Las 12 primeras horas de la cadete Leonor en Zaragoza: instrucción y ya con uniforme

La princesa Leonor ha pasado ya sus primeras horas en la academia de Zaragoza. No fue este jueves un día fácil. Ni para ella ni para el resto de compañeros, que ya han comenzado a saber lo que es la vida militar. Como ya adelantó Vanitatis en primicia, todos los aspirantes acudieron este jueves por la mañana al recinto acompañados de sus familiares. Las normas marcaban como máximo cuatro personas relacionadas con el cadete.

En el caso de la heredera fueron los Reyes y la infanta Sofía quienes la acompañaron, siendo don Felipe el que habló más con la prensa, llegando a asegurar, por experiencia propia, que los primeros días no son fáciles. Un hecho que nos confirman otros cadetes que ya han pasado por esa experiencia, y que señalan que esas primeras horas son, quizás, las más duras.

Este primer día de adaptación lo marca principalmente la novedad de la instrucción. Cada grupo espera a que llamen a su compañía para que se les haga entrega del uniforme correspondiente y los enseres necesarios para su nueva vida. Mientras se lleva a cabo este proceso, los cadetes, entre ellos la princesa Leonor, ya están en formación. Unos vestidos aún de civil y otros ya uniformados.

La Princesa recibió ya su primera instrucción militar básica, que consiste en aprender a desfilar, formar, uniformarse, controlar los horarios, identificar los distintos cargos de capitán, comandante, teniente coronel, el toque de corneta o el saludo militar. Todos estos detalles los irá perfeccionado la princesa durante al menos dos semanas, pues hasta el mes que viene no comienzan las clases. Será a primeros de septiembre cuando llegue el resto de cadetes de cursos superiores.

Leonor llegó a la academia llevando una maleta Samsonite con las cosas que va a necesitar y, como el resto de sus compañeros, nada más entrar la dejó en una camioneta. Fue ya tras la instrucción cuando se les entregó a cada cadete sus pertenencias y se les designó una habitación y una cama en la que dormirán el próximo curso.

La promoción de la princesa cuenta con doscientos cuarenta y cinco personas que ya forman parte del Cuerpo General. Esta promoción 2023 está dividida en varias compañías y Leonor tiene la suya, con la que compartirá las veinticuatro horas durante este año.

A las nueve de la noche llegó el turno de la cena, como marca el horario anual. Los cadetes comen todos juntos en un gran comedor. A continuación, la heredera tuvo un tiempo de descanso y a las once de la noche se apagaron por primera vez las luces en la academia para la primogénita de los Reyes.

Un nuevo día

Este viernes, a las 6:30 horas de la mañana ha sonado ya el timbre y en quince minutos Leonor ha pasado por las duchas, se ha vestido por segunda vez con su uniforme y ha dejado la cama hecha para pasar al comedor y desayunar.

“Esta primera semana es un estrés, después ya te acostumbras y da tiempo a todo. Y una cosa que aprendes es a vestirte muy rápido. No puedes dejar hecho el nudo de la corbata la noche anterior y tampoco tener abotonado el uniforme o la camisa. Hay brigadiers que pasan y si te pillan te hacen hacer y deshacer la corbata veinte veces o más. Lo mismo con el resto de uniforme. Una manera de que los cadetes tengan claro lo importante que es la disciplina", explica a Vanitatis un exalumno de dicha Academia.

Con respecto al teléfono móvil, no hay prohibición para los alumnos. La explicación que facilitan es la siguiente y nada tiene que ver con vetos para relacionarse con el exterior. “Los cadetes tienen acceso a sus teléfonos. La cuestión es que hay muy poco tiempo para esa socialización con el mundo que han dejado fuera de la academia. Durante veinticuatro horas tienen el tiempo controlado y con horarios marcados que dejan poco espacio salvo para enviar algún mensaje. Una vez que se apaga la luz no hay posibilidad de más contactos”.