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Matilde de Bélgica, la eterna dama de gris, brilla en Luxemburgo a golpe de lentejuelas
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Su color de la jornada

Matilde de Bélgica, la eterna dama de gris, brilla en Luxemburgo a golpe de lentejuelas

La ajetreada agenda de Matilde de Bélgica hizo que el color que protagonizara todos sus outfits del día fuera el gris… Prácticamente el color de un cielo de octubre, cosas de la vida

Foto: Matilde y Felipe de Bélgica, en su visita a la Filarmónica de Luxemburgo (Cordon Press)
Matilde y Felipe de Bélgica, en su visita a la Filarmónica de Luxemburgo (Cordon Press)

Si algo caracteriza la forma de vestir de la monarca belga es su estilo clásico y muy discreto; eso sí, siempre con unos salones de media altura con los que se pueda asomar tímidamente por encima del hombro de su marido, el rey Felipe de Bélgica.

El último evento en el que Matilde nos ha deleitado con su estilo del viejo Hollywood ha sido el concierto de la Filarmónica de Luxemburgo, tan solo uno de los actos de la visita de los reyes al país. A pesar de tratarse de un vestido de gasa que emulaba transparencias en el escote barco, el centro del diseño era el entramado de garabatos elaborado por cientos de líneas de lentejuelas que subían por el escote para crear la ilusión de que se apoderaban de la piel. El dibujo de las lentejuelas, sin embargo, llegaba solo hasta la altura de las rodillas, dejando que la falda de tul blanco aligerara el vestido.

placeholder Matilde y Felipe de Bélgica, en su visita a la Filarmónica de Luxemburgo. (Cordon Press)
Matilde y Felipe de Bélgica, en su visita a la Filarmónica de Luxemburgo. (Cordon Press)

Para no robar protagonismo al vestido, lo acompañó de un discreto clutch de pedrería y unos salones plateados del mismo tono que las lentejuelas del vestido de corte princesa. Las mangas francesas también jugaban con las transparencias igual que el escote. Todo atrevimiento en Matilde.

Lamentablemente, aunque la introducción de las lentejuelas en el armario de Matilde haya sido todo un atrevimiento, no podemos decir que el corte del vestido le favorezca ya que la cintura marcada y la caída de la falda crean mucho volumen en el bajo vientre.

placeholder Matilde y Felipe de Bélgica, junto al gran duque Enrique, el príncipe Guillermo y la princesa Stéphanie. (Cordon Press)
Matilde y Felipe de Bélgica, junto al gran duque Enrique, el príncipe Guillermo y la princesa Stéphanie. (Cordon Press)

Sobre el look ‘beauty’, Matilde lució un moño a media altura con mucho volumen en la coronilla que nos recuerda ligeramente a los recogidos de ensueño con los que nos deleitaba Grace Kelly. Pero, en este caso, el peinado de Matilde tampoco nos acaba de convencer. Eso sí, los ojos acaramelados con los que mira al rey Felipe de Bélgica hacen que prestemos poca atención a su peinado y maquillaje.

placeholder Matilde y Felipe de Bélgica, en su visita a la Filarmónica de Luxemburgo. (Cordon Press)
Matilde y Felipe de Bélgica, en su visita a la Filarmónica de Luxemburgo. (Cordon Press)

Con motivo de su visita a su país vecino, Luxemburgo, el rey y la reina pasaron la mañana en un seminario médico, ocasión para la que Matilde eligió también un vestido midi, anudado en la cintura en tono gris pizarra. La nota de color la ponían los bordados florales en naranja que la monarca combinó con un clutch del mismo tono y pequeño sombrero a juego.

placeholder Matilde de Bélgica, junto a la princesa Stéphanie de Lannoy. (Cordon Press)
Matilde de Bélgica, junto a la princesa Stéphanie de Lannoy. (Cordon Press)

No contenta con su máximo acierto cromático con los accesorios, la estilista de Matilde ha rizado el rizo y, tomando como referencia el sombreado de las flores del vestido y en una locura máxima -nótese la ironía-, eligió el mismo tono camel para combinar salones y guantes de piel a juego. Un look sin duda solo al alcance de Matilde de Bélgica, cuya belleza clásica, sumada a su estilo conservador, nos hace viajar a los años 40 con todos y cada uno de sus looks.

En resumidas cuentas y si no contamos el vestido de la cena de gala en Luxemburgo del martes -con un impresionante diseño en color magenta con strass e incluso tablas-, podríamos decir que para este viaje oficial Matilde de Bélgica se ha abonado al gris para pasar aun más desapercibida.

Si algo caracteriza la forma de vestir de la monarca belga es su estilo clásico y muy discreto; eso sí, siempre con unos salones de media altura con los que se pueda asomar tímidamente por encima del hombro de su marido, el rey Felipe de Bélgica.

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