afecto hacia Ona cogiéndole del hombro y de la espalda, tratando de que se relaje y se sienta cómoda. Desde mi punto de vista, no es un fallo grave teniendo en cuenta el contexto, ya que hablamos de una deportista de 29 años, pero sí creo que debería cuidar este tipo de detalles. El dominio del protocolo social te permite saber cómo actuar en cada momento y por tanto sentirte seguro y disfrutar de la situación".

Cristian Salomoni, experto en lenguaje no verbal, va más allá y tiene un responsable para el pequeño fallo de Ona: "El Rey se acerca a ella con los brazos abiertos, no con la mano tendida, por lo que provoca él la confusión. El cerebro humano tarda unas décimas de segundo en reaccionar y ella, al verlo así, le saluda dándole dos besos y se da cuenta unos segundos después de que lo tenía que haber hecho. Eso no significa que ella no quisiera abrazar a los Reyes para demostrarles su gratitud por recibirla. Pero es el Rey el que se acerca con los brazos abiertos. Letizia entiende mejor la situación, la abraza, le toca el hombro... Todo para tranquilizarla. Quiero dar una visión personal también: una recepción tiene que tener un protocolo, sí, pero muchas veces no es tan importante el protocolo como el apoyo a esta deportista que está haciendo grande el nombre de España".