La intrahistoria de las fotos de Juan Carlos I: cómo se hizo el reportaje más sorprendente de la familia del Rey

Acostumbrados a Obregones, Falcós y Preysler, pocos contábamos con amanecer este miércoles viendo en la portada de la revista '¡Hola!' las imágenes del cumpleaños del Rey emérito. Pero sí. Como si de auténticas celebrities se tratara, todos posan para la cámara sonrientes, mirando al objetivo. Pero ¿cómo llegó el reportaje a la publicación? La intrahistoria de las fotos del rey Juan Carlos responde a muchas de las dudas que han planeado desde que saliera a la venta este miércoles.

Una de estas cuestiones, la más repetida en redacciones y chats grupales de los medios de comunicación que siguen la actualidad de la familia del Rey, es si el emérito, así como sus hijas y sus nietos presentes en la reunión, han cobrado por esas fotos. Una pregunta que se da en base a esos intercambios que siempre hace esta conocida revista, famosa por las contraprestaciones económicas que da a los que protagonizan su portada.

Pero es un primer punto que en Vanitatis estamos en disposición de negar. Las imágenes son un regalo que el propio don Juan Carlos quiso hacer a la revista, tal y como nos apuntan dos fuentes diferentes de toda solvencia. Aunque no fue un fotógrafo de la publicación el que se encargó del reportaje, como es habitual en posados pactados, sino que se mandaron a '¡Hola!' una vez realizadas y seleccionadas.

El proceso fue simple. El entorno más íntimo del exmonarca contrató a un fotógrafo de Abu Dabi para que captara los mejores momentos de esa reunión festiva, un punto que se puede comprobar por la calidad de las fotografías, realizadas con las correspondientes luces y con la técnica de un profesional. De todas las imágenes que resultaron, don Juan Carlos escogió unas cuantas que decidió enviar a la revista para ser publicadas este miércoles.

Y así como en otras ocasiones las pruebas gráficas de las visitas que recibía Juan Carlos I en el emirato nos llegaban a través de otros medios, esta vez no había duda de que tuviera que ser '¡Hola!' quien las publicara. Primero, por la estrecha relación que la revista ha tenido habitualmente con la familia Borbón -incluso, una de nuestras fuentes hace referencia a ella como "revista de cabecera"-. Segundo, para evitar favorecer a ningún periódico de tirada nacional y que hubiera agravios comparativos.

Por eso, ninguno de sus protagonistas considera que esto sea una exclusiva como tal, con todas sus letras y connotaciones. Si bien es cierto que las fotografías no pueden ser reproducidas por ningún otro medio de comunicación, el hecho de que haya obtenido estas imágenes como una deferencia del rey Juan Carlos hace que, tanto para él como para su círculo, no entre en esta categoría, que a veces tiene incluso significados negativos.

Por supuesto, nos aseguran que esto se hizo de manera directa entre el Rey emérito y la revista, sin que hubiera ningún enlace del Palacio de la Zarzuela. Porque esa es otra de las preguntas que han planeado desde la publicación del reportaje: ¿sabían los reyes Felipe y Letizia que se iban a ver estas fotos el mismo día en el que la revista recogía el debut de la princesa Leonor en la Pascua Militar?

Y la respuesta es que este detalle no importa, puesto que es un acto que se considera estrictamente privado, a pesar de que el emérito sigue perteneciendo oficialmente a la Casa Real, como así nos lo señalan fuentes oficiales del palacio.

Así pues, con la idea del intercambio económico descartada, llega otra de las preguntas: ¿por qué ha querido Juan Carlos I que todos seamos testigos de esta reunión familiar? Tal y como pudo adelantar Vanitatis horas antes de la cita, ni él ni los amigos más cercanos que se encargaron de organizarla pretendían que fuera un desafío al rey Felipe o una afrenta a la Corona, pero es verdad que algunos de los detalles de las imágenes publicadas podrían hacer pensar que no fue así.

Lo que nos cuenta otra de las fuentes consultadas es que al rey Juan Carlos le interesa que se vea esa imagen del férreo apoyo que tiene de los suyos, que recorren miles de kilómetros para estar apenas dos días con él. En unos años que no han sido precisamente fáciles y en los que se ha encontrado con una opinión pública dividida por los diferentes titulares que ha protagonizado, está feliz de poder compartir esta nueva etapa, en la que se siente más arropado que nunca y en la que sus visitas a nuestro país ya se han normalizado.