Lo que dice el lenguaje corporal de la princesa Leonor en la entrega de sables, según un experto

La princesa Leonor ha dado un paso más en su formación como para ser la primera mujer en ostentar el mando supremo de las Fuerzas Armadas de nuestro país. Tras recibir junto al resto de sus compañeros la denominación de caballeros y damas cadete el pasado 5 de septiembre, ahora la hija de los reyes Felipe y Letizia obtenía de manos de un estudiante de segundo de la Academia General Militar de Zaragoza, donde se instruye desde agosto, el sable que simboliza que, al concluir su formación, se convertirá en oficial del Ejército.

En un acto a puerta cerrada, en el que no ha habido presencia de familiares y ha sido celebrado en las instalaciones de la academia aragonesa, la princesa Leonor y sus 600 compañeros de primer curso han recibido este simbólico sable para escenificar "la relación de compañerismo y tutela que debe existir entre el veterano y el nuevo", según reza la web de la AGM.

Durante la breve ceremonia, que arrancó con una presentación del general Manuel Pérez López, director del centro, pudimos observar a una Leonor concentrada al principio y sonriente después, mientras entre risas se fundía en abrazos con el resto de alumnos de su promoción, mientras todos vestían otra simbólica prenda: la boina roja 'grancé'. Pero ¿qué hay más allá de los gestos de la Princesa? ¿Qué nos dice el lenguaje no verbal sobre este momento?

* Si no ves correctamente este formulario, haz clic aquí

Nuestro experto en la materia, Cristian Salomoni, asegura que lo más interesante es poner en el foco en si Leonor "se ha adaptado o no a su vida en la academia militar, ya que esta es la pregunta que todos nos hacíamos al principio". Para contestar a esta cuestión de forma afirmativa, asegura que "respecto a su grupo de amigos, se ve que se ha adaptado perfectamente durante estas semanas ya que se la ve feliz y alegre, dentro de un grupo compenetrado que se mueve en sintonía con ella. Una futura Reina entre las filas de un grupo de militares no se ve todos los días. Su cercanía es patente junto al resto de chicos y chicas en este día tan importante".

Pero hay algo más que le ha llamado poderosamente la atención. "Más allá de los aspectos periféricos, del escenario y de que haya desfilado muy bien junto a sus compañeros, lo más importante es el abrazo, porque siempre en comunicación no verbal los analizamos al ser un comportamiento humano muy simbólico que tiene que ver con el tacto y la cercanía".

Salomoni opina que "al recibir el sable de su compañero veterano y convertirse con ello en dama cadete, es un acto muy simbólico que nos recuerda a cuando nosotros íbamos al colegio y teníamos un alumno más mayor que velaba por nosotros y nos ayudaba en el día a día". A este respecto, considera que la entrega del sable "es algo muy bonito por ser la culminación de un proyecto que no es solo personal, sino que tiene un alcance nacional al ser ella la futura Reina de España".

También se hace eco nuestro experto de las críticas que ha recibido la hija de los Reyes por sus aparentes dificultades para colocar el sable en la funda, "pero es que acaban de entregárselo y con la emoción del momento con toda la gente mirando y tantas cámaras grabando, es normal el nerviosismo, que por otra parte también han sufrido algunos de sus compañeros", señala.

Sobre el gesto que hace de humedecerse los labios justo antes de recibir el arma, que suele ser un indicador claro de nerviosismo, nuestro experto indica que "es igual a la sonrisa nerviosa que a veces tiene. Es que es una situación muy emotiva para ella. Se juega mucho, ya que es su cometido como Princesa".

TE PUEDE INTERESAR

Exclusiva | Leonor sin privilegios: así es la adaptación de la Princesa de Asturias, una más entre sus compañeros de la Academia

Manuel de Burgos

Por último, no quiere olvidarse de hablar sobre la elección, a veces cuestionable, de las fotos que en cada ocasión hace la Casa Real para ofrecer a los medios de comunicación y compartir en sus redes sociales. Cristian Salomoni la califica en esta ocasión como de "un acierto" ya que "se puede ver a la princesa Leonor con el mentón levantado durante el desfile, una imagen muy bonita, con mucha fuerza, al igual que el momento en que recoge el sable con las dos manos mientras lo mira".

"Como sabemos, la imagen dentro de las instituciones es muy importante, así que en este caso las imágenes han sido muy bien seleccionadas a nivel de comunicación no verbal", es su sentencia final.

Tras esta ceremonia, el próximo acto previsto en la agenda militar de la princesa Leonor será la presentación, junto con sus compañeros, ante la Virgen del Pilar, el 6 de octubre, el día de antes de su jura de bandera.

La carrera miliar de la princesa Leonor, que el 31 de octubre cumplirá 18 años, comenzó el 18 de agosto en la academia de Zaragoza y se prolongará tres años en los distintos ejércitos, siguiendo los marciales pasos que dieron su padre y anteriormente su abuelo, el Rey emérito.