Máxima de Holanda repite pieza por pieza uno de sus looks más alabados para su cena en Sudáfrica
Los reyes de los Países Bajos han sido los protagonistas de una recepción a la comunidad holandesa celebrada en casa del presidente, en Pretoria, como colofón a su primer día de viaje en Sudáfrica
Por segunda noche consecutiva, Máxima de Holanda ha vuelto a convertirse en la principal protagonista de una cena ¿de gala? Si hace tan solo 24 horas la reina neerlandesa ocupaba titulares, debido a que Matilde de Bélgica le copiaba su vestido de Christos Costarellos con motivo de su banquete de Estado con el presidente de Portugal, hoy el foco ha vuelto a ella gracias a su elección estilística para la recepción nocturna celebrada en casa del presidente, en Pretoria, a causa del viaje oficial de la mujer de origen argentino y su marido, Guillermo Alejandro, a Sudáfrica.
Tal y como estaba establecido dentro de su agenda de actos, al finalizar su primer día en el país africano, Cyril Ramaphosa, el presidente de Sudáfrica, albergaría en su hogar de Pretoria, la capital administrativa de la nación, una recepción dedicada a la comunidad holandesa. En esta se han encontrado presentes, más allá de los propios reyes de los Países Bajos, numerosos compatriotas que viven o trabajan en la región.
Bajo un protocolo no tan formal como el de una cena de gala, Máxima de Holanda se ha decantado por uno de sus looks más alabados en esta primera visita de Estado del matrimonio a Sudáfrica desde que la reina Beatriz se reuniese en el país africano en 1996 con el entonces presidente Nelson Mandela.
Repitiendo pieza por pieza el outfit escogido en el primer día de su viaje oficial a Grecia en noviembre de 2022, la reina de los Países Bajos posaba con un sofisticado vestido midi bicolor (blanco y pomelo) de sutil escote V, manga romántica ligeramente abullonada y falda de silueta acampanada con ligero vuelo perteneciente a la firma Zeus + Dione. Este ha sido rematado por guantes cortos y salones altos de ante a juego, tocado de boina con rejilla en tonalidad cruda y pendiente de doble perla con broche a conjunto.
En sintonía con la elección de complementos que realizan un guiño a los colores de su país adoptivo, Máxima de Holanda aterrizaba esta misma mañana en Sudáfrica con un vestido gabardina de tonalidad azul marino de manga larga y falda por encima de las rodillas, accesorizado con un tocado de rafia a modo de lazo, clutch y stilettos naranjas. Así se trasldaba posteriormente a la reserva de humedales de Blesbokspruit y el Museo del Apartheid, lugar repleto de obras dedicadas a la igualdad jurídica para la protección de los derechos de las mujeres y la comunidad LGBTIQ+.
Los actos de la pareja real en la nación africana continuarán dos días más. Mañana mismo, comenzarán con una reunión con el presidente Ramaphosa, que hará una declaración conjunta junto a Guillermo Alejandro, tras firmar un documento de entendimiento común sobre educación, cultura y ciencia entre ambos países
Por segunda noche consecutiva, Máxima de Holanda ha vuelto a convertirse en la principal protagonista de una cena ¿de gala? Si hace tan solo 24 horas la reina neerlandesa ocupaba titulares, debido a que Matilde de Bélgica le copiaba su vestido de Christos Costarellos con motivo de su banquete de Estado con el presidente de Portugal, hoy el foco ha vuelto a ella gracias a su elección estilística para la recepción nocturna celebrada en casa del presidente, en Pretoria, a causa del viaje oficial de la mujer de origen argentino y su marido, Guillermo Alejandro, a Sudáfrica.
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