The Crown - El viaje de la princesa Margarita a EEUU y su baile con Johnson

Dos hermanas y dos personalidades completamente diferentes, que también se reflejan en los capítulos de la serie ‘The Crown’, que estrenaba este fin de semana su tercera temporada. La princesa Margarita siempre estuvo a la sombra de la reina Isabel II, pero eso no ha impedido que se convierta en uno de los personajes favoritos de la creación de Netflix, por su rebeldía y modernidad. Al no tener el peso de la corona en su cabeza, podía permitirse muchas más licencias que su hermana, algo que se refleja en toda la serie, pero especialmente en el capítulo 2 de la nueva temporada, dedicado casi íntegramente a la hermana de la monarca. Son 47 minutos plagados de detalles que nos revelan cómo era la princesa Margarita y qué esperaba de ella Isabel II.

“¿Algún desastre que deba conocer?”. Así intenta informarse la reina británica sobre el viaje que su hermana y su cuñado, el fotógrafo Tony Armstrong-Jones, realizan a Estados Unidos en 1965. Una muestra de que no las tiene todas consigo con respecto a la representación que pueda hacer la princesa Margarita en esa gira. Muy bien reflejada su imperturbabilidad, Isabel II –interpretada por Olivia Colman– intenta no evidenciar sorpresa cuando su consejero le comenta que el viaje está siendo todo un éxito y que incluso los medios estadounidenses han dado un nombre a los seguidores de su hermana, que la aclaman allá donde va: ‘margaritómanos’. Pero lo cierto es que eso fue durante los primeros días de su viaje, en los que la princesa Margarita hizo gala de su espíritu festivo y divertido, que no agradó a todo el mundo: el paso de la pareja por el país dejó tan mala impresión en los diplomáticos británicos que le prohibieron a la princesa hacer una visita de regreso en la década de 1970.

En ese viaje, que mezcló tiempo en privado con compromisos oficiales, la princesa Margarita y Tony Armstrong-Jones, ya Lady y Lord Snowdon, también fueron recibidos en la Casa Blanca por el entonces presidente, Lyndon B. Johson, y su esposa, Claudia Alta. Fue durante una cena oficial en la Sala de Estado de la residencia de la pareja presidencial, a la que asistieron más de 150 invitados, incluyendo al actor Kirk Douglas o el magnate Nelson Rockefeller. El capítulo refleja un divertido baile después de la cena que resulta muy fiel a la realidad, según se pudo leer en los periódicos de la época al día siguiente: el presidente y la princesa se movieron al ritmo de ‘Everything's Coming Up Roses’, mientras que Lord Snowdon lo dio todo con un rock. Eso sí, del concurso de rimas subidas de tono que el primer ministro, Harold Wilson, describe en el capítulo a la reina Isabel, ni rastro. Una pequeña licencia de guion que muestra el carácter irreverente de la princesa Margarita.

Sea como sea, lo cierto es que la monarca le encomendó, con muchas reservas, una misión política bastante delicada a su hermana. La cena en la Casa Blanca era el conducto para conseguir el millonario rescate que el Reino Unido necesitaba en ese momento. Y la princesa Margarita lo consiguió, para sorpresa de la monarca, quien no confiaba del todo en el poder de su hermana, mucho más centrada en la bebida, el tabaco, la moda o en ser más protagonista que Isabel II, cuatro características que la definieron durante toda su vida y que vemos muy bien reflejadas en la exitosa serie.