Letizia, Camilla, Kate, Isabel II... Los trucos de cada royal para no destrozar sus pies

La reina Letizia ha dejado claro con sus últimas apariciones en público tras el confinamiento que si hay un calzado predilecto para ella con la llegada del buen tiempo, son las alpargatas. Cómodas y frescas, para Letizia son perfectas para que sus pies aguanten, sin sufrir, paseos o poses prolongadas en pie.

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La reina de España no es la única royal que utiliza este truco. Otras royals europeas se han apuntado desde hace mucho tiempo a la moda de las alpargatas, conscientes de su practicidad.

Pero, además, muchas mujeres de la realeza utilizan otros trucos para que su calzado no les provoque daños en los pies. Concretamente, las royals británicas son auténticas expertas en evitar que su calzado les resulte incómodo. Tanto Camilla Parker como Kate Middleton, Meghan Markle o la reina Isabel II tienen sus particulares métodos.

La esposa del príncipe Carlos, por ejemplo, tiene auténtica predilección por la firma de zapatos Sole Bliss, especializada en mujeres con problemas de pies. Confecciona sus diseños a través de una tecnología que denominan Juane, equipando sus zapatos con contornos de espuma viscoelástica y previniendo la inclinación del pie. Así evita la aparición de ampollas y juanetes.

Kate Middleton, por su parte, utiliza en muchas ocasiones medias con almohadillas de silicona acolchadas en la parte inferior. Son perfectas para el uso de tacón alto y evitan el dolor y el cansancio. Kate también utiliza un truco que también hemos visto en Meghan. Ambas escogen zapatos de una o dos tallas superiores a la suya, cuando el tacón es demasiado elevado. De esta manera evitan que el calzado les presione demasiado cuando los pies se hinchan.

Pero el método más sofisticado es, sin duda, el utilizado por la reina Isabel II. Ella no llega a comprobar en persona si un zapato es o no cómodo. Fue el medio británico 'The Telegraph' el que informó de que la matriarca de la familia real británica cuenta con alguien de su equipo que se encarga de usar primero los zapatos de la reina antes de que ella se los ponga. De esta forma los amolda un poco y evita que a Isabel II le resulten demasiado rígidos.