Mette-Marit y Kate Middleton, dos formas distintas de combinar el mismo vestido de lunares

En los armarios de la realeza a veces se dan coincidencias y en ocasiones hay sorpresas como esta. Coincidir en una misma prenda puede dar resultados diversos. Un ejemplo es el de Mette-Marit y Kate Middleton y las dos formas distintas de combinar el mismo vestido de lunares, tanto que podría pasar inadvertido el momento ‘twin’. La esposa de Haakon de Noruega asistía el 30 de marzo a la ceremonia de entrega de diplomas de City Mothers en Oslo con su diseño de L.K. Bennett, con estampado polka dot sobre fondo verde. La duquesa de Cambridge también lo tiene.

Es el modelo Mortimer de la firma inglesa, de corte camisero, largo midi, manga ligeramente abullonada, cinturón, lazada al cuello y botones joya. Elegancia retro perfecta para un acto oficial de mañana. Mette-Marit ha demostrado que en cuestiones de moda sabe y le gusta arriesgar, y lo ha combinado con un abrigo tipo chaleco de la firma italiana Marni, en negro, que tiene en su ropero desde el año 2016 y que ha llevado en diferentes ocasiones. Es una de las prendas favoritas de su extenso ropero y lo lleva capa sobre capa, su versión de la tendencia layering para expertas fashion.

El resto de los complementos: unos salones de ante azul marino con sabor español, ya que son del canario Manolo Blahnik, y una cartera de mano naranja de cocodrilo firmada por la británica Victoria Beckham. En una de sus manos un anillo dorado de Cartier cuyo precio ronda los 2.000 euros. También lució sus gafas geométricas de Tom Ford en algunos momentos y un brazalete plateado.

Más sobria y tradicional fue la manera en la que la duquesa de Cambridge estrenaba su vestido de lunares allá por 2018 para visitar el hospital infantil Evelina, en Londres. Sin abrigo, sin medias pese a ser diciembre, con unos stilettos básicos de Gianvito Rossi y una cartera de mano verde caqui también de L.K. Bennett; esta fue su opción para el evento. Entonces, el vestido causó furor y se vendió como churros, algo habitual en muchas de las prendas que Middleton se pone.

Lo raro es que no se lo hayamos visto lucir más veces, aunque también es cierto que Kate tiene muchas prendas de lunares, pues es uno de sus estampados predilectos. Solo recordar el maravilloso diseño de Alessandra Rich que lucía hace unos días para asistir al servicio religioso en homenaje al duque de Edimburgo celebrado en la abadía de Westminster y que la convirtió sin duda en la mejor vestida (con permiso de nuestra reina Letizia). La esposa de Guillermo de Inglaterra volvía a confiar en una de las diseñadoras que formaron parte de su maleta caribeña (el último vestido estampado que lució en Bahamas era de ella) y acertaba de lleno.

La exquisita elegancia de Kate Middleton en el homenaje a Felipe de Edimburgo

Maite Torrente

La princesa Mette-Marit también siente pasión por los topos y puesto que vuelven con fuerza esta temporada gracias a las colecciones de primavera-verano de Carolina Herrera, Balmain o Louis Vuitton, la elección para su último acto de la agenda real no ha podido ser más adecuada. Durante la entrega de diplomas, destinados al apoyo y desarrollo de mujeres pertenecientes a minorías étnicas, la esposa de Haakon disfrutó de un almuerzo y pudo conversar con varias de las asistentes interesándose por su problemática y la evolución de los programas de ayuda para esa comunidad. Sonriente y relajada, abandonó el lugar portando un precioso ramo de flores que le entregaron para agradecerle su presencia.

Tanto su agenda institucional como la del príncipe Haakon de Noruega continúan inalterables, mientras el rey Harald, que la semana pasada volvía a dar positivo en coronavirus, se recupera totalmente. Aunque solo se le impusieron cuatro días de aislamiento, de momento no le hemos visto retomar su actividad oficial. Los síntomas eran leves, según precisó el comunicado emitido por la Casa Real, pero debido a su delicado estado de salud y a su avanzada edad hay que extremar las precauciones. Este fue el motivo por el que no acudió al funeral homenaje del marido de Isabel II el pasado 29 de marzo.

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