Las tres herencias a las que han renunciado los Borbón en Grecia

Las herencias son un tema peliagudo en todas las familias, pero a juzgar por las recientes informaciones, parece que para los Borbones aún más. Esta misma semana conocíamos que don Juan Carlos excluyó de su herencia los 65 millones que envió a Corinna Larsen como agradecimiento por su amistad para que ninguno de sus tres hijos pudiera reclarmarlos en el futuro. En un documento publicado por 'El Español' se establece una "dispensa de relación con la herencia del donante", de forma que esos fondos quedan desvinculados de la herencia del monarca.

Una herencia a la que don Felipe renunció el pasado mes de marzo, cuando tan solo conocíamos la punta del iceberg de los escándalos de su padre. "El Rey quiere que sea conocido públicamente que S.M. el Rey Don Juan Carlos tiene conocimiento de su decisión de renunciar a la herencia de Don Juan Carlos que personalmente le pudiera corresponder, así como a cualquier activo, inversión o estructura financiera cuyo origen, características o finalidad puedan no estar en consonancia con la legalidad o con los criterios de rectitud e integridad...", rezaba el comunicado de Casa Real.

Dada la opacidad que existe en lo que se refiere a las cuentas personales de los Borbón, resulta complicado saber a cuánto asciende la herencia que don Juan Carlos dejará a Elena y Cristina, pues don Felipe ya ha decidido por voluntad propia y para salvaguardar la institución, que ahora se tambalea por culpa de la economía de su antecesor, no recibir nada de ella.

Pero esta no es la primera renuncia de una herencia de los Borbón. Doña Sofía también renunció a la suya en su momento, cuando decidió no emprender acciones legales contra el Estado de Grecia como sí hicieron sus hermanos, el exrey Constantino y la princesa Irene, y su tía, la princesa Catalina, después de que en 1994 el ministro Papandreu promulgara una ley para confiscar las propiedades -en concreto tres- que pertenecían a la exiliada familia real.

16.800 hectáreas de la palacio real de Tatoi, unas tierras de 14.000 hectáreas en Polydendri y el palacio de Corfú, Mon Repós, formaban esa herencia a la que Sofía renunció y que los abogados habían cifrado en 470 millones de euros. Tras varios procesos judiciales, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo concedió una indemnización de más 13 millones a la familia, de los cuales 12 fueron destinados a Constantino, 900.000 a la princesa Irene y 300.000 a la princesa Catalina.

Dentro de las herencias a las que han renunciado los Borbón también está la de Balada, el mallorquín que a su muerte en 2010 decidió dejar el 50% de su patrimonio a los entonces Príncipes de Asturias y a los ocho nietos de los eméritos y el otro 50% para que estos crearan una fundación, Hesperia. Don Felipe y doña Letizia sí aceptaron esa herencia, sin embargo, donaron toda su parte a la fundación.

Tan solo queda ahora el 25% de los nietos reales, cuyo destino se decidirá cuando todos sean mayores de edad. Teniendo en cuenta las pautas de sus padres, es presumible que Leonor y Sofía hagan lo mismo con su parte, para evitar cualquier tipo de problema, aunque se desconoce qué decidirán Froilán y Victoria Federica Marichalar y Juan, Pablo, Miguel e Irene Urdangarin.