Letizia y su homenaje a la moda danesa: vestido negro de lentejuelas y pendientes de pasar

Es tradición que en las visitas de Estado que recibe Dinamarca los invitados organicen un acto de devolución en agradecimiento a sus anfitriones, en este caso la familia real danesa. Este evento puede ser desde una recepción a un concierto, eso depende de cada delegación, y la española ha optado por una cena en la Gliptoteca de Copenhague, en la que antes del ágape, los Reyes, junto a la reina Margarita y los príncipes herederos, han visitado una exposición de Sorolla.

La etiqueta, en este caso, ha sido traje corto, por lo que doña Letizia ha optado por un vestido en color negro de lentejuelas. El look festivo se ha elevado con sus joyas de pasar, en concreto unos llamativos brillantes formados por una pieza grande central y otras de menor tamaño que lo rodean. Pero, además, el outfit suponía todo un homenaje a la moda danesa.

El motivo es que ha elegido para vestirse la marca Rotate, una firma de Dinamarca que se estrena así en su armario. Se trata de un sugerente modelo en color negro, ajustado y con largo midi, además de escote en V.

Pero quizá el detalle más distintivo es el escote trasero, muy pronunciado y que llega prácticamente hasta el final de la espalda, aunque en un primer momento no se ha podido ver por el abrigo con el que la reina Letizia se ha cubierto al entrar y que es el tercero con el que la vemos desde su llegada al país, este lunes.

Ha sido en el interior cuando ya la Reina se ha despojado de su abrigo negro y ha presumido de su nuevo vestido, con un elemento, las lentejuelas, que no son las preferidas por la reina Letizia, pero que sí tiene en algún que otro diseño.

Lo que sí podemos considerar uno de sus modelos favoritos son los 'manolos' con los que ha querido combinar el vestido de lentejuelas elegido para su última noche en Dinamarca. Nos referimos a los slingbacks de Manolo Blahnik que tanto le gustan. No solo porque son de lo más estilosos, combinando vinilo y piel en color negro, también porque no tienen un tacón tan alto como los que suele llevar en este tipo de eventos.

Precisamente, la altura del tacón seguía la línea con el look de la mañana, ya que optó por unos tacones en color camel de Lodi más bajos que los que lucía, por ejemplo, la princesa Mary para completar su look blanco y negro.

No ha sorprendido, en definitiva, la elección de Letizia para esta cena de agradecimiento a la familia real danesa por varios motivos. Primero, porque es habitual que luzca alguna firma del país que recibe a los Reyes. Segundo, porque tampoco es raro que lleve alguna joya de pasar, aunque suele echar el resto para la cena de Estado que habitualmente tiene lugar para cerrar la primera jornada de la visita, más allá de la tradicional tiara, casi obligatoria para este tipo de citas.

Como el resto de actos programados en los dos días que llevamos de viaje de Estado, se ha visto en todo momento la buena relación entre las dos monarquías. Federico de Dinamarca y el rey Felipe tienen edades parecidas y sus vidas sentimentales han ido en paralelo con apenas dos semanas de diferencia entre sus respectivas bodas y los nacimientos de sus hijos mayores.

Un detalle, este último, al que el rey Felipe aludió durante la cena de gala del lunes por la noche, haciendo referencia al príncipe Christian y la princesa Leonor y su mayoría de edad.